Nadal, sobre la final de Roland Garros: "Preferiría perder si con eso recupero mi pie"
El tenista jugará este domingo la final por su 14º Roland Garros pendiente de las molestias en el pie izquierdo.
El español Rafael Nadal ha lamentado la lesión que obligó a retirarse al alemán Alexander Zverev en semifinales de Roland Garros, lo que le permitirá jugar la final del torneo por decimocuarta vez, pero ha asegurado que cambiaría ganar esa final por recuperar su malogrado pie izquierdo.
Nadal, que sufre una lesión crónica en ese pie y que en el pasado torneo de Roma comentó que le genera importantes dolores en su día a día aseguró que daría la final del próximo domingo por recuperarse de ese problema.
“Prefiero perder la final”, respondió a la pregunta de si cambiaría un nuevo título por curarse del pie.
“No tener el dolor que tengo a diario te cambia la vida. Un pie nuevo me permite ser más feliz día a día. Ganar es bonito, te llena de adrenalina momentánea, pero la vida es más importante que cualquier título”, dijo el español tras clasificarse para la final.
“Tras la carrera que he tenido, en la que me he esforzado para adaptarme a los problemas, tengo una vida por delante y me gustaría disfrutarla, ir a jugar deporte ‘amateur’ con mis amigos, por ejemplo. Ahora mismo, eso es una incógnita”, agregó.
Nadal reconoció que su partido contra Zverev era muy ajustado en el momento de la lesión y lo atribuyó a las difíciles condiciones, con mucha humedad, lo que hizo que la pista estuviera más lenta y sus golpes generaran menos daño en el rival, pero también al buen juego que desplegó el germano.
“Eran unas condiciones atípicas aquí. La pelota estaba pesada (...) Había que sufrir más para hacer daño, los golpes no creaban el efecto y la sensación de que el otro la puede fallar. Creo que podía haber hecho cosas mejor, pero no puedo reprocharme nada, he buscado soluciones”, indicó.
Nadal reconoció que en el inicio del segundo set sufrió un bajón físico, tras arrebatar en el tercer juego el servicio de su rival. Lo hizo tras un juego con 44 intercambios que le supuso un duro golpe físico.
“He ganado el juego pero me ha quitado unos cuantos puntos después. Estaba tocado físicamente. Uno tiene que asumir sus limitaciones, hago lo que puedo, me esfuerzo al máximo, pero llevo tres meses en los que casi no he entrenado y se nota en este tipo de cosas”, señaló.
Aseguró que al final de ese set ya recuperó algo el tono físico, lo que le permitió llevar el partido hasta el juego de desempate, pero en ese momento se lesionó el rival.
Nadal consideró que jugar una nueva final, en la que puede levantar el decimocuarto título, es “increíble” tras los últimos meses en los que ha tenido muchas lesiones, pero indicó que le pareció más milagroso haber llegado a la final del Abierto de Australia a principios de temporada.
“Esto es Roland Garros y aunque la preparación ha sido escasa es el torneo de más éxito de mi carrera. Sabía que si iba avanzando podía llegar la aspiración. Antes de empezar no era el favorito, era uno de los candidatos, pero dije que en el deporte las cosas cambian muy rápido y hay que estar preparado para ello”, comentó el español, que agregó que “los sacrificios cobran sentido” al verse en la final.