Aragonès no logra la mayoría simple para ser investido presidente de la Generalitat
El republicano se queda a las puertas y la Borràs convoca una nueva ronda de consultas a la espera de un acuerdo entre ERC y Junts.
Cataluña está bloqueada. El candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, no ha logrado este martes la mayoría simple para ser investido presidente de la Generalitat. El republicano, que se ha hecho con el apoyo de 42 diputados, pero ha recibido 61 ‘noes’, ha afrontado esta segunda jornada sin esperanzas por la consumada abstención de los 32 representantes de Junts, sus exsocios de ‘Govern’.
La presidenta del Parlament, Laura Borràs, de Junts, ha convocado una nueva ronda de consultas con los grupos parlamentarios para sondear si hay otro candidato con opciones de ser investido hasta que ambos partidos formalicen un acuerdo que cambie el voto de los postconvergentes.
El pleno del pasado viernes activó la cuenta atrás de dos meses para que los catalanes sean llamado de nuevo a las urnas. Ese es el plazo que tiene la Cámara para desbloquear la formación de un Ejecutivo antes de que esta sea disuelta y se celebren nuevas elecciones en julio.
El pleno ha arrancado pasadas las 10.00 horas en el Auditorio del Parlament. El debate ha comenzado con Aragonès en la tribuna desgranando de nuevo a los diputados sus planes de Gobierno y pidiéndoles su apoyo. Tras él ha llegado el turno del resto de líderes parlamentarios, quienes han intervenido en función del peso de sus grupos (de mayor a menor representación). Los recelos entre Junts y ERC han marcado la sesión. Y la sombra del expresidente Carles Puigdemont se ha colado en el Parc de la Ciutadella.
La portavoz de Junts, Gemma Geis, ha prometido a Aragonès que ni su partido ni “el exilio”, en referencia a Puigdemont, le impondrán ninguna “tutela” en caso de que logre ser investido. Geis ha recalcado la abstención de su grupo, aunque ha dicho que siempre tendrán “predisposición” para el acuerdo y ha reclamado “flexibilidad” al candidato republicano para cerrar un pronto un pacto de legislatura. Pero hay varios escollos que solucionar.
Aragonès ha lanzado una advertencia a sus exsocios y al propio Puigdemont, cuando ha anunciado que piensa gobernar “sin sustituciones ni tutelas”.“Nadie le impondrá tutelas. No confunda a los electores ni a este Parlament”, ha remachado Junts.
En esa pelea se ha metido también el socialista Salvador Illa, quien ha alertado de que “Cataluña saldrá perdiendo” con Aragonès porque será un “president vicario al dictado de un inexistente y ficticio Consejo para la República”. El papel y la gobernanza de ese organismo, el supuesto encargado de dirigir la acción secesionista, es uno de los grandes desacuerdos entre socios.
El Consell per la República, liderado por el expresident Puigdemont, emitió este lunes un comunicado invitando a debatir la gobernanza del organismo. Los republicanos han pedido a Junts “un gesto de responsabilidad y confianza” para investir a Aragonès y han subrayado que con la propuesta para reformar el Consell per la República, “no hay ningún escollo” que impida su voto favorable. Aragonès busca consensos amplios en el mundo independentista para formar un Ejecutivo que avance hacia la secesión, el principal objetivo según se desprendió de su discurso de investidura.
En la misma línea se ha mostrado el portavoz de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, quien ha avisado a Aragonès, de que si es investido con los votos de Junts y de la CUP (el único grupo que la garantiza su respaldo), será “rehén de una escalada radical”. Carrizosa ha hecho referencia al primer acuerdo cerrado entre ERC y CUP: “Les acerca irreversiblemente a ustedes a otro golpe a la democracia”.
La primera vuelta de la investidura, el pasado viernes, terminó con el mismo resultado de este martes: Aragonès quedó lejos de la necesaria mayoría absoluta: 42 votos a favor (ERC y CUP), 61 en contra (PSC, Vox, En Comú Podem, Ciudadanos y PPC) y 32 abstenciones de Junts.
El otro gran recelo, según informa El País, es el que provoca en ERC que Junts quiera atar las acciones de los republicanos en Madrid. Los de Laura Borràs han trasladado a sus exsocios de Gobierno que quieren que el acuerdo con ERC incluya también la coordinación del independentismo en el Congreso de los Diputados. Los posconvergentes quieren influir en lo que voten Gabriel Rufián y los suyos, socios del Gobierno.
Lo cierto es que los republicanos no están por la labor de aceptar esa condición justo cuando la reanudación de la mesa de diálogo entre Moncloa y Generalitat está a la espera de que haya nuevo Ejecutivo.. La portavoz de Junts, Elsa Artadi, ha reconocido “avances” pero ha asegurado que espera “un giro” en el discurso del candidato. ERC, no obstante, ve el previsible fracaso de la investidura de Aragonès como “una oportunidad perdida”.
La ejecutiva de Junts acordó este lunes la abstención, lo que dejará bloqueada la formación de un nuevo ‘Govern’. “Desafortunadamente, no tenemos un acuerdo de investidura y eso nos impide dar un paso adelante”, explicó Artadi. Los posconvergentes, no obstante, son relativamente optimistas: “Estamos seguros de que llegaremos al acuerdo que el país necesita. En los próximos días podremos cerrar un acuerdo de legislatura sólido para tener un gobierno fuerte y estable, que pueda hacer frente a las emergencias y dar recorrido a la legislatura del 52%”, zanjó la portavoz de Junts.
En la votación de este martes, a Aragonès le bastaba la mayoría simple para ser investido, es decir, más votos a favor que en contra. Pese a que ERC superó a Junts como principal partido independentista el pasado 14 de febrero, los postconvergentes acusan a los republicanos de imponer cargos y políticas en el Gobierno que quieren conformar, algo que no asumen pues apenas les separa un escaño (33 de ERC por los 32 de Junts).