Hasta las narices de los partidos tradicionales: llega la 'revuelta de la España diversa'
Las plataformas se organizan frente a los partidos cuando se cumplen dos años de la primera revuelta de la España vaciada.
El próximo miércoles, 31 de marzo, ante el Congreso de los Diputados repicarán las campanas de los Hermanos Portilla, traídas desde Santander. Simbolizan las voces de millones de gente, harta o hasta “los huevos”, como diría Federico Trillo, que acaba de reaparecer. Se cumplen dos años de la primera revuelta de la España vaciada, que ahora ya es una España diversa, como puntualiza Tomas Guitarte, el diputado de Teruel Existe. Aquella movilización llevó al Congreso y al Senado a la primera plataforma ciudadana de la democracia. Entonces eran 80 organizaciones, ahora son más de 160. La última gran movida ha sido la de Jaén, en febrero, con Jaén Merece Más.
La ciudadanía, la gente de la España diversa —no solo rural— y el tercer sector —ni público ni privado— se organizan frente a una clase política para la que se han agotado los calificativos. Con la vacunación a paso de tortuga, la pandemia a las puertas de la cuarta ola y millones de hogares asfixiados porque no llegan a final de mes, los partidos y sus dirigentes se enzarzan en elecciones y mociones de censura que solo son una lucha por el poder y sus intereses partidistas y personales.
Ya no se espera nada o casi nada de ellos. Manuela Carmena (ex alcaldesa de Madrid), Tomás Guitarte (Teruel Existe) Juan Manuel Camacho (Jaén Merece Más) y Toño Saz (del grupo E20 que agrupa a 30 miembros de estas plataformas y las coordina) explican por qué hay esperanza. En serio, lo creen. Van al grano, rodean a la clase política y actúan. Son conscientes de los riesgos que la forma de hacer política de los partidos hoy, que alimenta a los extremos, es muy peligroso.
Las plataformas ciudadanas ya lo intentaron. Tras la crisis económica del 2008, con los movimientos del 15-M en el 2011 y el nacimiento de organizaciones que evitaron la palabra partido en sus nombres —caso de Ciudadanos y Podemos—, hubo esperanza en otra forma de hacer y regenerar. Pero el resultado de ambos experimentos ahí está.
Manuela Carmena, la exalcaldesa de Madrid —que, pese a ganar las elecciones, no fue reelegida por la división de la izquierda, propiciada por Podemos— mantiene la fe. “Cuando llega el momento de acudir a las elecciones, las plataformas sirven y es un movimiento vivo. Creo en ellas, por supuesto. Que los partidos generen plataformas fue lo que yo intenté hacer, aunque es verdad que con mala fortuna. Aún estamos a tiempo y el hecho de que en Madrid pueda ganar la derecha y la extrema derecha, va a ser un revulsivo, va a impulsar a este movimiento”. Defiende que la reacción ante un posible triunfo de la extrema derecha del PP de Isabel Díaz Ayuso y Vox, será lo que movilice a la gente, como ha pasado con Donald Trump en EEUU, que ha traído al presidente Joe Biden.
Carmena critica la ausencia de transversalidad en los partidos, pero con cuidado. Puntualiza bien claro, porque estamos en esos días en que Toni Cantó, el tránsfuga por excelencia, se pasea por las televisiones explicando lo inexplicable. “La transversalidad no me parece tan grave, siempre que se haga por razones de objetivo político, no por razones económicas”, aclara la exalcaldesa. “Es lo que sucede ahora, que cuando a tu partido le hacen un ERTE tú saltas de esa organización para seguir cobrando el sueldo. Hablo de otra cosa bien distinta. Para que se entienda, en mi juventud, cuando era del Partido Comunista, ellos no representaban los intereses feministas. Por eso entré a militar en el Movimiento de Liberación de la Mujer. Pues ahora sería interesante que se permitiera en los partidos la militancia —palabra que me espanta siempre por lo de militar— en el partido y en una plataforma ciudadana ¿por qué no?”.
La jueza está convencida de que esta posibilidad llegará más pronto que tarde y sigue con interés los acontecimientos que cree le darán la razón. “Ahora, cuando se habla del Partido Popular, se está hablando de una organización que puede acabar disuelta como partido político por organización criminal. Hay una alternativa y es que los partidos se plataformicen `(palabro) o que haya doble asociacionismo”.
