¿Puede Trump pulsar el "botón nuclear" una vez perdidas las elecciones?
Pase lo que pase en los comicios, el magnate será presidente hasta enero...
Todo indica que Trump está a punto de perder las elecciones ante Joe Biden. El candidato republicano no deja de dar muestras de que no está de acuerdo con el resultado. No deja de hablar de votos ilegales, de fraude y de robo, y ya ha interpuesto varios recursos para detener el recuento en varios estados. Su rabieta es ostensible. De momento, Trump sigue siendo el hombre al frente del país más poderoso del mundo, la persona que tiene a su disposición lo que popularmente se conoce el “botón nuclear”: la capacidad de lanzar un ataque con armas atómicas con tan solo el gesto de pulsar una tecla. Pero, ¿podría un Trump encolerizado utilizarlo una vez perdidas las elecciones?
Hay que tener en cuenta que el presidente electo en estos comicios asumiría su cargo el 20 de enero, fecha en la que termina oficialmente el mandato del presidente saliente, según la Constitución estadounidense. El presidente electo, aunque goza de algunos honores, no tiene poderes reales hasta que ocupa oficialmente el cargo, de modo que a pesar de que Biden gane, Trump seguirá siendo el presidente durante unos meses. Y la única persona que puede ordenar un ataque nuclear de Estados Unidos es... el presidente.
Trump ya ha coqueteado con esta idea en alguna ocasión. “Mi botón nuclear es más grande que el tuyo”, le dijo Trump a Kim Jong Un, dirigente de Corea del Norte, en 2018. Diversos medios, entre ellos la revista Time, analizaron entonces el proceso para lanzar las cabezas nucleares. En realidad, a pesar de la creencia popular y de las palabras de Trump, no existe tal botón. Lo que existe es un protocolo, una serie de pasos, para que el presidente de los Estados Unidos pueda poner en marcha una ofensiva con armas nucleares, ya que es él exclusivamente quien tiene la prerrogativa de ordenarlo.
Estos son, a grandes rasgos, los pasos que tendría que dar:
1. El presidente da la orden de lanzar un ataque nuclear
El presidente puede ordenar en uso del arsenal nuclear de EEUU (compuesto por más de 5.000 ojivas, de las que 800 tienen capacidad intercontinental y están listas para ser lanzadas en todo momento) tanto para tomar la iniciativa y llevar a cabo un ataque preventivo o como contraataque ante una agresión desde otro país. El protocolo estipula que el presidente mantendría una reunión con sus asesores militares, que tienen voz pero no voto. Esta reunión puede durar horas o unos pocos segundos, dependiendo de si se está reaccionando a un ataque en curso y no hay tiempo o de si es EEUU quien toma la iniciativa. También depende de la voluntad del presidente.
2. El presidente se identifica ante el Pentágono
El siguiente paso consiste en que el presidente se identifique ante el Comando Estratégico del Pentágono, que es el organismo encargado de implementar el ataque. El mandatario de la Casa Blanca tiene siempre a su alcance una tarjeta de identificación, conocida como “biscuit” (galleta) que le permite identificarse ante los oficiales del Pentágono mediante unos códigos secretos que les permiten corroborar que es él quien está ordenando el ataque nuclear.
3. Se lanzan los misiles nucleares
Una vez que el Comando Estratégico estadounidense tiene la certeza de que la orden procede del presidente, pondría en marcha todos los resortes militares necesarios para que los misiles sean lanzados. El proceso para lanzar las ojivas intercontinentales podría llevar menos de 15 minutos. Puede parecer algo precipitado, pero hay que tener en cuenta que este sistema se diseñó en el contexto de la Guerra Fría, para contrarrestar un hipotético ataque de la Unión Soviética, de la que se creía que era capaz de lanzar una ataque nuclear contra suelo estadounidense en 30 minutos.
Órdenes ilegales
En 2017, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado mantuvo una reunión en la que se debatió sobre el protocolo de lanzamiento de un ataque nuclear. Durante esta reunión se entrevistó al general Robert Kehler, uno de los más altos cargos militares durante la presidencia de Barcak Obama. Kehler confirmó que la única persona que tenía la facultad de ordenar un ataque nuclear era el presidente de los Estados Unidos. Sin embargo, también aseguró que ante una “orden ilegal” su deber y la de cualquier militar era no cumplirla, incluso aunque está hubiera sido emitida por el mismísimo presidente.