Putin está despidiendo a sus altos mandos militares: ¿qué implicaciones tiene en la guerra?
"Si intentas ser a la vez general y capitán, no harás bien ninguna de las dos cosas".
El Kremlin ha despedido a varios altos mandos que dirigen la invasión a Ucrania, una señal más de que la campaña bélica rusa se tambalea. En su última actualización de Twitter, el Ministerio de Defensa británico ha afirmado que el mando centralizado de Moscú cada vez va a sufrir más presión a medida que intenta recuperar el control entre bastidores.
El Ministerio de Defensa ha explicado que Rusia “ha despedido a oficiales de alto rango que consideran que no han hecho bien su trabajo durante las primeras etapas de su invasión de Ucrania”.
El teniente general Serhiy Kisel, que comandaba el prier Ejército de Tanques de la Guardia de élite, ha sido suspendido tras ser incapaz de capturar la segunda ciudad más grande de Ucrania, Járkov.
La resistencia ucraniana “parece haber ganado la batalla de Járkov”, comenta el Instituto para el Estudio de la Guerra de Estados Unidos, después de que el ejército ruso fuera incapaz de mantener sus líneas alrededor de la ciudad.
Rusia ha estado bombardeando la ciudad desde que comenzó la guerra hace tres meses, pero las tropas no pudieron ni siquiera rodear la ciudad y fueron posteriormente expulsadas.
El comandante de la Flota del Mar Negro de Rusia, el vicealmirante Igor Osipov, también podría haber sido suspendido tras el hundimiento del crucero Moskva en abril.
Era el buque insignia de Rusia en el Mar Negro y fue derribado por dos misiles ucranianos, lo que supuso un enorme golpe simbólico y militar para el Kremlin en un momento en el que ya estaba perdiendo la moral.
Los servicios británicos creen que el jefe del Estado Mayor ruso, Valeriy Gerasimov, sigue en su puesto, “pero no está claro si conserva la confianza del presidente Putin”.
Sin un sistema de mando claro, es poco probable que las fuerzas rusas –de las que ya se dice que están desorganizadas y carecen de suministros– consigan victorias en Ucrania a corto plazo.
Como resumió el Ministerio de Defensa británico: “Es probable que en el sistema militar y de seguridad ruso reine una cultura de encubrimientos y de búsqueda de culpables”.
“Muchos oficiales implicados en la invasión probablemente estarán cada vez más pendientes de evitar las responsabilidades que de evitar más reveses militares de Rusia”.
“Esto probablemente pondrá más presión en el modelo centralizado de mando de Rusia, ya que los oficiales buscarán cada vez más encargar las decisiones clave a sus superiores”.
“Será difícil para Rusia recuperar la iniciativa en estas condiciones”.
Parece que hay un gran problema con los altos mandos de las fuerzas rusas en este momento.
El Ministerio de Defensa de Ucrania afirmó a principios de este mes que la inteligencia estadounidense le ha ayudado a encontrar y matar a 12 generales rusos desde que comenzó la guerra.
Ni Rusia ni Estados Unidos han confirmado esta cifra, aunque el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos afirmó posteriormente que estaba proporcionando “inteligencia de campo de batalla” a Ucrania, pero que no tenía intención de “matar a generales rusos”.
Aunque los detalles siguen sin estar claros, esta es solo una de las muchas señales que indican que el mando central se está tambaleando en Rusia.
También se dice que el presidente Vladimir Putin ha asumido la gestión diaria de la guerra, a pesar de que esas tareas suelen recaer en oficiales de menor rango.
“Creemos que Putin y Gerasimov están involucrados en la toma de decisiones tácticas a un nivel que normalmente sería asumido por un coronel o un general de brigada”, explica una fuente militar de Occidente a The Guardian.
Yohann Michel, analista de investigación militar y de defensa del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, declaró al periódico i: “Si intentas ser a la vez general y capitán, no harás bien ninguna de las dos cosas y crearás incertidumbre en toda la cadena de mando”.
Y añade: “Las fuerzas armadas rusas no necesitan esta microgestión desde la cúpula, que ya tiene sus propios problemas”.
La campaña bélica de Rusia va tan mal que incluso un coronel retirado se desmarcó de la versión oficial y admitió en la televisión estatal: “A veces se difunde información sobre un supuesto colapso psicológico de las Fuerzas Armadas de Ucrania, y se les dice a los rusos que es inminente que logremos algún tipo de avance, pero nada de esto tiene fundamento en la realidad”.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.