Por qué el 'running' debería estar entre las primeras medidas de la desescalada
Empieza a ser difícil para el Gobierno justificar que una actividad tan beneficiosa para la salud reciba una prohibición de brocha gorda.
Casi todos los países de la órbita occidental permiten salir a correr durante la pandemia del SARS-CoV-2. Las autoridades sanitarias en distintas partes del mundo estiman que los beneficios que conlleva el ejercicio físico en el exterior, como bajar la tensión arterial, fortalecer el sistema cardiovascular y calmar la ansiedad, superan los riesgos, siempre y cuando se haga con las debidas precauciones. El running, sin embargo, no está permitido en España desde la promulgación del estado de alarma el 14 de marzo y empieza a ser difícil para el Gobierno justificar que una actividad tan beneficiosa para la salud reciba una prohibición de brocha gorda mientras que productos que contribuyen al agravamiento del Covid-19, como el tabaco o los envíos a domicilio de la obesogénica comida basura, permanecen intocables.
Al igual que Madrid, Nueva York sufre con parecida violencia la epidemia del nuevo coronavirus. Sin embargo, correr sigue estando permitido con más de 1.000 muertes diarias. Es más, el cierre de los gimnasios ha auspiciado un boom de nuevos corredores. Gretchen Reynolds, especialista en running, pregunta a la Dra. Akiko Iwasaki en The New York Times qué probabilidad real hay de infectarse con el estornudo de quien corre por delante. “No es probable, pero sí concebible, que las gotitas de saliva puedan permanecer en el aire lo suficiente para ser respiradas. Lo recomendable es buscar las rutas menos trilladas y apartarse si uno observa que quien va delante escupe o tose”. Mantener algunos metros extra de distancia social parece ser suficiente.
En Washington D.C, Rachel Hanisch, epidemióloga y corredora de medias maratones, sale a pasear en bicicleta por el Rock Creek Park, acompañada de su hijo, Zavi, de tres años. Los parques infantiles se mantienen cerrados, pero las autoridades han mantenido abierta toda la red de parques nacionales, entre las que se encuentra el National Mall, en pleno centro de la ciudad, con la idea de promover la salud física y mental a través del deporte.
En Reino Unido, con una de las peores gestiones de la crisis por la tardía adopción de medidas, la española Elena Gamonoso, que trabaja como directora de exportaciones en Harpenden, al norte de Londres, sale a pasear cada día sola o en pareja, confirmando que se autoriza hasta una hora de actividad física diaria en el exterior.
Alemania, uno de los países modelo a la hora de abordar la pandemia, jamás ha recortado la posibilidad de salir a hacer ejercicio, de forma individual o con las personas con las que se convive habitualmente, siempre que se mantenga el distanciamiento social. La estudiante de medicina Cara Günther confirma desde Münich, en el estado de Baviera, que “no existe límite de tiempo ni de distancia. No puedes coger el coche e ir a hacer senderismo, pero sí puedes salir desde casa y caminar hasta donde llegues. Llevar tanto tiempo encerrados en casa como los españoles parece una locura”.
En España, revistas especializadas como Soycorredor hicieron una llamada a la responsabilidad al comienzo del estado de alarma. Cuando lo hicieron pesaba la experiencia de Italia, donde el agravamiento de la crisis sanitaria en la región de Lombardía acabó con las salidas de los corredores. Sin fisuras, puede decirse que la comunidad runner española ha cumplido de forma estoica con la prohibición, aunque pudo influir la presión social y el miedo a las multas.
Durante las primeras semanas del cerrojazo, el grupo de Whatsapp del Polideportivo Olimpo de Cádiz, al cual pertenezco, intercambiaba bromas, rutinas de entrenamiento en casa e incluso desafíos absurdos como correr 10 kilómetros en el pasillo de tu casa. Ahora, después de más de 45 días de encierro los ánimos no son los mismos. Esther Córdoba Bertón, campeona de España de Triatlón por equipos de larga distancia en la categoría masters 35, fue crítica desde el principio con la prohibición de correr cuando los países de nuestro entorno no solo lo permitían sino que lo animaban. La provincia de Cádiz, con un bajo número de infectados (el 22 de abril registró su primer día con cero contagios) y kilómetros de playa y paseos marítimos parece reunir unas condiciones ideales para una desescalada selectiva.
Los beneficios de correr lo convierten casi en una píldora mágica contra múltiples enfermedades, incluyendo el cáncer y el alzheimer. El running no solo fortalece músculos, huesos y tendones, sino que produce bienestar psicológico y ahorra en medicamentos. Existe amplio consenso entre los especialistas de que las ventajas del running en solitario compensan con creces el riesgo de infección vírica. A fin de cuentas, la posibilidad de contagiarse del Covíd-19 siempre será muy inferior a la que se produce en el supermercado, o en la cola para comprar tabaco.