Lo que ha pasado a puerta cerrada: de los aplausos a la sensación histórica de los líderes
En las tripas de la cumbre de la OTAN.
Las cámaras se marchan. Se cierran las puertas. Los líderes de la OTAN se miran a los ojos. La sensación es que se está viviendo un momento histórico. Una gran lámpara, con la bandera de la organización, lo observa todo desde el techo. Madrid supone un punto y aparte en la defensa internacional, con un conflicto bélico en Ucrania en estos momentos. El mundo ha cambiado. Y todos son conscientes de que la seguridad es el camino ahora mismo para defender precisamente la paz y los valores democráticos.
En el recinto ferial de Ifema en la capital de España ha arrancado este miércoles la cumbre de la OTAN, la más importante en décadas. De aquí sale un nuevo Concepto Estratégico, señalando a Rusia como la principal amenaza. “Se sentía la sensación de unidad y cohesión”, explican fuentes presentes en la reunión. El propio presidente español, Pedro Sánchez, lanzaba al inicio esta frase a todos: “El mundo nos está observando, mostrémosle unidad”.
Y es que lo que pasa en Madrid durante estas horas marca buena parte del rumbo del mundo. Desde primera hora llegaban a la feria de Madrid los todopoderosos líderes, con Joe Biden a la cabeza. Allí les esperaban el secretario general de la OTAN, Jens Stontelberg, y Sánchez como anfitrión. Muy cariñosos a primera hora se mostraban desde Emmanuel Macron, que le ha dado dos besos al español, y Justin Trudeau, con un abrazo muy cercano. Y el propio líder estadounidense le tocaba la cadera al socialista y le apretaba el antebrazo. Foto de familia, y para adentro.
El acuerdo se había cerrado en secreto la noche anterior. “Tres meses en diez folios”, como reconoce una fuente negociadora, que comenta que se había discutido cada coma, cada expresión, cada palabra. Pero todos llegaban con la idea de que había que salir con unanimidad. El punto más difícil era el sí de Turquía para la adhesión de Suecia y Finlandia, algo que se conseguía in extremis la tarde anterior ya en Madrid, en vísperas de la cena de gala que ofrecieron los reyes de España.
En la sesión de la tarde de este miércoles, en la que estaban presentes precisamente la primera ministra sueca y el presidente de Finlandia como invitados, ha habido hasta aplausos por el paso que se ha dado. La mandataria, según fuentes que estaban en la reunión, ha hecho un discurso en el que ha emocionado al decir que era un país históricamente neutral pero que es consciente del riesgo que corre ahora mismo.
Pero dentro de la reunión también ha habido tensión entre delegaciones por dos temas principalmente: China y la financiación. Por primera vez Pekín aparece en el documento no como amenaza pero sí como “desafío”, por lo que hay algunas diferencias sobre cómo hay que abordar la relación. Al final se ha conseguido salvar el texto en este tema.
La otra tensión venía por la financiación, un tema que se ha tratado en paralelo al Concepto Estratégico y sobre el que finalmente se ha llegado a un acuerdo. El presupuesto común de la OTAN apenas ha variado en las últimas décadas, pero todos han pactado subirlo a partir de ahora con la vista puesta en 2030. En concreto, esa financiación común de la organización (que no tiene que ver con el compromiso de cada país de llegar al 2% del PIB) pasará a incrementarse en un 10% en las partidas militares y civiles y en un 25% en la de infraestructuras. Para evitar un encontronazo, reconocen fuentes conocedoras, se ha decidido no poner cifras concretas sobre la mesa, sino esos porcentajes.
Dentro de la reunión Biden explicaba la promesa de ampliar sus efectivos en el continente europeo. Muchos de los líderes han querido mostrar la sensación de agradecimiento al estadounidense por ese esfuerzo y lo han verbalizado durante su turno de intervención. Y una cosa que han hecho muchos de los participantes es también poner en valor el papel que ha jugado España y la organización llevada a cabo. De hecho, el único error que ha habido en protocolo ha sido por parte de la OTAN, que ha colocado al revés la bandera española. La organización ha pedido “perdón” por el error y lo ha corregido inmediatamente.
La delegación española habla del “orgullo” de país por cómo están saliendo las cosas. “Muy satisfechos”, repiten en el entorno del presidente “Todos nos reconocen como un socio leal y fiable”, ponen en valor en La Moncloa. Durante las negociaciones, la orden que dio el presidente del Gobierno fue que España hiciera de “puente” para llegar a un gran acuerdo y que saliera una nueva hoja de ruta. A partir de ahora se conocerá como el “Concepto Estratégico de Madrid”. Adiós a Lisboa. El nuevo camino se ha iniciado en la villa y corte.
Otro de los momentos más solemnes que se ha vivido dentro ha sido cuando ha intervenido por videoconferencia el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, que ha sido muy rotundo ante los líderes de la OTAN: hay que acabar con las “zonas grises” y dar una “respuesta firme a las acciones de Rusia”. Los mandatarios han escuchado muy atentamente y muchos también se han emocionado en varios de los momentos de la cumbre. Se ha aplaudido en varias ocasiones.
Una cumbre en la que la mayoría llevaban en la solapa el pin oficial, pero Biden ha preferido lucir una bandera de los Estados Unidos. Todo ello entre una fortísimas medidas de seguridad que nunca se habían visto en la capital española. Policías en cada esquina, perros rastreando, tanquetas, helicópteros sobrevolando. Y como testigos más de mil periodistas llegados de todos los rincones del mundo concentrados en un macrocentro de prensa también en Ifema (muy atentos también todos al wifi por los inhibidores de Biden, pero la organización muy atenta dando cables de conexión para que todo saliera perfecto). Directos en las televisiones, titulares en japonés, corrillos en español, entrevistas en alemán. No importan los idiomas a la hora de comer, sí los horarios (la prensa internacional a las doce ya estaba zampando). Como platos principales: bocadillos de tortilla de patatas y de jamón.
En Madrid se ha cambiado hoy parte del mundo.