Seis razones por las que te sigue gustando 'Dirty Dancing'
La película de Patrick Swayze y Jennifer Grey cumple 30 años.
Lo peor que le puede pasar a una película es que se la encasille como cine para chicas, una etiqueta que conoce muy bien Dirty Dancing.
"Hay pocas películas tan infravaloradas e incomprendidas como Dirty Dancing", escribe la columnista de The Guardian Hadley Freeman en su libro The Time of My Life. Si volviésemos a verla hoy, tres décadas después de su estreno (sí, este año se cumplen 30 años de su llegada al cine), nos daríamos cuenta de que sigue siendo moderna. Por eso, y por esas seis razones, sigue siendo un éxito:
Si el narrador es un hombre, damos por sentado que es una película apta tanto para ellos como para ellas pero... ¿y si la protagonista es una mujer? Entonces es sólo para chicas. ¡¿Por qué?! Dirty Dancing está narrada por Baby: ella la que cuenta lo que pasó en el verano de 1963 en el hotel Kellerman y el que sale arrebatadoramente guapo es Johnny, su objeto de deseo, que enseña mucha más chicha (por una vez) que ella.
Lo único que acerca a Dirty Dancing a Cenicienta es la suciedad que hay en el título. Baby, aunque parezca una ñoña, no lo es en absoluto. Puede que pensara irse a las misiones, pero vio a Johnny Castle y pensó "este pa mí". Y no se quedó sentada a esperar a que él reparara en ella, fue directa.
Baby es buena. Buena persona de las de manual: misionera en África y comprometida con las injusticias como cuando decide defender a su novio porque cree que lo que le están haciendo no le parece justo. Así que... es una moñas pero muy valiente.
En la película se narra el despertar sexual de Baby y podemos ver que a ella le gusta el sexo y lo disfruta como la que más. Una mujer que toma la iniciativa y sin tapujos. ¿Es o no es moderno?
Sin culpabilizar a Penny y dejando en mal lugar al hombre, por haberse desentendido del tema y tacharla de promiscua. Pero además, critica la propia prohibición del aborto y las pésimas condiciones que llegan a vivir las mujeres que pasan por esta situación de manera ilegal.
O lo que es lo mismo, uno de los personajes más atractivos del cine. Baila como los dioses, tiene un físico que parece obra de un escultor pero además es ¡sensible!