A Manuel Carmena, que sigue a pie de tele cada sesión plenaria de los miércoles, el marco actual del Parlamento le resulta “ridículo” por lo poco operativo. “Esas sesiones de control, donde se hace una pregunta —que a veces parece interesante— y el presidente se ve interpelado y responde corto porque sabe que se tiene que reservar el tiempo para el chaparrón que le va a caer en la segunda intervención, que no tiene nada que ver con la pregunta inicial, es ridículo. ¿Qué funcionamiento es ese?”, se pregunta.
La saturación y hartazgo recuperará al plataformismo. Ella tiene fe en los movimientos que van a incluir al tercer sector, ese cajón de sastre tan amplio que no es ni el sector público ni el privado, donde caben ONG y otros movimientos urbanos, rurales o de jubilados. Sus esperanzas se mantienen firmes porque hace poco tiempo, cuando al dejar la alcaldía montó El ovillo de lana, “vimos que hay muchos ovillos de lana por ahí dispuestos”. Es consciente de las dificultades enormes que una plataforma tiene para llegar al Congreso, pero la experiencia de Teruel Existe es una muestra de que se puede lograr. “Teruel Existe lo logró, porque tenía y tiene un objetivo claro. Y habrá más”.
La fórmula utilizada por esa formación —una agrupación de electores— “sigue vigente, por supuesto. Y creciendo. Cuando el miércoles 31 de marzo estemos ante el Congreso de los Diputados, seremos más de 160 plataformas representadas. Empezamos solo los movimientos de Teruel y Soria, llegamos al Congreso (2019) con 80 plataformas. Hemos doblado, pero el sistema solo nos permite las agrupaciones de electores y eso es un camino muy difícil”, explica Tomás Guitarte, el diputado de Teruel Existe, la primera en entrar en el Congreso y el Senado: un diputado, el propio Guitarte, y dos senadores. “Nosotros para poder presentarnos, teníamos que tener el apoyo del 1% del censo, mientras que un partido político que se funde de nuevo solo necesita el 0,1%”, aclara Guitarte.
Por eso, tienen intención “de presentar una iniciativa política para ampliar, que las agrupaciones de electores sean como los partidos. Tenemos que hacerlo, aunque los partidos nos vayan a trabar, pero que no puedan decir que nadie lo intentó. Ahora el sistema prima que la participación de ciudadanos se canalice por los partidos políticos, que son muy piramidales”.
¿Los partidos son organizaciones enfermas? “Yo no me atrevo a decir si los partidos son organizaciones enfermas. No he estado dentro de ninguno, pero sí que son organizaciones que corren ya el riesgo de alejarse de la sociedad y que pierden el contacto con las preocupaciones reales de la gente”, responde el diputado por Teruel, que durante los dos años que lleva en el Congreso, ha sufrido en carne propia las formas de hacer de los hooligans de la Cámara.
“Me han sorprendido las palabras gruesas, rayando el insulto. Soy incapaz de esos ataques viscerales, que compiten en ser graciosos, sagaces para buscar la expresión que más te hiere… es increíble. Más con esa fragmentación que hay en la vida política que luego obliga a negociar todo. Están consiguiendo crispar esta sociedad, favoreciendo los extremos, polarizando, enfatizando todos los extremos y los hacen poniendo sus intereses partidistas por delante de la ciudadanía. No se valora el bien de la sociedad y la búsqueda de soluciones”, aunque reconoce que lo que se ve cada día es descorazonador, con señorías que piensan más en la mejor forma de lucirse verbalmente con los insultos que en trabajar en serio.
Como Manuel Carmena, Tomás Guitarte mantiene la esperanza, aunque es muy consciente del daño y la polarización que produce entre la gente la actitud tan agresiva de la clase política en su conjunto, especialmente en Madrid. Jaén es una de las razones que le hace mantener una actitud esperanzadora al arquitecto turolense. A finales de febrero, miles de personas jienenses, de la capital y de la provincia, se echaron a las carreteras para bloquear Despeñaperros. Ya no pueden gritar más.
“Nos ningunean, abandonan, menosprecian. Todo lo que se debate en el Gobierno central e incluso en la Junta está muy lejos de la ciudadanía”, clama Juan Manuel Camacho, miembro de Jaén Merece Mas, fundada en 2017, la última plataforma ciudadana que ha logrado colarse en los telediarios y en los medios, algo dificultoso fuera de las noticias del Gobierno central, la Comunidad de Madrid y Cataluña. “En Jaén hay sangría de paro, de despoblación, de abandono y de olvido institucional por parte de todos los Gobiernos. Nuestra tasa de paro es del 27%, pero tenemos Linares, la población con el índice de paro juvenil por encima del 50%. Lo del Plan Colce ha sido otra chispa. No podemos más”, lamenta.
