Simpatizantes y opositores de Pedro Castillo se enfrentan ante la comisaría de Lima en la que está detenido
Lanzaron piedras, adoquines y otros objetos a los cuerpos policiales de la Policía Nacional de Perú, que ha intervenido con gases lacrimógenos y practicado detenciones.
Un pequeño grupo de simpatizantes y detractores del expresidente peruano Pedro Castillo se ha enfrentado este miércoles frente a la comisaría de Lima en la que está detenido el exmandatario, acusado de la presunta comisión del delito de rebelión y quebrantar el orden constitucional, tras el anuncio de este de disolver el Congreso.
Los manifestantes y un reducido grupo de de violentos se han enfrentado con palos, banderas y otros objetos. Además, simpatizantes de Castillo lanzaron piedras, adoquines y otros objetos a los cuerpos policiales de la Policía Nacional de Perú en el centro de la capital peruana.
Los agentes de la policía peruana han tenido que intervenir con gases lacrimógenos y detener a algunos de los manifestantes para poder liberar la céntrica avenida Alfonso Ugarte, según informa la agencia EFE.
Los medios locales no reportaron incidentes mayores en el resto de ciudades del país, donde solo pequeños grupos lamentaron la detención del expresidente de Perú.
La Policía Nacional de Perú ha publicado en su perfil de Twitter una fotografía de Castillo detenido -aunque luego la borraría- en la que ha destacado que en cumplimiento de sus atribuciones descritas en el código policial han llevado a cabo este arresto.
Poco después de anunciar sus intenciones, la Fiscalía anunció medidas legales contra Castillo por haber roto el orden constitucional, y su responsable principal, Patricia Benavides, le recordó que “ninguna autoridad puede ponerse por encima de la Constitución” y que “debe cumplir con sus mandatos constitucionales”.
La detención de Castillo se produce poco después de que el Congreso de Perú en sesión extraordinaria llevara a cabo la tercer moción de censura contra él por incapacidad moral, logrando con éxito en esta ocasión destituirle. La votación se saldó con 101 votos a favor, seis en contra y diez abstenciones.
Tras la medida, tildada mayoritariamente como ‘autogolpe de Estado’ y no respaldada ni tan siquiera por su gobierno, fue destituido por el Congreso por “permanente incapacidad moral” con 101 votos de 130 a favor, y arrestado por la Policía.
Después juró la que era vicepresidenta, Dina Bolaurte, como nueva jefa de Estado y llamó a una tregua política para empezar un amplio proceso de diálogo entre las fuerzas e instituciones.
La líder del partido Fuerza Popular y excandidata presidencial Keiko Fujimori ha sido una de las primeras en responder a este llamamiento. A través de un mensaje de Twitter, saludó la toma de posesión de Boluarte como “primera presidenta del Perú” y deseó que su gestión “se cumpla en respeto a la institucionalidad democrática, separación de poderes y por el desarrollo de nuestro país”.
Fuerza Popular fue uno de los grupos parlamentarios que promovió, desde el inicio de su gestión, la destitución de Castillo por las denuncias de corrupción que investiga la Fiscalía de la Nación en su contra y después de haber puesto en duda la legalidad de la elección del destituido exmandatario.