Rusia abre corredores humanitarios para Kiev y otras ciudades ucranianas
Los dos altos el fuego previos para sacar a civiles del país han sido un desastre, violados por insistentes ataques de Moscú. Ucrania tacha de "inaceptable" que solo conduzcan a territorio ruso y bielorruso.
Tras dos intentos por evacuar a civiles durante los asedios rusos del fin de semana a las principales ciudades ucranianas pero fallidas, desde Moscú han cambiado la estrategia y han anunciado nuevos corredores humanitarios en Kiev, Mariúpol, Járkov y Sumi, según han informado las propias fuerzas armadas rusas a la Cruz Roja, la OSCE y la ONU. Sin embargo, este hecho tiene un problema que Ucrania no ve con buenos ojos: las vías sólo se abrirán hacia territorios dominados por Vladimir Putin, o sea, rusos, o aliados como Bielorrusia.
Hace unos días, tras la segunda ronda de negociaciones, la situación estaba más cercana, cuando los representantes de Rusia y Ucrania acordaron la creación de corredores humanitarios y un cese temporal de los ataques durante las evacuaciones.
Sin embargo, este lunes, el cruce de acusaciones entre ambos combatientes retrasa la salida de la población que se ha quedado atrapada en primera línea de batalla y en pésimas condiciones humanitarias. Más de 900 localidades ucranianas no disponen de luz, electricidad ni agua.
Por un lado, Rusia señala a Ucrania de usar a los civiles como escudo humano y de incumplir la condición del alto al fuego. La parte rusa había informado a los organismos especializados de la ONU, de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que está abriendo esos corredores humanitarios en Ucrania, según informó este lunes el centro de Coordinación para la Respuesta Humanitaria Interinstitucional.
Sin embargo, el Ejército ruso ha acusado a Ucrania de incumplir el alto al fuego con hasta 172 bombardeos de fuego de artillería pesada, así como de “no cumplir ni una sola condición” para la creación de los seis corredores humanitarios. Cabe destacar que mientras se producen estas evacuaciones, las tropas rusas no han dejado de avanzar en la toma de otras ciudades, tanto del norte como del sur del país.
El control de la evacuación se ejerce con la ayuda de drones rusos. “Es por eso que advertimos que todos los intentos de la parte ucraniana de engañar a Rusia y a todo el mundo civilizado de que la operación humanitaria se interrumpe supuestamente por culpa de la Federación Rusa son inútiles y sin sentido esta vez”, han asegurado las autoridades rusas.
Según las fuerzas armadas rusas, se ha abierto un corredor desde Kiev, que pasa por las ciudades de Gostomel, llegando hasta Chernóbil y la localidad bielorrusa de Gden (Bielorrusia), Gomel, también en Bielorrusia. Finalmente, se realizará la posterior entrega de los desplazados por vía aérea a la Federación Rusa, uno de los puntos de fricción para las autoridades ucranianas.
Desde Mariúpol, la salida se realiza por dos vías. La primera ruta es desde Mariupol hasta Rostov del Don, ya en Rusia, para luego por transporte aéreo, ferroviario y por carretera seguir a destinos seleccionados o puntos de alojamiento temporal. La segunda iría desde Mariúpol hasta Mangush, en la cuenca del Donetsk.
La ruta de Jarkov llegaría hasta Belgorod, ya en la federación rusa, hasta llegar a los refugiados por transporte aéreo, ferroviario y por carretera a destinos seleccionados o puntos de alojamiento temporal; mientras que desde Sumi saldrían dos rutas: la primera hasta Belgorod y la segunda hasta Poltava.
Por su parte, el Gobierno ucraniano ha rechazado la propuesta rusa y la ha tachado de “inaceptable” por dirigir a la población hacia sus territorios. Además, el presidente Volodimir Zelenski ha denunciado que, con los ataques a civiles, Moscú pretende sembrar el pánico y avanzar posiciones mientras que el ejército se centra en proteger a los no combatientes.
“En dos ocasiones los rusos bloquearon la apertura de los corredores humanitarios bombardeando la ruta de los convoyes”, ha escrito en su cuenta de Telegram la viceprimera ministra y ministra para la Reintegración de los Territorios Temporalmente Ocupados, Iryna Vereshchuk. “Ahora los rusos dicen que pueden abrir los corredores, pero quieren que los civiles se vayan al territorio ruso, lo cual es absurdo, cínico e inaceptable”, ha subrayado.
“Ante la catastrófica situación humanitaria y su fuerte agravamiento en las ciudades de Kiev, Járkov, Sumi y Mariúpol”, se recoge en el comunicado de las fuerzas armadas, publicado por las agencias rusas, “las Fuerzas Armadas con fines humanitarios a partir de las 10.00 horas del 7 de marzo de 2022 anuncian un ‘régimen de silencio’ y abren corredores humanitarios”.
En medio de esta situación, los más vulnerables son los más perjudicados. Según estiman las Naciones Unidas, al menos 400 civiles habrían fallecido desde el inicio de la invasión. Además, Save The Children ha lamentado la muerte de dos niños que intentaban escapar este domingo de Irpin. “Estas muertes sin sentido son el precio brutal del conflicto”, ha lamentado la directora de Save the Children para la región, Irina Saghoyan.
