"La justificación del ataque de Rusia es desmilitarizar Ucrania"
La analista Mira Milosevich cree que estamos ante una "operación relámpago", dada la superioridad militar rusa, ante el que Occidente quizá puede no organizarse a tiempo.
Mira Milosevich-Juaristi, la investigadora principal del Real Instituto Elcano para Rusia y Eurasia, explica este jueves, día en que ha comenzado la invasión rusa de Ucrania, que la pretensión del Kremlin con este paso es “hacer que se cumplan las exigencias que planteó ya a la OTAN y a Estados Unidos en materia de seguridad el 17 de diciembre”, un catálogo de condiciones que supone un rediseño de la situación en el continente europeo y que es su postura ante la ampliación de la Alianza Atlántica al este. “Su meta es que Ucrania no entre en la OTAN, que era su principal exigencia, y el fin de la asistencia militar occidental a Ucrania”, precisa.
A su entender, es significativa la referencia del discurso de Putin de la pasada noche a la “desmilitarización” del que fuera país soviético. “Putin quiere que se cumplan los Acuerdos de Minsk 2, firmados en febrero de 2015, que contemplan una amplia autonomía para la región del Donbás”, indica. Por ejemplo, el texto -firmado a cuatro bandas entre Kiev, Moscú, París y Berlín, el llamado Cuarteto de Normandía- plantea una reforma constitucional en Ucrania que contemple la descentralización como un elemento clave (incluyendo una referencia a las especificidades de ciertas áreas en las regiones de Donetsk y Lugansk, acordadas con los representantes de estas áreas).
Para la autora de Breve historia de la Revolución rusa, vistas las actuales circunstancias y que “los ataques rusos van más allá estrictamente del Donbás, con bombardeos en Mariupol u Odessa, que no forman parte exactamente de la zona”, lo que ocurre es que Rusia tiene por objetivo “unir las zonas del Donbás y Crimea -zona ucraniana anexionada por Moscú en 2014-, crear un corredor y obligar así a Ucrania a renunciar a su derecho a ser socio de la OTAN”. “Desea humillar a Ucrania, que se rinda e imponer sus condiciones de paz”, remacha. “Rusia lleva siete siglos anteponiendo la supervivencia a la prosperidad”, ahonda.
El hecho de que la ofensiva vaya más allá de la zona donde los rebeldes prorrusos han autoproclamado sus repúblicas, las de Donetsk y Lugansk, hace pensar a algunos analistas en un empeño en ir a por toda Ucrania, en derrocar al Gobierno prooccidental que hay actualmente, con Volodímir Zelenski al frente. Pero a juicio de la analista, “los acuerdos de Minsk contemplan ya tanta autonomía para esta región que tendría una alta capacidad de influir en la política exterior de Ucrania” y por tanto, “si se cumplen estos acuerdos y hay una amplia autonomía, no sería necesario ni cambiar de Gobierno”.
Zelenski, además, está en una “situación muy frágil”, por una “muy compleja situación interna”, así que afronta el ataque iniciado anoche “como un pegamento, si podemos usar esta palabra, una oportunidad de unidad contra el enemigo”.
Tras semanas en las que se ha intentado evitar esta escalada por la vía diplomática, toda echar la vista atrás. Mira Milosevich sostiene que, aún a riesgo de equivocarse, cree que Rusia “intentó negociar” de veras con distintos interlocutores, “aún mientras seguía amenazando de que iba a usar la fuerza y planteando sus condiciones”. Sin embargo, una vez que ha empezado la guerra, cree que Putin “la va a hacer, hasta que no se cumplan estas condiciones”. “Puede llegar hasta a la ciudad más occidental de Ucrania”, incluso.
“Una guerra siempre es imprevisible, hay una gran incertidumbre. Lo único que sabemos es que hay una superioridad militar convencional enorme de Rusia, en comparación con Ucrania. Si está Ucrania sola, defendiéndose de Rusia, me temo que será derrotada. Aprecio mucho la moral alta de los ciudadanos, pero hablamos de la segunda potencia milita del mundo”, constata.
Sobre el papel de los llamados aliados (la OTAN como paraguas para EEUU, Reino Unido y la UE), no es muy optimista. Entiende que pueden “intensificar” lo hecho hasta ahora: “primero, dar apoyo verbal. Segundo, condena a las acciones de Rusia e imposición de sanciones económicas cada vez más severas. Y tercero, armarlos y ayudar a sus militares a estar formados”.
Del envío de tropas occidentales a la zona no hablamos porque, recuerda, “la OTAN no puede entrar porque Ucrania no es uno de sus miembros″; esa es su aspiración, pero hoy sólo es un país colaborador, amigo. Estados Unidos ha dicho en reiteradas ocaciones que no va entrar tampoco. “Sería un conflicto entre potencias nucleares”, recuerda la experta. El resultado de esta guerra si Ucrania se defiende sola va a ser una derrota de este país, augura.
No habrá mucho más apoyo, por los condicionantes del conflicto, y a ello se suman los tiempos. Entiende que igual “no lo tenemos”, porque puede que se trate de una “operación relámpago”, dada la “superioridad militar enorme” de Rusia. Por tanto, se complica que haya una organización de sus adversarios para apoyar a Ucrania en tiempo.