Salamanca retira el medallón de Franco de la Plaza Mayor 80 años después
Ya era hora.
Ya era hora. 80 años después, el medallón del dictador Francisco Franco desaparecerá de la plaza Mayor de Salamanca.
La lucha de diversos colectivos en favor de la Memoria Histórica ha logrado que el medallón labrado en 1937 por Damián Villar en la característica piedra arenisca de Villamayor, abandonen este emblemático lugar de la capital salmantina.
La supresión del medallón consistirá en la extracción del sillar de piedra donde se encuentra labrado, con un peso aproximado de media tonelada, y su sustitución por otra en el denominado Pabellón Real del ágora, de 80 metros y denominado así por la alineación de los medallones de los reyes de España desde Alfonso XI a Felipe V.
Una vez retirado, será trasladado al museo de arte contemporáneo de Salamanca, el Domus Artium 2002 (DA2), inaugurado en 2002 cuando la capital compartió con Brujas (Bélgica) la distinción de Ciudad Europea de la Cultura.
Fue a principios de noviembre de 1936 cuando se propuso erigir un busto a Franco en Salamanca, la ciudad que por aquel momento era residencia oficial del caudillo, y al final se decidió que fuera un medallón, inaugurado el 1 de octubre de 1937.
En 2007, cuando el Gobierno que presidía José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) aprobó la conocida como Ley de la Memoria Histórica, se relanzaron las voces que pedían la desaparición de ese tributo en piedra.
Primero fue el PSOE en el Ayuntamiento y después, en 2014, un abogado salmantino y antiguo dirigente de IU en esta provincia, Gorka Esparza, llevó el asunto a los tribunales, quienes pidieron un dictamen a la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y León que determinara si el medallón tenía valor artístico suficiente para mantenerlo.
En marzo de este año, la comisión autorizó su supresión y de forma inmediata el Ayuntamiento cumplió con esta orden administrativa.