Rivera, trece años de vida política
Pablo Casado, Óscar Puente o Isa Serra no han tardado en dar su opinión tras su anuncio de dimisión.
Albert Rivera cumplirá cuarenta años este viernes y lo hará fuera de la vida política, en la que entró en 2006 al frente de Ciudadanos y con un escaño en el Parlament de Cataluña.
Rivera, que ha anunciado este lunes que dimite como presidente de la formación naranja y deja la política tras la debacle electoral, nació en 1979 en Granollers (Barcelona), de padre catalán y madre andaluza.
Es licenciado y máster en Derecho por ESADE (Ramón Llull) y doctorando en Derecho Constitucional en la Universidad Autónoma de Barcelona y, como abogado, trabajó en los servicios jurídicos de una caja de ahorros catalana entre 2002 y 2006.
Ese año, el 9 de julio, fue designado presidente de Ciudadanos durante la celebración del congreso fundacional del partido y, apenas cuatro meses después, era elegido diputado en la cámara autonómica catalana.
Su desnudo en un cartel electoral con el lema “Sólo nos importan las personas” proyectó su imagen a nivel nacional, pero los primeros años se centró en la política catalana, con un discurso de defensa del bilingüismo y de rechazo al soberanismo y la corrupción.
Rivera fue reelegido presidente de Ciudadanos en 2007, 2011 y 2017 -en esta última ocasión en unas primarias abiertas a las bases a las que concurrieron otros dos aspirantes- y revalidó su escaño autonómico en 2010, 2012 y 2015.
El salto a la política nacional llegó en las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015. Ciudadanos, con 40 escaños, se convirtió en la cuarta fuerza política a nivel nacional y, junto a Podemos, el otro partido emergente, en uno de los artífices del fin del bipartidismo español.
Llegó a firmar entonces un fallido acuerdo con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez. En las siguientes elecciones, en junio de 2016, perdió ocho escaños, pero retomó su papel negociador y suscribió con el PP un acuerdo para la investidura de Mariano Rajoy con el título “150 compromisos para mejorar España”.
La legislatura estuvo marcada por el referéndum ilegal del 1-O y la activación del artículo 155 en Cataluña. Ciudadanos, con Rivera a la cabeza, lo apoyó, pero meses después dio por roto el acuerdo con el Ejecutivo al considerar que no estaba aplicando la Constitución como debía hacerse.
Ya con Pedro Sánchez en La Moncloa, la situación en Cataluña llevó a Ciudadanos a unirse al PP y a Vox en una multitudinaria manifestación en Madrid para reclamar elecciones, una concentración en la plaza de Colón que dejó para la historia la primera imagen de Rivera junto a Pablo Casado y Santiago Abascal.
Su negativa a sentarse a hablar con Sánchez tras las elecciones del pasado mes de abril y los sucesivos pactos de gobierno apoyados por Vox en municipios y comunidades autónomas abrieron una crisis en Ciudadanos, que vio como dimitían varios de sus dirigentes.
Rivera levantó el veto a Sánchez antes del 10-N, pero su electorado ya se había alejado y este domingo su formación quedó con 10 diputados, tras perder 47 escaños y 2,6 millones de votos.
Conocido por sus amigos como Tito, tiene una hija que vive en Barcelona y es pareja de la cantante Malú. Al anunciar su abandono de la política ha anunciado su intención de ser mejor pareja, mejor padre y mejor hijo.
Las reacciones a la marcha de Rivera no se han hecho esperar. El primero en expresarse ha sido el portavoz de la Ejecutiva nacional del PSOE, Óscar Puente, quien ha sostenido que con la marcha de Albert Rivera de Ciudadanos “se va el mayor irresponsable de este país”, “un ególatra patológico que ya ha pasado a la historia por su torpeza”.
El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, cree que Ciudadanos ha llegado a colocarse a punto de la disolución tras haber “unido su futuro a la derecha y la extrema derecha”.
El coordinador federal de IU, Alberto Garzón, ha considerado que Rivera ha dimitido como presidente de Cs porque “ha dado alas a la extrema derecha neoliberal” y lo considera responsable del crecimiento de Vox.
La número uno de JxCat al Congreso, Laura Borràs, ha considerado que Ciudadanos nació “con la única voluntad de destruir todo lo que tenga que ver con Cataluña o con sus instituciones” y ha acabado “destruido”.
Por su parte, el europarlamentario de Ciudadanos y expresidente del PP balear, José Ramón Bauzá, ha afirmado este lunes que Albert Rivera “habría sido un grandísimo presidente del Gobierno”.
El portavoz de Ciudadanos en Les Corts Valencianes, Toni Cantó, ha afirmado que Rivera, a quien se ha referido como “un gran amigo”, ha dado “una lección de responsabilidad política y de honestidad” al dimitir tras los malos resultados de estas elecciones generales.
El vicepresidente de Andalucía, Juan Marín, uno de los barones de Ciudadanos, ha dicho que ha despedido al “mejor presidente” que puede tener su partido y que le hubiera gustado que Rivera siguiera al frente pese al desastre de este domingo, y ha hecho hincapié en que ahora toca “rehacerse”.