Pablo Iglesias escribe en 'The Guardian' sobre los retos del próximo Gobierno
Vox, Cataluña... y el fin del bipartidismo, las tres claves para el líder de Unidas Podemos.
El líder de Unidas Podemos ha ‘cruzado’ fronteras para defender su fórmula de Gobierno de coalición con el PSOE y hablar de los peligros de Cataluña y la ultraderecha. En un artículo firmado en The Guardian, Pablo Iglesias ha detallado en un texto amplio su visión del último mes en España.
“Tenemos que mostrarnos capaces de afrontar el conflicto catalán y el hecho de que España es una nación plurinacional. Eso llamará al diálogo y la empatía”, señala en los primeros compases de su artículo.
Pero Iglesias apunta otro riesgo, la ultraderecha: “Necesitaremos también detener el crecimiento de la ultraderecha por medio de políticas sociales que ejerzan de red de seguridad para los más vulnerables en un momento en el que el frenazo económico amenaza otra vez lo que queda del estado de bienestar”.
“Desde un punto de vista internacional”, prosigue el líder ‘morado’ “el crecimiento de un declaradamente neofranquista partido en la cuarta economía más importante de la eurozona, un partido que muestra su racismo y su filosofía reaccionaria con grupos similares en otros países es una mala noticia para los demócratas y una triste novedad para España”.
Para Iglesias la culpa de este auge de Vox también está en los medios. En The Guardian reconoce que los medios “ultraconservadores” haya normalizado el discurso de la extrema derecha, mientras que culpa a algunos medios progresistas de “poner a Vox en el centro del debate con la intención de movilizar parte del voto de centro izquierda”. Lo que pasó, dice, en las elecciones de abril con la “contundente victoria del PSOE”, pero que también hicieron de Vox un partido “lo suficientemente grande para crecer por sí solo”.
La reciente campaña, que coincidió no solo con la exhumación del dictador Franco, sino también con la sentencia de los líderes independentistas catalanes, lo que provoca enormes manifestaciones y disturbios en Cataluña fue la gasolina que fortaleció a la ultraderecha”, prosigue.
Su cierre es una llamada al final del bipartidismo: “Las elecciones han confirmado por cuarta vez que la era del sistema bipartidista está más que superada”.