Pepe Reina confiesa sus manías en 'Mi casa es la tuya': "Soy inaguantable"
El futbolista contó cómo era el complejo ritual que debe poner en marcha al comienzo de cada partido.
La mayoría de los futbolistas tienen manías o rituales que ponen en práctica al comienzo de cada partido, pero lo de Pepe Reina está a otro nivel. El portero confesó en Mi casa es la tuya (Telecinco) la larga lista de cosas que debe poner en práctica al comienzo de cada encuentro deportivo si no quiere tentar a la suerte.
"En el campo soy inaguantable", reconoció y explicó que había un refrán que se dice mucho en Nápoles que es: "Ser supersticioso es de gente ignorante, pero no serlo trae una mala suerte de cojones".
Reina contó ante un sorprendido Bertín Osborne que sus manías le ayudaban a mantener un orden y a concentrarse. "Y si luego me ayuda, pues perfecto".
El portero empezó así a detallar algunas de las cosas más extravagantes que ha llegado a hacer para atraer la buena fortuna: "He llegado a llenar el depósito de gasolina antes de cada partido aunque no me hiciese falta".
Explicó que aquello se debía a que un día le había ido bien durante un partido: el equipo había ganado y su portería no encajó ningún gol. "Y dije, si hoy he echado gasolina, eso lo hago siempre, aunque sean cinco euros", admitió y aunque reconoció que a veces le daba vergüenza, era algo que tenía que hacer.
Un largo ritual
Pero eso no es todo. Después, cuando sale al campo, el portero tiene un complejo ritual que debe cumplir rigurosamente antes de cada encuentro deportivo, aunque para ello tenga que pedirle al árbitro que retrase el comienzo de la competición.
Todo comienza con la forma en la que cruza la línea que delimita el terreno de juego, continúa con el orden en el que saluda a sus compañeros y no termina hasta que ve a su mujer en la grada: "Ahí ya me quedo tranquilo".
Aquí puedes ver la explicación completa de su ritual:
Por si esto parecía poco, Reina aseguró que había hecho muchas cosas más para atraer la buena fortuna y reconoció que se había llegado a poner estampitas religiosas en las espinilleras: "Los que somos creyentes tenemos que buscar ayuda divina".