Hasta la fecha, más de 1,7 millones de personas han huido de Ucrania desde que comenzó la ofensiva militar rusa el 24 de febrero, según datos de Naciones Unidas, que ha confirmado este lunes la llegada de más de un millón de refugiados sólo a Polonia.
Por su parte, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha apuntado este lunes que la invasión rusa de Ucrania puede provocar que hasta cinco millones de refugiados ucranianos lleguen al bloque europeo. “Si los bombardeos siguen de esta forma. Si continúan los bombardeos a ciudades de forma indiscriminada, podemos esperar 5 millones de refugiados”, ha asegurado el jefe de la diplomacia comunitaria.
Las tropas rusas han intensificado su asedio a las principales ciudades clave del país, antes de que comenzara la tercera ronda de negociaciones entre ambas delegaciones. Los bombardeos se han recrudecido en Járkov, en la capital y en localidades cercanas a ambas. En la segunda mayor ciudad de Ucrania se han registrado explosiones en edificios residenciales cerca del Servicio de Aplicación de la Ley Militar de las Fuerzas Armadas de Ucrania y sus alrededores, contra un policlínico del Ministerio del Interior y la torre de televisión.
Debido a las bombas, incendios a gran escala envolvieron 21 edificios en la parte central de la ciudad: 11 edificios fueron destruidos total o parcialmente. El fuego también afectó a una escuela de música, edificios residenciales, dormitorios de estudiantes y un centro médico. Al menos ocho personas fallecieron en los bombardeos y unas 200 personas fueron rescatadas.
No obstante, los ataques aéreos también han tenido como objetivo el frente sur, con una Mariúpol que continúa completamente asediada y en la que han bombardeado la sede de la oficina de la Organización para la Seguridad y la Cooperación de Europa (OSCE).
Sin embargo, aunque Kiev se prepara para uno de los asedios más intensos desde el inicio del conflicto, todos los ojos están puestos en Odesa, el mayor puerto de Ucrania. Los bombardeos han llegado al pueblo de Tuzla, cercano a esta ciudad portuaria, clave para el control del mar Negro. Las autoridades ucranianas anunciaron horas antes que Rusia se está preparando para lanzar un ataque aéreo sobre Odesa. También se ha avistado fuego de artillería pesada sobre la urbe de Mykolaiv, el siguiente paso por vía terrestre hacia Odesa, después de la conquista rusa de Jersón.
Importantes avances en el frente norte
Durante los últimos días, el cambio de estrategia del Ejército ruso pasaba por lograr conectar el frente que avanza desde el Donbás con el que salió de Crimea, primero con la toma de Jersón y Berdiansk, además del asedio de Mariúpol. No obstante, tras esta madrugada se han realizado importantes avances en el norte, en los alrededores de Kiev y de Járkov.
No dejan de llegar informaciones de que las fuerzas rusas están concentrando tropas en los inmediaciones de Kiev. La clave de este proceso radica en las localidades cercanas, con el foco puesto en Irpín y Bucha, pero también desde el frente oriental en el norte, es decir, a través de Brovarsky y Borispil, lo que supone controlar las ciudades de Chernígov y Sumi. De momento, se desconoce la localización exacta del enorme convoy militar ruso que se dirigía a Kiev y que ha sufrido importantes problemas logísticos y de suministro en los últimos días.
Además, los alrededores de Sumi también han sido objeto de constantes bombardeos por parte de Rusia. En Ojtirka, población de dicha región, la comunidad de la ciudad alerta de que “se ha convertido en rehén de la agresión rusa” con víctimas mortales en los ataques y que están “completamente sin calefacción y electricidad. De acuerdo con las autoridades, una central termoeléctrica quedó destruida y aviones rusos también bombardearon almacenes con alimentos, materiales de construcción y estacionamientos para camiones de combustible.
Una nueva oportunidad para el alto al fuego
La tercera ronda de negociaciones ha comenzado a partir de las 15.00 horas hora española. Como en los anteriores encuentros, las pretensiones de cada delegación son las mismas. Ucrania quiere que se negocie un alto al fuego para poder continuar con las conversaciones diplomáticas, en un contexto en el que Rusia no deja de bombardear y avanzar en el intento de hacerse con el control de más ciudades, tanto en el frente norte como en el sur. Rusia sigue solicitando el reconocimiento de la península de Crimea, anexionada ilegalmente en 2014.
Con este telón de fondo, Turquía ha anunciado que albergará el primer encuentro diplomático al más alto nivel desde que comenzó el conflicto. El ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, ha anunciado que el país acogerá una reunión tripartita con los ministros de Exteriores de Rusia y Ucrania, Sergei Lavrov y Dmytro Kuleba, respectivamente.
Esta esperanzadora noticia se produce el mismo día en que el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, ha revelado que China ya está mediando entre ambas partes. Se trata de una cuestión de especial relevancia, puesto que el papel del Ejecutivo chino respecto de la invasión rusa -que todavía no reconoce- ha sido ambiguo y cauteloso.