Por qué solo recuerdas algunos de tus sueños
Si tu alarma coincide con una de tus fases REM, ahí puede estar el motivo.
Independientemente de si eres de los que se obsesionan con la interpretación de los sueños o simplemente de los que tienen curiosidad cuando sueña que se le caen los dientes, seguramente estés de acuerdo en que el subconsciente es una de las cosas más extrañas de la vida.
En ocasiones tienes sueños plácidos y otras veces, sueños sin sentido. Una noche te puedes despertar de un sueño aterrador que te resulta muy real y luego pasas semanas sin recordar nada de lo que has soñado, si es que has soñado algo.
Para saber por qué sucede esto, la edición británica del HuffPost se ha puesto en contacto con varios expertos. Estas son sus respuestas:
Si estás atravesando un periodo en el que no recuerdas nada de lo que sueñas, tal vez se deba a algo concreto que te sucede en la fase REM (movimiento ocular rápido) del sueño.
La mayor parte de los sueños se producen en esta fase, que ocupa aproximadamente el 25% del descanso nocturno. Los ciclos REM se prolongan a medida que la noche avanza y conforme se acerca la mañana, son más largos. Si tienes la alarma programada en una hora que coincide con una de tus fases REM, ahí puede estar el motivo.
Otra posibilidad es el uso de la tecnología. “Si te distraes nada más levantarte, por ejemplo para atender una llamada telefónica, para escuchar la radio o las noticias, tal vez se borren tus sueños”, explica Tore Nielsen, especialista en sueños de la Universidad de Montreal. “En ocasiones, no recuerdas el contenido de tus sueños simplemente porque no es nada especial”.
En el caso de que nunca recuerdes tus sueños ―o de que solo tengas pesadillas―, quizás necesitas mejorar la calidad de tu descanso.
“A lo mejor te sucede porque no duermes suficientes horas por la noche”, advierte Nielsen. “Cuando acortas tus horas de sueño, a menudo son las fases REM largas de por la mañana las que sacrificas, y es entonces cuando tenemos los sueños más largos, intensos y memorables”.
Probablemente alguna vez recuerdas sueños muy realistas que parecen sacados de tu día a día y en otras ocasiones solo recuerdas pequeños fragmentos.
Según afirma el neurocientífico y médico Andrew Varga, estas distintas clases de sueños tienen lugar en distintas fases.
“Se cree que la mayoría de los sueños con un hilo argumental suceden durante la fase REM, independientemente de si es un sueño extraño o realista”, comenta. “Durante mucho tiempo, se pensaba que los sueños tenían lugar en las fases que no eran la REM, pero esa creencia ha sido desmontada recientemente. Dicho eso, se piensa que los sueños que tienen lugar fuera de la fase REM no tienen tanto argumento, se basan más en emociones y situaciones”.
Y luego están los sueños lúcidos, que es cuando eres consciente de que estás soñando. Si te ocurre con frecuencia, es una pista sobre cómo funciona tu cerebro.
“Quienes tienen sueños lúcidos frecuentes tienen una conectividad funcional mayor (un mayor flujo sanguíneo en el cerebro) en el córtex anterior prefrontal y más conexiones en el córtex temporoparietal posterior del cerebro”, expone Varga.
Varga compara la duda de si has soñado o no aunque no lo recuerdes con una metáfora filosófica: “Si cae un árbol en el bosque y no hay nadie cerca para escuchar, ¿hace ruido?”. La respuesta probablemente es que sí.
“Los sueños más intensos se producen en la fase REM y es muy extraño no tener nada de fase REM, aunque puede suceder en casos graves de apnea del sueño”, explica Varga. “Por extensión lógica, probablemente siempre sueñes, aunque no lo recuerdes, pero demostrarlo es difícil”.
Nielsen coincide en que demostrar que las personas siempre sueñan es complicado, pero también piensa que sí o sí tiene lugar cierto nivel de actividad cognitiva.
“A veces solo es una actividad cerebral muy ligera que no implica emociones, imágenes vívidas ni un argumento”, describe.
Estudiar los sueños es complicado y sigue habiendo mucho por aprender y entender. Así pues, por ahora, lo único que puedes hacer es disfrutar de lo extraño y divertido que llega a ser el subconsciente.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.