Rufián, ante la moción de censura de Vox: "El debate va a ser salvaje"
El portavoz de ERC en el Congreso llama "miserable" al PP por "traficar con la vida de la gente" a propósito de la gestión de la pandemia
“Es una mala noticia para el parlamentarismo, el debate va a ser salvaje”. El portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, ha acudido esta mañana a La Hora de la 1 y se ha mostrado preocupado ante la moción de censura que Vox va a llevar a la Cámara Baja, que se celebrará los días 21 y 22 de este mes. Entiende que no es ”útil”, sino “una estrategia de la extrema derecha de traficar con este virus, con la vida de la gente” para “echarle a la cabeza al Gobierno y a otros grupos este virus”. El PP, denuncia, se va a ver “arrastrado” por el discurso y el tono de Vox, así que espera que “eleve el tono”.
Rufián insiste en que esta moción es más contra Pablo Casado, líder popular, que contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (PSOE) o su vicepresidente, Pablo Iglesias (UP). Le hará más daño, sostiene, porque Vox tiene por estrategia “fagocitar al PP”.
Ante la pregunta de si hay que ilegalizar a la formación de Santiago Abascal, sostiene tajante que no. “El fascismo no es una idea democrática más, es la antidemocracia. Dicho esto, queremos ganar a Abascal y a Casado y compañía, también a Ciudadanos (...), con su estrategia más cool, más fina. Nosotros queremos ganar a esta gente en las urnas, que es como se gana a esta gente”.
Sobre la pandemia de coronavirus, Rufián siempre mantenía que no había nadie en un despacho pensando en cómo perjudicar a la gente, pero reconoce que fue al inicio de la crisis y que ahora ya no lo piensa. Y lo dice respecto a Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad por el PP. AHora entiende que sí se trata de beneficiar políticamente del coronavirus, algo que califica de “bastante miserable”. “Están traficando con la vida de la gente”, remacha.
Tras la visita, la semana pasada, del rey Felipe a Barcelona y las protestas que le dieron la bienvenida, Rufián explica que “guste más o menos, al menos hay un consenso de votar sobre la monarquía” en Cataluña y que, se sea o no independiente, “hoy en día la presencia del rey en Cataluña radicaliza y provoca una provocación en mucha gente”. recuerda que incluso muchos monárquicos se sienten “abandonados” si oyen a Felipe VI decir “que los palos del 1-0 están bien dados”.
A su entender, a la Casa Real no le perjudica el debate actual de declaraciones o tuits cruzados. “Lo que realmente perjudica son los negocios de Juan Carlos con los sátrapas saudís y su fuga, no un tuit de Pablo Iglesias o Alberto Garzón”, sostiene. Habla de “burbuja mediática” para “tapar la fuga de este señor”.
Ante la negociación de los presupuestos generales con el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos, afirma que sería “irresponsable” con “la que está cayendo” no escuchar o hablar para sacarlos adelante, pero insiste en que su formación es “incompatible” con Ciudadanos, fuerza con la que también está en contactos Sánchez. “Por muchas cosas: porque están con Ayuso en Madrid, con Vox en Andalucía. No vamos a participar en la ‘Operación Salvar al Soldado Ciudadanos’”, insiste. En realidad, abunda, Cs es “incompatible con la izquierda”, y recuerda que la mesa de diálogo entre Madrid y Cataluña impulsada por ERC es denostada por los de Inés Arrimadas como “la mesa de la vergüenza”. “Definitivamente, somos bastante incompatibles”, remarca.
Augura “firmeza” por parte de Unidas Podemos, confía en ella, para poder “preservar” el espíritu de la mayoría que sacó a Mariano Rajoy de La Moncloa, frente a la introducción de Cs, que sería “muy nociva”. Sobre la ausencia de filtraciones y de papeles a estas alturas de la negociación, el portavoz de ERC sostiene que es mejor seguir siendo discretos. “Es prudente no taquigrafiar las negociaciones si realmente quieres que salga algo. Creo que es de primero de política”, señala.
Sobre la mesa de diálogo, Rufián reconoce que le gustaría que se reuniera antes de las elecciones catalanas (se ha barajado la fecha del 14 de febrero, tras la salida del president Quim Torra), pero reconoce que es complicado, que “todo el mundo tiene su tiempo”, pero que hay que profundizar más en ella, más allá de la foto “pedagógica” de arranque.
Ante las elecciones y la división de Junts y PdCat, dice que les desea “lo mejor” y que es posible que el divorcio divida el voto, pero que la derecha suele ser “bastante granítica” para afrontar estos retos. Vox, dice, entrará seguro en el Parlament, “cogerán voto del PP y también de Cs, y de gente abstencionista que a lo mejor lleva 40 años sin votar, por razones obvias”. Frente a quienes creen, en Cataluña, que “el fascismo es cosa de españoles”, está este ejemplo. “Los vamos a tener enfrente”, augura.
Lo que no ve es un pacto ERC-PSC. “El papel de alguien como Iceta ha provocado que haya mucha distancia”, afirma, así que no hay cercanía por ninguna de las dos partes. Pero insiste en que una cosa es eso, en Cataluña, u otra su acercamiento a Sánchez en Madrid para acabar “con un agujero económico” que no se ve desde los años 80 del pasado siglo. “La gente no come banderas. Ni curan, ni alimentan, ni consuelan; sean las que sean”, zanja.
Finalmente, sobre el proceso de indultos a los políticos presos por el procés, recuerda que es un trámite obligado y que es “una buena noticia” que se hable de política, tras un “tiempo oscuro” en que a la gente se le amenazaba. Y aplaude los cambios en el código penal para acabar con la sedición. “Hablamos de un delito que no existe en el resto de Europa y ya viene siendo hora de que desaparezca de España”, concluye.