Putin considera que el ingreso de Ucrania en la OTAN "podría llevar a una guerra" por Crimea
El presidente ruso, sin embargo, se mantiene abierto a la diplomacia para solucionar el conflicto en el país vecino.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha advertido este martes que el ingreso de Ucrania en la OTAN puede llevar a una guerra entre Rusia y la Alianza Atlántica por el control de la península de Crimea.
“Imaginemos que Ucrania, como país de la OTAN, inicia esa operación militar (por el control de Crimea). ¿Qué hacemos? ¿Combatimos con la OTAN? ¿Acaso alguien ha pensado en eso? Parece que no”, ha dicho Putin.
En su primera comparecencia pública para hablar de la situación en Ucrania desde diciembre, el presidente ruso ha recordado que Occidente ha ignorado sus preocupaciones relativas a la seguridad de Rusia y que un país no puede reforzar su seguridad a costa de la de los demás.
Sin embargo, Putin ha insistido en que quiere seguir dialogando con su país vecino para evitar un “escenario desagradable” en Ucrania. Putin se ha emplazado a seguir discutiendo “estos problemas” con el presidente francés, Emmanuel Macron en los próximos días en Moscú.
Por su parte, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha asegurado que ve posible un acuerdo entre Rusia y la OTAN en materia de seguridad, pese a las discrepancias existentes. “Es posible una solución que garantice la paz y la seguridad de Rusia, y sea aceptable también para la OTAN. Confío en que se logrará”, ha dicho Orbán.
Blinken y Lavrov hablan de nuevo
Estados Unidos y Rusia retomaron justamente este martes el diálogo directo, aunque sirvió para poco más que reiterar sus diferencias. A primera hora del día el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, sostuvieron una llamada telefónica en la que ambos diplomáticos repitieron las posiciones previas.
Blinken instó a Moscú a iniciar la “desescalada inmediata” de las tensiones en la frontera con Ucrania, a la vez que reiteró su “disposición” a continuar el diálogo “sustantivo” con Moscú por la vía diplomática, según la versión estadounidense. Por su parte, y de acuerdo al comunicado de Moscú, Lavrov criticó a Washington por “su retórica agresiva” y la “entrega” de armas a las fuerzas armadas ucranianas, e insistió en las exigencias de que se frene la expansión de la OTAN en el este de Europa.
Tras la conversación, que duró cerca de 30 minutos, Blinken señaló en su cuenta de Twitter que “si de verdad el presidente Putin no busca una guerra o un cambio de régimen (...) entonces es hora de que retiren las tropas y las armas pesadas”. Moscú ha negado en repetidas ocasiones que prepare una invasión a Ucrania al recalcar que se trata de movimientos militares dentro de sus fronteras, y ha criticado como “histérica” la reacción por parte de Occidente.
Creciente capacidad militar rusa
Sin embargo, Washington ha insistido en que Rusia, que ha concentrado más de 100.000 soldados en su frontera con Ucrania, prepara un “ataque inminente” contra Kiev. Precisamente este martes, el portavoz del Departamento de Defensa de EEUU, John Kirby, remarcó en una rueda de prensa que Moscú ha aumentado en las últimas semanas “sus capacidades logísticas y de mantenimiento”, entre las que figura el apoyo médico a sus soldados, lo que incluye doctores, enfermeros y hospitales de campaña. Y recordó que en estos momentos EEUU cree que las tropas rusas tienen “la capacidad suficiente” para moverse hacia Ucrania.
Sobre la inquietud expresada por Moscú a la posible adhesión de Ucrania a la OTAN, el portavoz del Pentágono subrayó que corresponde a Ucrania decidir con quién se asocia. “Cualquier membresía en la OTAN tiene que ser una decisión entre el estado soberano y la OTAN -aseveró Kirby-. No es algo en lo que el señor Putin tenga un veto. No funciona así”. Washington continúa, además, reforzando sus contactos con sus socios europeos y de la Alianza Atlántica.
Hoy hubo una llamada “cuadrilateral” entre Blinken; el alto representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; y el presidente en ejercicio de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el ministro de Exteriores de Polonia, Zbigniew Rau. Durante este contacto, los cuatro reafirmaron su determinación, ya expresada tras su conversación del 19 de enero, en la defensa de la “arquitectura de seguridad europea existente” y en mantener “un frente transatlántico fuerte, claro y unido”, según un comunicado del Departamento de Estado.