Peter Sagan, el triple Campeón del Mundo que o amas u odias, el último en la etapa del Tour
Ha llegado a más de 20 minutos del vencedor, Daryl Impey.
El Tour tiene estas cosas maravillosas. Igual queda último un modesto currante que un triple Campeón del Mundo. Porque hoy, Fiesta Nacional de Francia, la novena etapa la ha cerrado Peter Sagan. Talento en día de libranza. ¿Hoy no gano, no? Pues conecto el modo “ahorro de batería” y a otra cosa. Vaya que sí: a 21′22″ del vencedor, Daryl Impey (Mitchelton-Scott).
La etapa comenzó y acabó en una fuga de 15 que dio el triunfo al habilidoso ciclista africano. Por detrás, casi nada. Y por detrás de ese casi nada, Sagan y un pequeño pelotón hoy poco dispuesto a grandes empresas.
Del talentoso, irreverente y en ocasiones mal perdedor ciclista eslovaco se dijo que “o ganaba o protestaba o empujaba al rival”. A veces, muchas, también queda segundo -tiene el récord de “platas” en etapas del Tour-. Claro que cómo explicar su supuesta fama de perdedor a un tipo con casi 120 victorias a sus 29 años y tras solo 10 en el pelotón profesional. Y de esa centena muy larga de conquistas, un gran número son triunfos de los soñados por cualquiera.
Sagan es uno de esos perfiles que destacarían fuese ciclista o carpintero por ser un personaje inusual. O le quieres o le odias, así que mejor quererle, que es más sano. Lo cierto es que hacen falta perfiles así, no solo en el ciclismo.
El eslovaco es un amante de las redes sociales y las “posturitas” ante las cámaras. Cuida como pocos su imagen, con especial atención en su cabello. No es raro verle con un peinado, corte o tinte extravagante. Uno de los versos libres del pelotón, pero como gana tanto, no hay director que se atreva a levantarle la voz de verdad. Ni siquiera el histriónico Oleg Tinkov, exjefe suyo (y de Contador), que enloquecía con él y sus muchas conquistas. Como para no.
De momento en este Tour ya lleva una etapa y lucha por mantener el maillot de la regularidad -color verde- en París. Si quiere, posiblemente lo logre.
.Pero si le da por liarla, solo él sabe de lo que es capaz. Ya lo ha demostrado. Yo que vosotros no le perdería la pista