Patrimonio Cultural reconoce que los monumentos españoles corren el mismo riesgo de Notre Dame si sufren un 'infortunio'
Los expertos insisten en que las instalaciones eléctricas con cierta antigüedad son un "foco de problemas".
El subdirector general del Instituto de Patrimonio Cultural de España, Javier Rivera, ha reconocido que los monumentos españoles correrían el mismo riesgo que la catedral de Notre Dame de París si sufrieran “un infortunio”.
Según ha señalado Rivera en declaraciones a Europa Press, la catedral de León sufrió en 1966 un incendio y “todos los años cae un rayo y destruye una torre o un tejado”. “Si prevenimos y protegemos las estructuras de madera con materiales ignífugos gastamos un dinero en mantenimiento pero minimizamos los males”, ha dicho.
Rivera ha señalado que la prevención de bienes culturales supone “adelantar dinero” que, sin embargo, “no es visible”. En este sentido, ha reclamado “mas medios económicos a la conservación” y “adquirir la costumbre”, al igual que se cuida a las personas o a los coches para prevenir “accidentes”.
En el caso de Notre Dame, la restauración dependerá de “los medios humanos y económicos que se aporten”, aunque ha recordado que el presidente francés, Emmanuel Macron, ha hablado de una “reconstrucción inmediata”.
A su juicio, el debate “más complejo” que se abre es el de los criterios que se van a aplicar: si se va a restaurar lo incendiado, que era de Viollet-le-Duc del siglo XIX ―la aguja, las cubiertas de madera y reconstrucción de las bóvedas― o si se va a recurrir a algún concepto contemporáneo.
En este sentido, cree que se recurrirá a la reconstrucción aunque con materiales “más modernos”, “ignífugos”, que pesen menos y garanticen “más durabilidad”. En ese caso, las obras podrían tardar entre cuatro o cinco años, pero dependerá de los medios. Rivera ha puesto de ejemplo la ciudad española de Lorca, en la que en cuatro o cinco años se recuperó lo dañado en el terremoto de 2011, mientras que en el extremo opuesto se encuentra la localidad italiana de L’Aquila, donde diez años después del terremoto de 2009 no se ha hecho “nada”.
Instalación eléctrica, “foco de problemas”
Por su parte, el coordinador del Departamento de Conservación Preventiva, Área de Investigación y Formación del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), Juan Antonio Herráez, ha señalado en declaraciones a Europa Press que en los edificios históricos que tienen “cierta antigüedad” la instalación eléctrica es “un foco de problemas” y genera “riesgos importantes”.
Según ha explicado, el plan de conservación preventiva contempla distintos protocolos que se desarrollan para hacer seguimiento de los riesgos que se identifican y que pueden afectar al bien cultural. Entre ellos, de los más básicos, destaca el “control de obras y reparaciones”, unas actuaciones “muy básicas”, como pueden ser reparar la instalación eléctrica, que se desarrollan normalmente por empresas ajenas a la propia institución.
Precisamente, el Ministerio de Cultura ha anunciado ya que revisará la seguridad en monumentos españoles tras el incendio que ha destruido la catedral de Notre Dame. Así lo ha avanzado el ministro José Guirao tras el incendio en la catedral parisina que ha calificado de “catástrofe”.
Herráez ha indicado que el protocolo de seguimiento de reparaciones y obras es muy importante y cree que lo ocurrido en Notre Dame tiene que ver con el control de las actividades que desarrolla personal ajeno y que no tiene conocimiento de los riesgos que pueden afectar al patrimonio.
En España, el Plan Nacional de Prevención está impulsado desde el IPCA, pero es un proyecto de coordinación y colaboración con todas las administraciones. “Tenemos una comisión de seguimiento en la que están representadas la mayor parte de las autonomías, y en ella se impulsan proyectos que sirvan para generalizar la conservación preventiva”, ha indicado.
Según ha explicado, el Instituto de Patrimonio Cultural, dependiente de Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte, tiene entre sus cometidos impulsar planes nacionales de conservación de patrimonio. Ahora, aunque están en revisión, tiene 14 planes nacionales en marcha. El primero que se aprobó en marzo de 2011 fue el Plan Nacional de Conservación Preventiva y desde entonces se está intentando coordinar actuaciones con las comunidades autónomas para avanzar en esto.
En cuanto a la coordinación con la Iglesia, que según ha indicado también cuenta con sus planes enfocados a catedrales, conventos y abadías, Herráez ha indicado que aunque no están representados directamente en el Plan Nacional de Conservación, “lo importante es que sean sensibles a los criterios del plan”, algo que ‘está sucediendo’.