El Plan Colce es un proyecto tecnológico de la base logística del Ejército. Para la capital que se adjudique significaría 350 millones de euros, 1.600 puestos de trabajo directos y mil indirectos. “Llevábamos un año preparándolo, Jaén tenía todas las posibilidades, y de pronto, con un mes que ha tenido Córdoba para prepararlo, parece que se lo lleva Córdoba ¿por qué? Exigimos transparencia”, asegura.
A Camacho le da igual que sea por el enchufe de Carmen Calvo, la vicepresidenta primera del Gobierno, cordobesa, que haya presionado a la ministra de Defensa, Margarita Robles. Eso de que es muy difícil presionar a Robles, ni aunque sea Carmen Calvo, a los jienenses les da igual. Esas cosas, chismes, son asuntos de la corte madrileña, tan lejos de sus vidas y de sus problemas.
Él no quiere hablar en detrimento de otras ciudades vecinas, pero lo de Córdoba dañando a Jaén es algo que se cuela en todos los medios locales, entre todos los vecinos. Las obras del AVE —las del de Granada hace dos años y ahora las de Almería— pasan por Córdoba, cuando “Jaén es la puerta natural a Andalucía”.
Les han quitado vías ferroviarias, infraestructuras, fábricas, proyectos y por eso se echan a la calle. “Esta plataforma es la sociedad civil sin siglas de ningún tipo. A Jaén nos ha abandonado la Junta, el Gobierno central. Da igual qué partido gobernase”.
La otra afrenta, entre tantas acumuladas durante décadas, son los fondos ITI (Inversión Territorial Integrada) procedentes de la Unión Europea. “Suponían 443 millones de euros: 220 tenía que ponerlos el Gobierno central —ni un euro ha soltado— y 223 la Junta, que ha puesto poco y más dirigido”, recuerda Juan Manuel Camacho. “Estaban ahí, parados. El Gobierno de Madrid no ha ha dado aún ni un euro de esos fondos, la Junta sí, pero dedicado a proyectos que nada tienen que ver con la inversión en desarrollo integral, el destino que les da Europa”, lamenta.
A todo esto se suma la noticia de que Córdoba tenía las papeletas para quedarse con el Plan Colce. “Aunque ni siquiera hay absoluta transparencia en el asunto. Nos da igual que algunos hablen del dedazo de Carmen Calvo. Nosotros solo pedimos transparencia”, insiste el portavoz de Jaén Merece Más. Estarán en Madrid, en la puerta del Congreso de los Diputados. Quizá alguien les oiga.
Que les escuchen es la esperanza de Antonio Saz, uno de los miembros de E20, la coordinadora de todos estos movimientos ciudadanos, las plataformas para ver si se preocupan de los problemas serios. “Pandemia, vacunas, llegar a fin de mes, establecimientos hosteleros rurales que cierran o una fábrica de 50 trabajadores que se va por ausencia de fibra óptica. Estos son nuestros problemas. Aquí no cabe la ideología política, cabe la solución de problemas. A fecha de hoy, sentimos a la administración y a los políticos tan distantes de la gente que la prueba es que cada vez somos más plataformas”, apunta.
“Pasamos de los políticos, vamos a hablar con las fuentes originales, por ejemplo con los de Reto Demográfico. Nos hemos hecho propositivos, llevamos los problemas de la España diversa a los despachos y esa posibilidad de cambio, ese 1% que se necesita del censo para que una plataforma pueda entrar en el Parlamento, no es una cuestión que nos preocupe. Hay dos vías, una echarse a la calle con las protestas y la otra, la de Teruel Existe. Se pueden combinar ambas fórmulas. No puede ser que se enfrente una España que avanza con una España de segundo nivel”, explica Toño Saz, sin perder un segundo el resuello.
Y mientras toda esta gente se prepara y se mueve, los políticos y sus partidos, en la capital siguen a los suyo. Cantó de plató en plató, Ayuso mohína con Casado por colocárselo; Iglesias dando vueltas y vueltas extrañas, disimulando su perplejidad, y Ángel Gabilondo asumiendo su sosería sensata. En la cámara continúan gritando.