Primarias de verdad
La irrupción de Podemos en las elecciones europeas del 2014 produjo una sacudida sísmica en el PSOE que provocó el adelanto del Congreso en el que uno de los candidatos, Eduardo Madina, impulsó eso de "un militante, un voto". Unas primarias que se celebraron con 3 candidatos que lucharon por la Secretaría General de una forma auténtica, genuina y, de algún modo, con consecuencias para el partido en lo orgánico. El único precedente en la historia de España, lo habían protagonizado Borrell y Almunia, en unas primarias que escarmentaron al partido.
Las fuerzas regeneradoras del escenario político español, Ciudadanos y Podemos, fueron el acicate que la política necesitaba para que los partidos políticos tradicionales vieran la necesidad de refrescar y democratizar sus estructuras. Dos primarias desde entonces se han celebrado en el PSOE, las dos con un claro ganador, Pedro Sánchez, el actual Presidente del Gobierno.
En el PP, fue Cristina Cifuentes quien impulsó las primarias dentro de su partido cuando presidía el PP de Madrid. Pero tras la renuncia de Mariano Rajoy y ante su negativa a designar un candidato natural, es ahora cuando se van a producir unas primarias con candidatos y candidatas reales. Es cierto, que las primarias en el PP han sido diseñadas a doble vuelta, siendo los afiliados quienes en primer término elegirán con su voto y en una segunda vuelta siendo los compromisarios quienes elijan finalmente. Pero sería harto cuestionable, que las bases del partido eligieran de forma clara a un candidato que fuera enmendado por la nomenclatura del partido.
Es bien cierto que en Podemos y Ciudadanos tienen en sus reglamentos las primarias como forma de elección del líder, pero atendiendo a los precedentes en el partido morado, después de la pugna entre Iglesias y Errejón en Vistalegre II, acordaron tregua que propició una lista única para las primarias de Madrid que dejaron fuera a los anticapitalistas liderados por Lorena Ruiz-Huerta. En el caso de Ciudadanos, todavía no se han celebrado unas primarias para liderar el partido con un candidato/a que pudiera hacer frente al incuestionado Rivera.
La paradoja esta servida. Con la aparición de Casado, Margallo, García- Hernández y otros probables como Bauzá, Saenz de Santamaría... en el PP previsiblemente se celebrarán unas primarias de verdad, competidas. Veremos si celebrarán debates electorales, si todos llegarán a la elección final o se retirarán, si todos quieren realmente liderar el partido o solo buscan un lugar en la nueva ejecutiva, si el aparato del partido y su Presidente Rajoy continuarán con ese papel de neutralidad, esto último muy reseñable atendiendo a la cultura altamente presidencialista de los populares. Pero lo que parece evidente, es que fueron los nuevos partidos los que apostaron de manera clara por las primarias, pero son los partidos tradicionales los que realmente están celebrando primarias competitivas, de esas que luego necesitan un esfuerzo orgánico para restañar heridas.