Podemos negocia con el Gobierno y la Generalitat una mediación antes del lunes
Solana, Zapatero y Osoro, algunos de los nombres sobre la mesa
Ni Mariano Rajoy se sentará en una mesa con la amenaza de una Declaración Unilateral de Independencia (DUI) ni Carles Puigdemont se bajará tan pronto —ni tan fácilmente— de la nube a la que le ha subido la respuesta social a los errores del Gobierno.
Pero hay espacio y tiempo. Eso creen quienes mueven los hilos para que, antes de la previsible Declaración Unilateral de Independencia del próximo lunes, se pueda al menos acordar el nombre de un mediador.
Puigdemont está dispuesto y Rajoy no parece que lo esté menos. Hay contactos, llamadas y conversaciones a dos, tres y hasta cuatro bandas, después de que Felipe VI intentara una cita discreta con los presidentes de la Generalitat y del Gobierno y Puigdemont declinara la invitación el pasado lunes.
Ha sido la relación que el secretario general de Podemos mantiene con el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Carlos Osoro, la que ha empezado a allanar el camino. Pero la coordinadora del PDeCat ha sido la primera en poner el nombre un mediador sobre la mesa, el del socialista a Javier Solana, como posible árbitro del conflicto.
El independentismo sabe que una DUI activaría de inmediato el artículo 155 de la Constitución española y que el Gobierno puede retirar a Cataluña las competencias en Seguridad, Exteriores, Economía y Presidencia, entre otras. Si no fuera el 155 sería el 116. En todo caso, las consecuencias de uno u otro provocarían una nueva movilización social en las calles de Cataluña que añadirían locura a la locura.
Así que sí, el independentismo quiere una salida mientras rebaja la redacción de una DIU que estaría dispuesto a aplicar en diferido y con una redacción con la que no queden claras las consecuencias jurídicas de la misma.
No es fácil, pero tampoco imposible desencallar el problema y que España no se autodestruya como hizo ya en otros momentos de su historia.
ERC, como el PDeCat, ya ha dicho sí a una mediación que Iglesias ha consultado también con Miquel Iceta y en la que se ha apuntado el nombre también del ex presidente del Gobierno José Luís Rodríguez Zapatero. El secretario general de los morados cree que sería la persona adecuada, si bien su nombre produciría reticencias en un sector de la derecha.
Pero, al fin y a la postre, se trata de encontrar alguien con cierto ascendente sobre el independentismo y, por eso, también se baraja la mediación del propio Osoro, dada la formación católica de Oriol Junqueras.
De hecho, la mejor opción de mediación para algunos grupos es el Vaticano, pero eso sería reconocer de facto la internacionalización del conflicto, algo a lo que el Gobierno no parece dispuesto.
El PNV, CCOO y UGT forman también parte de una operación en busca de árbitros, de la que Iglesias ha tratado de informar al secretario general del PSOE sin éxito. A diferencia de Rajoy, con el que el líder de Podemos ha hablado por teléfono en varias ocasiones desde el lunes, Sánchez no ha contestado las llamadas. Quizá porque tema que los morados le arrebaten el papel de moderador al que aspiraba tras el domingo. O quizá porque las conversaciones entre Rajoy y Sanchez discurren por otros derroteros.
De momento, está todo abierto. Y, el sábado, ha sido convocada una concentración a través de las redes sociales a las puertas de los ayuntamientos en demanda de dialogo para solucionar la crisis institucional más grave de los últimos 40 años.