Proactiva Open Arms acusa a Italia de favorecer las devoluciones en caliente
Lo que está haciendo es "transferir a Libia la responsabilidad de rescatar a los migrantes en el mar", lo que significa "rechazarlos de facto", denuncia la ONG.
El director de Proactiva Open Arms, Oscar Camps, ha asegurado que la incautación preventiva del barco con que rescataban migrantes solo demuestra "un cambio radical de estrategia en la frontera marítima del sur de Europa" y ha acusado a Italia de favorecer las "devoluciones en caliente".
En una rueda de prensa celebrada en el puerto de Badalona (Barcelona), Camps ha señalado que con la nueva operación de Frontex en el Mediterráneo, llamada Themis, lo que está haciendo Italia es "transferir a Libia la responsabilidad de rescatar a los migrantes en el mar", lo que significa "rechazarlos de facto".
El director de la ONG ha asegurado que en la última misión de rescate, en la que desembarcaron 216 migrantes en Italia y tras la que fue incautado su buque insignia, las autoridades italianas transfirieron a los guardacostas libios la coordinación del rescate, una situación que "no había sucedido nunca antes".
Camps ha resaltado que en el puerto de Trípoli (Libia) se encuentra amarrado el buque Capri de la marina de guerra italiana, desde donde se coordinan los guardacostas libios, y ha añadido que el apoyo de Italia a las patrullas libias es una situación que no es "ni formal ni ética", pues Libia "no es un país seguro".
Uno de los abogados de la ONG, Eduard Aguayo, ha recordado que el juez instructor de Catania (Italia) desestimó este martes, 27, la acusación de delito de organización criminal y ahora la fiscalía de Ragusa (Italia) deberá volver a examinar el caso, esta vez solo bajo la presunción de un delito de ayuda a la inmigración ilegal.
20 días para decidir
El fiscal dispone de 20 días para decidir si mantiene la inmovilización del barco y para presentar una nueva querella contra la jefa de misión, Anabel Montes, y el capitán del buque, Mark Reig, sobre quienes podrían caer penas de hasta tresd años de prisión y una sanción de 15.000 euros por cada migrante desembarcado.
Los dos tripulantes han decidido permanecer en Italia, para colaborar con la justicia, aunque tienen libertad de movimiento.
El también abogado de la ONG Jaime Rodrigo ha destacado que no hay fundamento en las acusaciones que hacen las autoridades italianas, pues "todo capitán tiene la obligación de prestar salvamento de la vida humana en el mar" y porque fueron las mismas autoridades italianas las que permitieron la entrada al puerto.
Además, Rodrigo ha señalado que, contra lo que argumentan las autoridades italianas, no existe un área de responsabilidad de rescate, conocida como "zona SAR", que pertenezca a Libia, pues "no aparece en la base de datos de las organizaciones internacionales".
El abogado ha recordado que Proactiva Open Arms es "una de las pocas ONG que han firmado un código de conducta sujeto al derecho internacional" y que "durante todo el año ha habido una buena coordinación con los guardacostas italianos", por lo que el cambio de actitud se puede deber a "razones políticas".
Camps ha señalado que la prioridad de la organización ahora mismo es que las acusaciones sobre los dos tripulantes de la organización se retiren "lo antes posible", pero ha asegurado que buscan "todos los apoyos posibles para poder hacerse con otro barco lo antes posible" para poder continuar con los rescates.
Sin embargo, el director de la organización ha resaltado que no será una tarea fácil, pues no tienen fondos y, aparte de los millones de euros que cuesta un nuevo buque, deben hacerse cargo también de los gastos de mantenimiento del barco secuestrado, que se encuentran entre los 4.000 y 5.000 euros diarios.
"Somos muy pequeños, pero hacemos un trabajo muy grande y por eso necesitamos el apoyo de todos. Si eliminan a las ONG que operamos en el Mediterráneo, se borran los rescates de migrantes que abandonan Libia", ha asegurado Camps.