Pedro Castillo jura como presidente de Perú recalcando su objetivo de lograr una nueva Constitución
En su primer discurso, afirma que el suyo es un gobierno "para el pueblo" que busca acabar con los "abusos" de los monopolios.
El presidente de Perú, Pedro Castillo, ha tomado este miércoles posesión de su cargo recalcando uno de los objetivos que se marcó durante la campaña electoral, lograr una nueva Constitución para el país, aunque, remarca, su gobierno lo hará “siempre en el marco de la ley y con los instrumentos” que la actual proporciona.
“Una de nuestras principales banderas políticas, convertida ahora en una bandera de la mayoría del pueblo, es la convocatoria de una asamblea constituyente, que dote a nuestra patria de una nueva Carta Magna que permita cambiar el rostro a nuestra realidad económica y social”, ha expresado.
“Tengan la seguridad que nunca se hará tabla rasa de la legalidad. Sin duda, para lograr este propósito, tendremos que conciliar posiciones con el Congreso, pues será aquí, en esta casa de las leyes, donde se tendrán que aprobar las normas correspondientes”, ha dicho durante su discurso ante la cámara.
Si bien Castillo ha reconocido que la actual Carta Magna de 1993 no contempla la figura de una asamblea constituyente, ni la elaboración de una nueva Constitución y tampoco la atribución del presidente para convocar un referéndum, sí la posibilidad de un modificación parcial o total por parte del Congreso. También ha recordado que “el poder constituyente originario emana del pueblo y no de los gobernantes, ni de las autoridades”.
“El Tribunal Constitucional señaló hace varios años que este poder debe ser ejercido exclusivamente por el pueblo a través de un referéndum constituyente, por ello, anuncio que presentaremos ante el Congreso, respetando escrupulosamente el procedimiento previsto en el artículo 206 de la Constitución, un proyecto de ley para reformarla que, tras ser analizado y debatido por el Parlamento, esperamos que pueda ser aprobado y luego sometido a referéndum popular”, ha anunciado.
Dicha asamblea constituyente, cuyo único fin será elaborar esta propuesta de constitución, deberá ser “plurinacional, popular, con paridad de género y representación de los pueblos indígenas originarios, afrodescendientes, e independientes de los gremios sindicales”.
“El pueblo peruano debe tener seguridad, no queremos hacer cambios por el hecho de hacerlos, sino que muchas de las disposiciones hoy vigentes solo benefician a las grandes corporaciones para que puedan llevarse nuestras riquezas a raudales. El Estado debe tener libertad para promocionar, vigilar y regular de acuerdo con el interés de las mayorías. Ejecutaremos y respetaremos con energía lo que el pueblo decida”, ha enfatizado entre aplausos Castillo.
Respeto a la propiedad privada
Antes, Castillo ha comenzado su intervención en el Congreso recordando a las víctimas del coronavirus y a todos aquellos que trabajaron en primera línea durante los meses más difíciles de la pandemia, y haciendo referencia a sus orígenes humildes, pues es “la primera vez que Perú será gobernado por un campesino.
“Nos toca gobernar en un momento de gravedad en Perú”, ha reconocido el nuevo flamante inquilino de Casa Pizarro, para quien la salud física y mental “será prioridad” durante su gobierno. “Ninguna familia peruana se quedará sin cobertura médica”, ha avanzado Castillo, quien promete acabar con el centralismo en materia de salud y construir hospitales especializados en cada región.
El nuevo presidente de Perú también ha lamentado la campaña de desinformación y del miedo que se ha estado lanzado en contra de su candidatura, con la que se pretendía hacer creer a la población que con él al frente del país se expropiarían casas, propiedades y automóviles. “Eso es totalmente falso. No haremos eso”.
Castillo ha defendido que la riqueza debe distribuirse de manera equitativa entre todos los peruanos y ha enfatizado que “la propiedad adquirida con el esfuerzo y en el marco de la legalidad está garantizada”, pero lo que sí debe cambiar, ha dicho, son los abusos generados por los monopolios, “como ha sucedido con el gas doméstico y las medicinas”.
Lucha contra la corrupción
El nuevo mandatario también ha tenido palabras para el mediático caso de Lava Jato, una trama de corrupción que si bien ha tejido sus redes por todo el continente, es en Perú donde mayor espacio ha encontrado para pervertir a la clase política, con tres de sus antiguos presidentes implicados.
“Tenemos que desterrar la corrupción, sancionar con dureza a todos aquellos que estén implicados”. En el caso de Lava Jato, cuenta, si bien hay hasta tres presidentes relacionados, “paradójicamente no hay empresarios detenidos, algunos incluso han salido fuera del país, esto no es correcto”.
En materia de empleo, Castillo ha prometido fortalecer las políticas públicas que generan puestos de trabajos, con inversiones millonarias para la modificación y rehabilitación de infraestructuras, o bonos de hasta 700 soles (150 euros) para las familias vulnerables, en especial aquellas que han sido más golpeadas por la crisis económica provocada por la pandemia.
Para “evitar que la falta de equidad siga creciendo”, el presidente peruano ha avanzado que el sistema de educación público será puesto “en estado de emergencia” y propondrá duplicar el presupuesto, recompensando la labor de los docentes, en especial la de aquellos que se desempeñan en los sectores rurales, así como facilitando el libre ingreso a las universidades.
Además, ha prometido fortalecer los servicios públicos que velan por la seguridad de las mujeres que sufren violencia machista, promover la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología, así como políticas más respetuosas con el medioambiente. A su vez, defiende una reestructuración de la cartera de Cultura, promoviendo y desarrollando la pluralidad cultural y lingüística del país.