"Patata": soldados israelíes sacan de la cama a niños palestinos y les obligan a hacerse fotos
Hasta 13 menores fueron levantados en plena noche, agrupados y forzados a posar entre mofas para dar supuestamente con el autor de un lanzamiento de piedras.
Es el pan de cada día para muchos niños palestinos. La diferencia es que ahora había una cámara grabando. La ONG B’Tselem ha difundido un vídeo en el que se ve cómo una patrulla del ejército israelí llega a una casa de madrugada, saca hasta a 13 niños de sus camas, los reúne en el exterior de la vivienda y les hace fotos de forma ilegal, tratando de buscar, supuestamente, al culpable del lanzamiento de unas piedras. Uno de los uniformados hasta pide a los menores -algunos de ellos llorando y temblando- que digan patata (en inglés y popularizado así en Israel: “say cheese”, di queso). O sea, los hacen posar y sonreír en mitad de una situación angustiosa.
Los hechos ocurrieron el pasado septiembre pero se han conocido ahora y tuvieron lugar en la ciudad de Hebrón, en una zona conocida como H1, donde se supone que la responsabilidad de la seguridad es de la Autoridad Nacional Palestina y no de la potencia ocupante israelí.
Según relata la ONG israelí, los soldados israelíes entraron en la casa de la familia Dana, obligando a los adultos a levantarse y a despertar a los menores. Los padres, calmando a sus hijos, obedecieron todas las órdenes de los militares. Los críos, con edades que iban de la guardería a la primaria, tuvieron que hacer fila en la terraza, algunos se aferraban a los mayores o buscaban un abrazo, sin saber qué estaba pasando. Otros, más ajenos a la escena, reían.
Cuando el soldado dijo “say cheese”, los padres protestaron ante ese gesto, pero los miembros de las IDF volvieron a ordenar a los niños que posaran para la foto y ellos lo acabaron haciendo.
Antes de fotografiar a los menores, se escucha a un oficial israelí que afirma que los niños estaban siendo grabados debido a un incidente de lanzamiento de piedras, aunque no dio detalles de qué niño se sospechaba que lo había hecho ni cuándo y dónde había sido.
Según el diario Yedioth Ahronoth, el ejército de Israel dijo que la conducta del oficial fue “inapropiada”, incluido su “comentario sobre el incidente”. “Ha sid reprendido por su conducta y se agudizarán los procedimientos entre las fuerzas militares para evitar que se repitan incidentes similares”, dijo un portavoz al citado diario.
Los entrevistados describen la experiencia dentro de las cárceles israelíes como “torturadora”, “deshumanizante”, “humillante” y “aterradora”. El cargo más común que se les atribuye es tirar una piedra, delito por el que la pena máxima es de 20 años de prisión. “Sin embargo, la mayoría de estos menores fueron sacados de sus hogares por la noche, con los ojos vendados y las manos atadas a la espalda”, sostiene el informe.
“Muchos niños y niñas palestinos nos han contado que en ningún momento se les informó de por qué los arrestaban ni adónde iban y otros declaran que durante los interrogatorios sufrieron agresiones físicas y no tuvieron acceso a comida, a agua potable o a un aseo. La infancia palestina es la única en el mundo que es enjuiciada sistemáticamente a través de un procedimiento militar en lugar de civil”, concluye el dossier de Save The Children.