¿Qué hace al ser humano verdaderamente humano? El escritor Manuel Ríos San Martín presenta 'La huella del mal'
La obra se ambienta en los yacimientos de Atapuerca, donde el autor la ha presentado ante los medios
¿Qué hace al ser humano verdaderamente humano? Sobre esta premisa articula Manuel Ríos San Martín su nueva novela, La huella del mal (Ed. Planeta). El polifacético autor, guionista, coordinador de contenidos y hasta director de series como Compañeros, Menudo es mi padre o Sin Identidad y del largometraje No te fallaré, se adentra en el mundo del thriller con una obra ambientada en los yacimientos de Atapuerca (Burgos).
Ese fue el marco elegido por la Editorial Planeta para su presentación ante un reducido número de medios. En su segunda obra literaria, Ríos San Martín plantea las conexiones entre la prehistoria y la época contemporánea con el nexo de un crimen ritual cometido dentro del complejo burgalés, cuyo simbolismo recuerda al sucedido seis años antes en otra excavación asturiana. Y lo hace con un estilo ágil que entrecruza realidad con ficción en sus más de 500 páginas de aventura y reflexión.
Las similitudes de ambos asesinatos llevarán a unir de nuevo los caminos de Silvia Guzmán y Daniel Velarde, antiguos compañeros en la Policía, hasta que Daniel comenzó a trabajar como jefe de seguridad de una importante petrolífera. Este encuentro casual reabrirá entre ellos una relación mantenida tiempo atrás cuyo final aún atormenta a los protagonistas. La lucha entre el pasado y el presente se refleja en ellos como otro de los ejes temáticos.
“Daniel ejemplifica la realidad humana. Es una persona muy interesada en el origen del ser humano, pero no es capaz de mirarse a sí mismo seis años atrás”, reconoce el autor en respuesta a El HuffPost. “Cómo él, tendemos a querer borrar nuestros sufrimientos y miedos. Nos cuesta hacer una reflexión sensata más allá de la inmediatez. Pero la vida de Daniel, como a nosotros, le pondrá en la obligación de afrontarlos años después”, añade.
El autor define su trabajo como “un thriller poco convencional”. Tanto que no le cuesta reconocer que “yo, hasta hace poco, apenas había leído obras de este estilo y quizás por ese desconocimiento mi manera de escribir es diferente; sin los elementos típicos de este formato”. Conocedor del mundillo policial, en parte por su experiencia como responsable de series televisivas, considera haber “planteado un formato de investigación policial que puede acercarse al real, sin lo prototípico de muchas obras de novela negra, como esa femme fatale”.
Atapuerca, su Sima de los Huesos, su Gran Dolina o su Centro de Arqueología Experimental (CAREX)... En torno a ellos da forma un relato con constantes reflexiones sobre el origen y evolución del hombre. Para ello se ha servido de la asesoría de José María Bermúdez de Castro, codirector de los Yacimientos de Atapuerca, que introdujo la jornada con medios a pesar de una inoportuna lesión.
No es una novela puramente policial ni es un ensayo antropológico. Quizás por esa buscada mezcla encajen reflexiones acerca del sexo, la violencia, el cariño y la maldad, ayer y hoy. Incluso, sobre el canibalismo. “Estudiando la historia vemos que aquellos homínidos eran tan tremendamente empáticos con su clan como crueles con los rivales. Así se entiende que hayamos encontrado rastros de cómo cuidaban de sus enfermos y, por otro lado, del canibalismo hacia los seres más jóvenes de tribus rivales”, explica el escritor.
“Analizando el pasado podemos ver que la maldad ha existido siempre y hoy no somos tan malos como fuimos ayer; no deberíamos vernos con los ojos de que todo lo execrable haya surgido en nuestro tiempo”, prosigue.
¿Cómo nació la idea original de La huella del mal? “Dando un paseo por Atapuerca”, responde. “Me vino una idea y como siempre me ha gustado la prehistoria y lo primitivo, comencé a trabajar en ello”. Un proceso largo que se concretó “en los dos últimos años”.
¿Del papel a la televisión?
Atrás quedó ya Círculos (Editorial Suma de Letras), una primera aproximación al mundo literario: “Aquel fue un experimento, me sirvió mucho como escritor y comercialmente tuvo un resultado correcto, pero mi yo novelista se ha desarrollado aquí. He sentido esa evolución”.
Con un presente, pasado y futuro tan ligados a la televisión, surge la pregunta de una posible versión cinematográfica o televisiva de su trabajo. Ríos San Martín lo imagina más en clave de pequeña pantalla: “Veo más una serie que una película, porque podría desarrollar más a los personajes y a la historia. Quizás hagamos algo, alguna idea hay ya...”
De momento, novela nada más (y nada menos). Una decidida apuesta de la editorial Planeta y quién sabe si un nuevo reclamo para Atapuerca. La huella del mal.