Por qué hablar con uno mismo ayuda a salir adelante en tiempos de pandemia
¿Qué tipo de diálogos internos son efectivos?
Por Fernando Díez Ruiz, profesor doctor Facultad de Psicología y Educación, Universidad de Deusto, y Pedro César Martínez Morán, director del Máster en Recursos Humanos de ICADE Business School, Universidad Pontificia Comillas:
El diálogo interno, también conocido como pensamiento verbal, autodiálogo o monologo interno, es la conversación que uno tiene consigo mismo. El diálogo interno se aplica en el día a día de los individuos y se extrapola a ámbitos académicos, laborales, artísticos y deportivos.
Es una conducta común entre los humanos ya que todos la practicamos. Los estudios indican que el 72% de las personas confirma que le es útil para resolver problemas, aclarar ideas u organizar las tareas que necesitan hacer durante el día.
Nuestro diálogo interno es una reflexión. Cuando es sobre uno mismo, a veces puede ser dura. En especial, la aceptación de aquello que no nos gusta.
Es muy importante aceptarnos tal y como somos, no negar la evidencia por dura que sea. La aceptación ayuda a la madurez y a esculpir una autoestima real de nosotros mismos.
El pensamiento suele preceder a las conductas que realizamos. Sirva mencionar el ejemplo de la ideación suicida, un paso de vital importancia para la prevención del suicidio. Existen infinidad de guías y ayudas dirigidas para las familias de personas que han pensado en suicidarse. ¿El objetivo? Prevenir e intervenir en la etapa de ideación, puesto que para que se produzca el suicidio es necesario haber pensado antes en ello.
Según Vigotsky, el diálogo interno es necesario desde temprana edad para el desarrollo del pensamiento. Este proceso lo utilizan muchas personas para regular el comportamiento o para organizarse sin que otros les digan lo que tienen que hacer. En la vida adulta, el diálogo interno ayuda a la persona a comprender experiencias nuevas o extrañas, a reflexionar y recapacitar o a planificar, entre otras.
¿Que tipos de diálogos internos hay?
Conviene aclarar que se puede distinguir entre el dialogo interno positivo, que incluye afirmaciones positivas sobre uno mismo y, el dialogo interno negativo, que incluye críticas o afirmaciones negativas sobre uno mismo. Como es de esperar, el positivo te ayuda a sentirte mejor y el negativo… a sentirte peor. Mediante estos diálogos internos las personas aprendemos a interpretar nuestros sentimientos y percepciones dando instrucciones y refuerzos.
Según Oleś, Brinthaupt, Dier, & Polak (2020), los diálogos internos serían los siguientes:
- Diálogo de identidad propia. Este diálogo interno ayuda en la compresión más profunda de la persona con el fin de dar sentido a la vida. Generalmente suelen responder a preguntas como “¿Quién soy yo?”; “¿Qué es importante para mí?”; “¿Cuál es el sentido de mi vida o existencia?”; “¿Por qué estoy aquí?”.
- Diálogo de apoyo (motivacional/instruccional). El propósito de este diálogo interno es mantener y preservar el bienestar psicológico. Los individuos pueden tener internamente diálogos de apoyo con otras personas que consideran importantes para ellos y diálogos instructivos.
- Diálogo compulsivo. Este tipo de diálogo se relaciona con el debate interno de problemas y situaciones difíciles. Estos diálogos van acompañados de un sentimiento de fatiga, frustración y un deseo de detener el diálogo interno. En estas ocasiones los individuos suelen estar divididos entre diferentes pensamientos y los diálogos mentales que tienen les suelen molestar.
- Diálogo disociativo. Implican el tipo de actividad interna que divide el yo en dos posiciones conflictivas. Estos diálogos están conectados con luchas y argumentos internos.
- Diálogo social. Consiste en la imitación mental de las conversaciones e interacciones que pueden ocurrir en la vida real. Estos incluyen los tipos de diálogos en los que una persona considera argumentos e ideas y conduce una discusión como si se comunicara con otra persona real.
En la situación actual de pandemia, evidentemente, tenemos que preservar nuestro bienestar psicológico, por lo que es fundamental el diálogo de apoyo y la evitación de un diálogo compulsivo. Utilizar el diálogo motivacional interno es una buena idea, tan buena como disminuir el pensamiento negativo, sobre todo en estos momentos.
No siempre es fácil, pero debemos focalizar nuestra energía en aquello que nos ayuda a sentirnos bien, eso si, sin recurrir al autoengaño. Nos referimos a elegir la información que nos ayuda a crecer, a mejorar, a encontrarnos bien. Especialmente en los momentos en los que podemos necesitar ayuda.
Aprovechar el diálogo interno para animarnos es una buena idea. En la medida que lo hagamos, nos sentiremos mejor y necesitaremos menos los estímulos externos. Lograr ese equilibrio nos ayudará a salir adelante en estos momentos difíciles para todos.