Putin admite “errores” en su movilización de tropas tras perder otra ciudad ucraniana

Vladimir Putin ha admitido por fin que ha habido “errores” en la “movilización parcial” de los reservistas rusos.

Su admisión se produjo poco antes de que Rusia perdiera otro territorio ucraniano, Lyman, el sábado. Esto fue doblemente humillante para el Kremlin, ya que Moscú acababa de “consolidar” su poder sobre un territorio ucraniano al anexionárselo ilegalmente el viernes y reclamarlo como suelo ruso.

Esto es lo que hay que saber sobre los últimos acontecimientos de la guerra en Ucrania.

¿Por qué es importante que lo admita Putin?

El presidente ruso hizo esta confesión ante su Consejo de Seguridad Nacional el pasado jueves, y se trata de un reconocimiento de que la guerra no va bien para Rusia.

Según los funcionarios del Ministerio de Defensa británico, Putin dijo: “Durante esta campaña de movilización se están planteando muchas cuestiones, y debemos corregir rápidamente nuestros errores y no repetirlos”.

Putin movilizó a 300.000 reservistas y amenazó con desplegar también armas nucleares el 21 de septiembre, pero esto no ha frenado la asombrosa contraofensiva de Ucrania.

El Ministerio de Defensa británico explica: “Este reconocimiento inusualmente rápido de los problemas por parte de Putin pone de manifiesto lo disfuncional que ha sido la movilización durante su primera semana”.

“Es probable que ni sus funcionarios locales tengan claro el alcance exacto y la justificación legal de la campaña”.

“Es casi seguro que han tenido que reclutar a miembros del personal fuera de las definiciones indicadas por Putin y el Ministerio de Defensa”.

“Los reservistas reclutados siguen llegando a campamentos temporales de tiendas de campaña, y es probable que los rusos tengan dificultades para proporcionarles la formación necesaria y para encontrar oficiales con experiencia para dirigir a las nuevas unidades”.

Lo que es aún más sorprendente es que esta admisión se produjo el día antes de que Putin anexionara oficialmente cuatro regiones de Ucrania como parte de Rusia tras celebrar falsos referéndums.

Putin también amenazó con atacar duramente a Ucrania si intentaba recuperar alguno de los territorios que había declarado como nuevas tierras rusas la semana pasada.

¿Cuáles son las últimas novedades en la primera línea del frente?

Aunque el Ministerio de Defensa británico no reveló las confesiones de Putin hasta el lunes, en realidad las había hecho la semana pasada, antes de que el Ministerio de Defensa ruso admitiera que había retirado sus tropas de la estratégica ciudad oriental de Lyman, en la región de Donetsk.

La región de Donetsk es una de las cuatro zonas que Rusia se anexionó el viernes. De hecho, Kiev recuperó la ciudad justo un día después de que Moscú anunciara su anexión.

El Ministerio de Defensa ruso trató de explicar su retirada el sábado del siguiente modo: “En relación con una amenaza de cerco, las tropas aliadas fueron retiradas del asentamiento de Lyman a líneas más ventajosas”.

“El enemigo, teniendo una superioridad significativa en fuerzas y medios, introdujo reservas y continuó la ofensiva en esta dirección”, añadió.

También alegó que había infligido grandes pérdidas en el frente ucraniano, pero todavía no hay pruebas de ello.

Lyman era un centro estratégico y logístico para Rusia, y al perderlo, las líneas de suministro de Moscú han sufrido un nuevo golpe.

Según dijo a Reuters el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin: “Sin ellas, las rutas de suministro serán más difíciles. Será un dilema para los rusos de cara al futuro”.

“Creemos que los ucranianos han hecho un gran trabajo hasta llegar allí y empezar a ocupar la ciudad”.

¿Qué significa esto para Ucrania?

Recuperar Lyman no es solo un estímulo para la moral ucraniana, sino también una ventaja estratégica.

Ahora pueden adentrarse en la región de Lugansk, algo que le causaría una especial vergüenza al Kremlin, teniendo en cuenta que anunció la plena ocupación de esta región a principios de julio y que también se la anexionó el pasado viernes.

Un portavoz de las fuerzas del este de Ucrania, Serhii Cherevatyi, ha declarado a Reuters: “Lyman es importante porque es el siguiente paso hacia la liberación del Donbás ucraniano. Es una oportunidad para ir más allá hacia Kreminna y Sievierodonetsk y psicológicamente es muy importante”.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha prometido recuperar más zonas después de expulsar a Rusia de Lyman. El sábado dijo: “Durante esta semana, ha habido más banderas ucranianas en el Donbás. Dentro de una semana habrá aún más”.

El presidente ucraniano prometió: “Ucrania recuperará lo suyo. Tanto en el este como en el sur. Lo que han intentado anexionar ahora y Crimea, que consideran anexionada desde 2014.

“Nuestra bandera estará en todas partes”.

En contraste con los continuos informes sobre la baja moral de las tropas rusas y la falta de formación de sus nuevos reclutas, se han difundido en Internet vídeos de soldados ucranianos bailando incluso antes de que Lyman fuera recuperado con éxito.

¿Qué piensa Rusia?

Según los periodistas internacionales que ven la televisión estatal rusa, los presentadores y tertulianos están haciendo malabares para quitar importancia a las pérdidas de Rusia en Lyman.

Julia Davis comenta que el exsubcomandante del distrito militar del sur de Rusia no podía explicar la derrota, mientras que Francis Scarr, de la BBC, observó cómo algunos canales de televisión directamente ni mencionaban la batalla.

Scarr afirmó que solo Rossiya 1 se acercó a la verdad cuando el presentador admitió que estaba surgiendo una situación “difícil” en el Donbás, pero incluso el presentador seguía insistiendo en que Rusia seguía “derrotando el ataque desesperado de las tropas ucranianas”.

Mientras tanto, miles de rusos están intentando huir del país para evitar ser llamados a filas. Además, más de 2.000 manifestantes contra la guerra han sido detenidos desde el anuncio de movilización parcial de Putin, según el grupo de derechos humanos OVD-Info.

Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.