Seis lecciones que deja el documental de Rocío Carrasco
Ha sido un antes y un después en la televisión y el relato público sobre la violencia machista.
Rocío, contar la verdad para seguir viva, el documental de Telecinco sobre Rocío Carrasco, ha marcado un antes y un después en televisión. Su relato sobre los presuntos malos tratos que recibió por parte de su expareja, Antonio David Flores, han conmocionado a media España y han dado mucho que hablar y debatir en platós de televisión.
Más allá del formato del programa con debate, la docuserie ha logrado que se hable en prime time de algunos conceptos que los expertos llevan años intentando acercar a la población. Por ejemplo la violencia institucional, la violencia vicaria o la revictimización.
El documental acabó la semana pasada, pero las lecciones que deja Rocío Carrasco ya han dejado huella en televisión.
La violencia psicológica, la primera señal
Es una de las primeras señales y también una de las más difíciles de reconocer. Se empieza con un “eres tonta” o un “estás gorda” que Rocío Carrasco se acabó por creer. “Que si estás loca, que si las hormonas, que si el embarazo te está afectando la cabeza. Que los celos te están volviendo loca y que por culpa de los celos iba a mal parir a mi hijo”, contaba que le decía su expareja.
En el marco de este maltrato psicológico se habló también en los primeros programas de lo que los expertos llaman gashlighting o luz de gas. Un tipo de maltrato psicológico silencioso, sutil y manipulador, según los expertos, mediante el que se desgasta la autoestima y confianza de la mujer hasta anularla y hacerla dudar de sí misma. Se basa en poner en duda y menospreciar todos los puntos de vista de la mujer - “estás loca”, “eres una exagerada…”- hasta hacer que ella misma se lo crea.
“La persona que agrede extirpa lentamente el criterio personal de su víctima, en una espiral de invalidación que le hace dudar de sus propias percepciones, emociones y pensamientos; y al la víctima final opta por apoyar y sostener su brújula en el otro: él es quien lo sabe todo, tiene la mente más clara y no se siente tan vulnerable como ella”, explica en su web el centro de Investigación y Terapia Cenit Psicólogos.
El maltrato institucional y la falta de perspectiva de género
“La justicia es lenta y confío en ella, pero está muy ciega”. Es otra de las frases que pronuncia en un momento del documental Rocío Carrasco. A pesar de la multitud de informes psicológicos y psicosociales que presentó en sus denuncias, la causa contra su ex fue sobreseída.
Esto se debe, entre otras cosas, a la imposibilidad de demostrar algunas de sus denuncias, como el maltrato psicológico, del que no quedan marcas visibles. En cuanto a su ansiedad y su depresión, el juzgado no pudo estimar que se debía al comportamiento de su expareja, que recorrió decenas de platós hablando mal de su Rociíto y dejándola de “mala madre”.
Posiblemente Rocío Carrasco sea el ejemplo televisivo de lo que se llama “violencia institucional”: cuando la Justicia da la espalda a las víctimas de violencia de género.
La existencia de la revictimización
Y es en torno a esta violencia institucional cuando aparece el concepto de “revictimización”. La ONU y la UE se refiere así a un tipo de daño que sufren las víctimas y que no es consecuencia del acto delictivo en sí, sino de la respuesta de quien debe ayudarla. En este caso, la Justicia o las instituciones. Esto puede tener en todo el proceso de denuncia: desde el primer policía que te atiende en comisaría hasta el mismo juez.
Esto hace de la violencia un doble sufrimiento para la víctima. El hecho de sufrirla y el de ser cuestionada o no creída. La consecuencia de esto es que muchas mujeres se sienten desamparadas y deciden no denunciar o acaben retirando sus denuncias.
La violencia vicaria
Otro de los términos desconocidos que ha expuesto el documental sobre la mesa es el de la violencia vicaria. “Yo tengo a mis hijos muertos en vida”, dijo en uno de los primeros capítulos del documental la hija de Rocío Jurado. Se trata de un tipo de violencia en la que se utiliza a una tercera persona o cosa para hacer sufrir a la víctima. En este caso serían los hijos de ambos, Rocío y David Flores.
Él acude al juzgado varias veces con sus hijos para solicitar modificaciones en las medidas del convenio regulador de la custodia de los pequeños, pero el juez acabó dándosela a Carrasco. Varios informes psicosociales que presenta Rocío Carrasco hablan de manipulación por parte del padre en los hijos.
A pesar de los continuos informes desfavorables de los jueces para que Antonio David se quedase con la guardia y custodia de los dos menores, seguía acudiendo con ellos delante al juzgado, paseándose por delante de las cámaras. Es una estrategia más del presunto maltrato que ejercía: desgastar a la madre, personal y económicamente, en los juicios y, en este caso, después ganar dinero contándolo en televisión.
El extremo más terrible de la violencia vicaria es cuando uno de los progenitores asesina a alguno de sus hijos para hacer daño a su pareja, como ocurrió en el caso de José Bretón.
Rocío no está sola
Como se ha podido observar durante las últimas semanas, miles de mujeres -entre las que hay algunas integrantes del Gobierno y personajes públicos- se han puesto del lado de Rocío Carrasco. Su caso no es aislado. Una de cada dos mujeres ha sufrido algún tipo de violencia machista en España a lo largo de su vida, a pesar de ser un país con una de las legislaciones más avanzadas del mundo.
Como contó en este reportaje El HuffPost, fueron cientos las mujeres que se vieron reflejadas en el caso de Rocío Carrasco y lloraron escuchándola hablar. Las llamadas al 016 crecieron más de un 60% después de la emisión del programa en marzo.
También queda reflejado que no hay un sólo perfil de maltratador ni de víctima, ya que hace años nadie pensaba que la hija de La Más Grande, a la que percibían una mujer poderosa y con dinero, podría ser víctima de malos tratos.
El “sobreseimiento” del caso no significa la inocencia
Tras los primeros capítulos fueron muchos quienes pusieron en duda el testimonio de Rocío Carrasco. Uno de los argumentos más usados era el de que Antonio David era”inocente”, según la Justicia. Es cierto que sobre él no pesa ninguna condena por el caso de Rocío Carrasco, pero el hecho de que se archive la denuncia en un sobreseimiento de la causa significa que el juez constata que los hechos no están suficientemente probados, no que no hayan tenido lugar.
El de Antonio David es un sobreseimiento provisional, por lo que el caso podría ser reabierto si la Justicia cree que hay indicios para ello.