Sánchez cierra el congreso reivindicando a González, Rubalcaba y Zapatero: "Somos un partido fuerte y unido"
El socialista se despide de un cónclave de unidad, ante 9.500 personas, arrasando en la votación de la nueva dirección y prometiendo abolir la prostitución.
“Somos un partido unido y fuerte”. Pedro Sánchez ha podido lanzar con toda su plenitud esta frase por fin en el tercer congreso que ha ganado tras dos cainitas luchas anteriores y haciendo un discurso para reivindicar la historia del PSOE, mencionando constantemente a José Luis Rodríguez Zapatero, Felipe González y Alfredo Pérez Rubalcaba.
Sánchez ha subido al escenario de la Feria de Valencia, ante 9.500 personas, para cerrar todas las heridas y tras haber arrollado en las votaciones de la nueva Ejecutiva (con un respaldo del 94,94%). Una dirección que sale, con 42 miembros, con mayoría de mujeres (60%) y mucho más joven (con una media de edad de 47 años).
Un domingo de emociones, aplausos y ovaciones en el congreso de un partido que ha enterrado las luchas fratricidas y que ha querido mostrarse orgulloso de su pasado y de su presente mirando al futuro. Con un homenaje incluso a Alfredo Pérez Rubalcaba, que ha hecho derramar lágrimas y en el que se ha recordado su esencial aportación para acabar con ETA (el próximo miércoles se cumple una década del fin de la actividad de la banda terrorista).
Sánchez ha hecho todo un ejercicio de reivindicación del PSOE y ha nombrado más veces que en toda su vida a Zapatero y González -con los que ha estado enfrentado durante años-. Y poniendo en valor al partido, sus 142 años de su historia y los valores de la socialdemocracia -la otra palabra que más veces ha repetido-.
El secretario general se ha presentado como el partido que más se parece a España y ha rechazado los insultos de la derecha durante el 12-O, mostrando el patriotismo del PSOE: “Si hay un partido que ama a España, ese es el PSOE”.
Un PSOE, ha defendido, “ecologista y feminista”.
El discurso de Sánchez, que ha preparado con mimo durante estos días, llevaba también algunas de las líneas expresadas durante el congreso y que ha querido verbalizar como el compromiso del PSOE por abolir la prostitución (se ha incluido en la ponencia marco aprobada por los socialistas durante este fin d de semana).
Una hoja de ruta que incluye también otras promesas como la de derogar la ley mordaza y la reforma laboral, ambas normas aprobadas durante los mandatos de Mariano Rajoy. Unas promesas realizadas ante todo el partido y un Gobierno aclamado. En la nueva Ejecutiva hay hasta seis ministros: Félix Bolaños, María Jesús Montero, Carolina Darias, Isabel Rodríguez, Diana Morant y Pilar Alegría.
Sánchez se ha envuelto durante todo el discurso en la bandera de la socialdemocracia (la otra palabra que ha reiterado durante todo su discurso), y con continuas alusiones a las victorias en otros países, como Alemania. “Salud de hierro”, ha remachado.
El presidente del Gobierno ha querido también mandar un mensaje de cariño a los suyos por haberle apoyado durante los momentos “más oscuros” de la pandemia del coronavirus: “Vosotros me disteis la fuerza para tomar decisiones tan difíciles como el confinamiento de nuestro país, que permitió salvar 500.000 vidas; gracias, gracias y gracias compañeros y compañeras, gracias de corazón”.
Sánchez ha lanzado un discurso pensando en el partido, en los suyos, directamente al corazón del socialismo. Entre emocionado y feliz, y con la convicción de que su liderazgo es total y reconocido por todas las almas del PSOE. Todos los socialistas destacan el clima que se ha vivido, el propio presidente del congreso y líder valenciano, Ximo Puig, ha resaltado que es el cónclave de la “fraternidad” (y eso que él fue uno de los grandes apoyos de Susana Díaz).
Un partido que se ha reencontrado, con miembros del Gobierno que apoyaron a Díaz en su momento como Isabel Rodrígez y Pilar Alegría, que constituyen hoy pilares del nuevo Ejecutivo de Sánchez. Y también otros que se han ido, como José Luis Ábalos, que hoy ha recibido el aplauso de los suyos en su tierra y se ha sentado en segunda fila, al lado de César Luena y Óscar López.
El presidente ha querido ensalzar también la labor de los sanitarios y de aquellos que trabajaron durante la pandemia: con el hito de que antes de que acabe el año estará vacunada el 90% de la población diana, según ha pronosticado.
Aplauso y un partido que se ha reconfortado con este fin de semana. Sánchez lo ha resumido así: “Nosotros, 142 años después, estamos donde siempre estuvimos, con el mismo nombre y la misma ideología”.