PSOE y Podemos proponen un canon a los envases, que pagarán los consumidores
Los clientes recuperarán ese dinero, pero solo si lo reciclan.
Los envases se podrían convertir en un elemento más en nuestro carro de la compra, sobre todo si se aprueba la propuesta de colocar un canon al consumidor por cada envase que se lleve a su casa.
La medida propuesta por PSOE y Unidas Podemos es una de las enmiendas a la Ley de Residuos y Suelos Contaminados que se tramita en el Congreso y que han añadido a la disposición para “aclarar” las normas básicas de funcionamiento del Sistema de Depósito de Devolución y Retorno (SDDR) cuya posibilidad ya recogía el texto y que preveía la posibilidad de implantar esta vía para los envases de un solo uso, como latas o botellas de plástico.
Para los partidos del Ejecutivo, los productores quedarán obligados a cobrar a los consumidores un importe por cada envase que compre. Luego este depósito se podrá recuperar si se devuelve el recipiente en un punto de venta u otros puntos que puedan establecerse.
“Se trata de poner en marcha este sistema de devolución, que es la versión moderna de la tradicional devolución de los cascos de botellas en las tiendas”, asegura el diputado portavoz de Transición Ecológica de Unidas Podemos, Juan López de Uralde.
En cuanto a los establecimientos que vendan a los consumidores finales, se impone la obligación de “informar a los consumidores de forma clara y visible, mediante avisos claramente reconocibles y legibles, sobre la cuantía del depósito, diferenciándolo del precio del producto, y sobre la modalidad de devolución y de recuperación del depósito”.
La propuesta establece también que se podrá limitar la obligación de aceptar envases al tamaño y material que comercialicen.
Fomentar el comercio a granel
Por otro lado, PSOE y Unidas Podemos propone añadir al artículo 18 y a la disposición final tercera medidas para fomentar la venta a granel o el uso de dispositivos reutilizables con el objetivo de reducir la generación de envases de un solo uso.
Para ello, prevé un desarrollo reglamentario que pasa por que, “a más tardar” el 1 de enero de 2023 las tiendas minoristas de alimentación cuya superficie sea de más de 400 metros deberán destinar, “al menos el 20 por ciento” de su área de ventas a ofrecer productos sin embalaje primario, incluida la venta a granel o mediante en envases reutilizables.
Asimismo, “todos” los establecimientos de alimentación que vendan productos frescos y bebidas, así como alimentos cocinados, deberán aceptar el uso de recipientes reutilizables (bolsas, tápers, botellas, entre otros) adecuados para la naturaleza del producto y debidamente higienizados.