¿Por qué escasea la leche para bebés en EEUU? Biden anuncia un plan de choque
Las dificultades en la cadena de suministro por el covid y el cierre de una fábrica clave por una contaminación se suma al acaparamiento y genera desabastecimiento.
Estados Unidos pasa días complicados. Para millones de padres en todo el país, encontrar leche de fórmula, líquida o en polvo, para alimentar a sus bebés se ha convertido en una verdadera odisea. En la mayoría de los supermercados, las estanterías están casi vacías en la sección infantil, lo que ha obligado a muchas familias a tener que ir de un lado para otro o hacer encargos por internet, donde ya se están registrando casos de fraude y de subida de precios.
Hay quien ha empezado a racionar los alimentos para sus bebés o a diluir la fórmula, lo que podría tener graves repercusiones para la salud de sus hijos, y se ha generado en paralelo un enorme debate sobre la lactancia materna y sus bajos niveles en el país, las madres que carecen de seguro médico y trabajan en empleos con salarios bajos y largas jornadas, que no les permiten amamantar a sus hijos, así como a quienes tienen bebés con alergias o padecimientos que requieren sólo cierto tipo de fórmula.
El problema de la escasez de leche comenzó desde el inicio del brote del covid-19, por dificultades en la cadena de suministro, y se agravó con el cierre reciente de la fábrica Abbott Nutrition en Michigan, que elabora varias marcas de leche como Similac y Similac EleCare. La planta tuvo que suspender sus operaciones debido a que se detectó que varios de sus productos estaban contaminados y causaron serias infecciones bacterianas en varios bebés que los consumieron. Cuatro de ellos tuvieron que ser hospitalizados y dos de ellos murieron, incluso. Sumado a la falta de mano de obra, al acaparamiento de algunos supermercados y a las compras de pánico, el caos queda explicado.
Los principales fabricantes de leche de fórmula para bebés, Reckitt Benckiser y Nestlé, han aumentado los suministros a Estados Unidos para resolver el problema, según anunciaron ayer. Abbott dijo el lunes que había llegado a un acuerdo con el regulador sanitario estadounidense para reanudar la producción de fórmulas infantiles en su planta de Michigan, lo que supone un paso importante para resolver la escasez en todo el país.
Mientras tanto, otros fabricantes de fórmulas infantiles han aumentado la producción y han enviado suministros adicionales a Estados Unidos. Reckitt Benckiser está aumentando la producción de leche de fórmula para bebés en un 30% y haciendo entregas más frecuentes a las tiendas de Estados Unidos, según ha confirmado un ejecutivo de la compañía a Reuters este martes.
La firma, que fabrica su fórmula en Estados Unidos en tres instalaciones en Michigan, Indiana y Minnesota, ha concedido a las plantas “horas extras ilimitadas” para que hagan turnos extra, asegura Robert Cleveland, vicepresidente senior de Nutrición en Norteamérica y Europa de Reckitt.
Antes de la retirada de Abbott, Reckitt suministraba algo más de un tercio del mercado estadounidense de preparados para lactantes, frente al 44% de Abbott. Reckitt, con sede en Gran Bretaña, dijo a Reuters que ahora representa más del 50% del suministro total de fórmula infantil en el país.
Tal es la situación que Estados Unidos permitirá la importación de leche de fórmula para bebés de fabricantes extranjeros que no suelen vender sus productos allí, tal como confirmó este lunes la Administración de Alimentos y Medicamentos del país.
Por su parte, Nestlé está enviando por avión a Estados Unidos preparados para bebés procedentes de los Países Bajos.
El mayor grupo de alimentos envasados del mundo está trasladando la fórmula de alimentos para bebés Gerber a Estados Unidos desde los Países Bajos y la fórmula para bebés Alfamino allí desde Suiza.
“Dimos prioridad a estos productos porque tienen un propósito médico crítico, ya que son para bebés con alergias a la proteína de la leche de vaca”, dice la compañía. “Ambos productos ya se estaban importando, pero adelantamos los envíos y nos apresuramos por vía aérea para ayudar a cubrir las necesidades inmediatas”, añade.
El anuncio de Biden
El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció esta madrugada nuevas medidas para abastecer el mercado. El mandatario autorizó al Departamento de Defensa a usar los contratos que tiene con aerolíneas comerciales para importar la leche en polvo desde cualquier lugar del mundo en lo que la Casa Blanca bautizó como “Operation Fly Formula” (Operación para llevar en avión la leche de bebés).
Además, Biden invocó una ley que data de la Guerra Fría para acelerar la producción de ese alimento lácteo en Estados Unidos, explicó la Casa Blanca en un comunicado.
La ley que invocó Biden es la llamada “Defense Production Act”, que data del inicio de la Guerra de Corea en 1950 y permite al presidente de EE.UU. movilizar recursos del sector privado a través del Pentágono para responder a determinadas situaciones.
En concreto, esa acción obligará a las empresas que fabrican los ingredientes del preparado lácteo a priorizar a aquellos clientes que se dedican a manufacturar el producto final.
El asunto de la comida infantil que se ha convertido, además, en arma arrojadiza entre republicanos y demócratas. Por eso Biden quiere pararlo cuanto antes.