¿Qué supone la amenaza de un vertido ante la costa de Gibraltar?

¿Qué supone la amenaza de un vertido ante la costa de Gibraltar?

El accidente del 'OS35', el buque semihundido frente al Peñón, pone en jaque a importantes especies animales, pero también puede afectar a vitales sectores como la pesca y el turismo.

Las informaciones que llegan desde Gibraltar sobre la extracción de combustible del buque semihundido OS35 que ya alcanza un 80% del total, no están logrando amainar la preocupación sobre el peligro de un vertido en la Bahía de Algeciras. El ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, ha asegurado que las tareas de bombeo podrían finalizar a lo largo de este viernes, pero los temores de un posible impacto ambiental continúan latentes.

Así lo ha explicado a El HuffPost Antonio Muñoz, portavoz de Verdemar-Ecologistas en Acción en la zona, quien retrata la situación que se vive desde primera línea, al otro lado del teléfono. Sin lugar a dudas, el experto resalta la impacto que puede tener la llegada de un vertido a espacios medioambientales protegidos, pero también en actividades económicas tan cruciales como la pesca y el turismo.

Muñoz explica que, a pesar de la instalación de una barrera de contención, parte del vertido ha logrado traspasarla por un motivo. “Como el hidrocarburo pesa menos el agua sobrepasó la línea de protección por debajo”, apunta, sobre el papel que también han jugado las corrientes marinas esta madrugada.

Creemos que parte del vertido ha tenido que entrar en la Bahía de Algeciras
Antonio Muñoz, portavoz de Verdemar-Ecologista en Acción en la zona

Además, advierte que “la situación ahora mismo está en que, aunque el viento de Poniente lleva al mar de Alborán, las corrientes están entrando desde el Mediterráneo al Atlántico y a la Bahía de Algeciras, el vertido fue yéndose por toda la costa de Gibraltar”. En este sentido, Muñoz sostiene que “creemos que parte del vertido ha tenido que entrar en la Bahía de Algeciras”, detallando también que, de momento, con el “viento de Poniente el vertido no atraca”.

La clave del miedo: la ZEC del Estrecho Oriental

Tras este análisis del escenario actual, el ecologista ha puesto el foco en los parajes naturales que se ven amenazados ante la llegada de un vertido. No se trata de un espacio cualquiera, puesto que afectaría a la Zona Especial de Conservación (ZEC) del Estrecho Oriental, un área integrada en la Red Natura 2000, en la que habitan importantes especies marinas y aves.

“Esta costa tiene unas características muy importantes”, recuerda Muñoz ejemplificando el carácter único de un espacio que alberga la lapa Patella ferruginea, la de mayores dimensiones a nivel europeo y en peligro de extinción. Se estima que apenas existen un millar de ejemplares. “En el momento en que el vertido entra, se muere”, subraya.

No obstante, el peligro de un vertido en el ámbito medioambiental no se limita a esta lapa. Muñoz recuerda que la situación pone en riesgo a una importante colonia de delfines comunes y delfines mulares (conocidos también como arroaces).

“Si el vertido se produce con más intensidad”, explica el integrante de Ecologistas en Acción, también amenaza “el parque natural del Estrecho”. Este forma parte de la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo. y comprende las áreas del litoral desde la ensenada de Getares (Algeciras) hasta el Cabo de Gracia (Tarifa). Es el hábitat de numerosas especies como las colonias de coral rojo, la fanerógama Cymodocea nodosa o eel alga Laminaria ochroleuca.

También viven, durante todo el año, en este espacio protegido distintos cetáceos como el calderón común, el listado, la orca y es zona de paso para el cachalote y el rorcual común.

A ello se suma su papel como zona de tránsito de aves migratorias que realizan el recorrido entre Europa y África. Este hecho, pone en el centro de la diana de la amenaza a más de 30 especies entre las que destacan el milano negro, la cigüeña blanca y el abejero europeo. También la pardela cenicienta, la pardela balear y el alcatraz atlántico.

Un posible golpe a la pesca

El otro flanco del peligro lo representa el impacto que puede provocar la llegada del vertido para los pescadores locales, quienes, afirma Antonio Muñoz, conocen muy bien el desastre de una mancha de hidrocarburos en esta costa. Recuerda cómo los accidentes del Fedra (2008) y el de New Flame (2007) impidieron la pesca del voraz, “un pescado bastante cotizado en la zona”.

Precisamente, en los últimos días la Cofradía de Pescadores de Tarifa ha puesto sobre la mesa el debate de la recuperación de dicho pescado, mediante un futuro Plan de Recuperación que reuniría por primera vez la participación de Marruecos.

Cabe destacar que en el área del parque natural del Estrecho también se produce una migración de una especie de altísimo valor económico, puesto que acoge la primera fase de tránsito del atún rojo. La amenaza es aún mayor si se tiene en cuenta que en este período los atunes ya cuentan con función reproductora. El atún rojo ha llegado a ser la especie mejor pagada del mundo en los últimos años.

El otro tesoro: las playas turísticas

Por otra parte, Muñoz recuerda que el alcalde de la Línea de la Concepción, José Juan Franco Rodríguez, ya ha anunciado que denunciarán el posible impacto del vertido en los arenales de esta zona. Se trata de una serie de puntos de gran afluencia turística en la que hay numerosos establecimientos hosteleros. Y, según ha anunciado en TVE el regidor, el vertido ha llegado ya a las playas de poniente de esta localidad.

“A una milla y media o dos millas ya estamos hablando de playas como Sotogrande, Costa del Sol, después las de Tarifa”, explica el ecologista, al tiempo que defiende que esos posibles perjuicios económicos a nivel turístico “hay que cuantificarlos también”.

Detrás de esta amenaza se encuentra el posible impacto en municipios para los que la actividad turística es esencial como Marbella, Estepona, Torremolinos, Benahavís o Mijas.

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Antón Parada es redactor de actualidad en El HuffPost. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Antes de llegar aquí trabajó cinco años en La Voz de Galicia y pasó por los micrófonos de Radio Voz.

Puedes contactar con él escribiendo a: anton.parada@huffpost.es