Indignantes imágenes de China: un hombre declarado muerto y envuelto en plástico estaba vivo
Shanghái soporta un estricto encierro por covid desde hace más de un mes. Las denuncias de vulneraciones de derechos crecen cada día.
En medio de un draconiano encierro que dura ya cinco semanas en Shanghái (China) por el aumento de casos de covid, las redes sociales han sacado a la luz unas imágenes de la ciudad que han indignado –aún más– a la población de dentro y fuera del país.
En ellas se ve a tres trabajadores enfundados en equipos de protección (EPI) sacando en una camilla a lo que se infiere que es un cuerpo de una persona fallecida, envuelta en un plástico amarillo. Mientras se disponen a depositarlo en el furgón funerario, descubren que la persona está viva. Tal y como informa The Guardian, seis personas ya están siendo investigadas por esta presunta negligencia.
“¡Vivo! ¿Lo has visto? ¡Está vivo!”, dice uno de los trabajadores, según la transcripción traducida del diario inglés. “¡No lo vuelvas a tapar!”, replica otro de los que transportan la camilla.
Según las informaciones publicadas, el paciente es un hombre internado en una residencia de ancianos. Tras comprobar que está vivo, los empleados de la funeraria lo devuelven al interior del complejo residencial.
The Guardian señala que las autoridades del distrito de Putuo, donde se ha producido el incidente, han confirmado estos hechos y han iniciado una investigación en la que se incluye al director del centro sociosanitario y a un médico.
Los responsables de la residencia, según estas informaciones, han pedido disculpas, mientras que los trabajadores de la funeraria que advirtieron el grave error han sido recompensados con un bono económico.
Mientras tanto, los usuarios de redes sociales que han hecho circular estas imágenes –grabadas por viandantes– se preguntan qué habría pasado si nadie las hubiera hecho públicas.
Desde hace algo más de un mes, Shanghái, de 25 millones de habitantes, se enfrenta a un durísimo confinamiento que ha hecho colapsar la ciudad. En medio de un desabastecimiento de productos, la población ha denunciado el hambre, la dificultad de conseguir comida y la vulneración de sus derechos.