Rodrigo Rato obtiene el tercer grado
Este martes fue absuelto en el juicio por la salida a bolsa de Bankia.
El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional ha concedido este jueves la progresión al tercer grado al expresidente de Bankia Rodrigo Rato después de su absolución este martes en el juicio por la salida a bolsa de la entidad. Rato podrá salir de la cárcel mediante control telemático.
En un auto, el magistrado José Luis Castro señala que la Junta de Tratamiento de la cárcel de Madrid V ha propuesto por mayoría la progresión del interno al tercer grado, al entender que está capacitado para seguir cumpliendo su condena en un régimen de semilibertad.
El juez concluye que se dan “las circunstancias y variables” que le hacen merecedor del tercer grado, debiendo unir a ello su avanzada edad, 71 años, que le permitiría, si se dan los requisitos legales, obtener la libertad condicional por esta causa, así como por las enfermedades coronarias que padece.
Entre los factores positivos para la concesión del tercer grado, el juez incluye el hecho de que Rato ha venido disfrutando de permisos de salida sin incidencia negativa alguna. Añade que en atención a la actividad profesional y edad se señala un pronóstico de reincidencia bajo. Indica asimismo que el exvicepresidente ha asumido la responsabilidad pecuniaria derivada de su condena para el conocido como caso de las ‘tarjetas black’ (en el que fue condenado a 4 años y medio de cárcel), en cuya ejecutoria abonó tanto la multa como la responsabilidad civil directa y subsidiaria.
Además, el juez explica que la asunción de responsabilidad por parte del penado va más allá del pago de la responsabilidad civil y, en tal sentido, ha pedido perdón de forma voluntaria, pública y notoria antes de su inmediato ingreso en prisión.
Pendiente de la sentencia para la semilibertad
Rato, que fue vicepresidente del Gobierno español y ministro de Economía, era uno de los 34 acusados de un delito de estafa a inversores y falsedad contable por una supuesta manipulación de las cuentas de Bankia para su salida a bolsa, por el que la fiscalía pedía para él ocho años y medio de prisión.
Sin embargo, desde octubre de 2018 cumple una pena de cuatro años y medio de cárcel por el uso indebido de tarjetas de crédito de Caja Madrid, una de las siete entidades financieras que conformaron Bankia y que él presidía.
Pese a que desde diciembre pasado podía haber accedido a ese régimen de semilibertad, este beneficio le ha sido denegado hasta ahora con el argumento de que aún estaba pendiente de la sentencia por la salida a bolsa de Bankia.
En España, la “semilibertad”, por lo general, se suele conceder a los reos que hayan cumplido al menos un cuarto de su condena, aunque también puede decretarse a tenor de otros aspectos como la personalidad, el historial individual, familiar o social del interno, la duración de las penas o el medio al que retorna.