Detenida la doctora Noelia de Mingo por agredir con arma blanca a dos mujeres
En 2013 fue condenada por matar a tres personas en el Hospital Jiménez Díaz. Ha sido ingresada en una unidad psiquiátrica.
La Guardia Civil ha detenido a Noelia de Mingo por acuchillar presuntamente a dos personas en un supermercado de la localidad madrileña de El Molar. De Mingo fue condenada en 2013 por matar a tres personas y herir a otras siete durante un brote psicótico en el Hospital Jiménez Díaz, donde trabajaba.
La agresión múltiple se ha producido este lunes en el comercio situado en la avenida de España. Hasta el lugar se han desplazado sanitarios del Summa-112, que han atendido a dos personas acuchilladas. Una de ellas es una mujer de 46 años, que tenía una herida de arma blanca en el hemitórax izquierda.
Tras ser estabilizada, la primera víctima ha sido trasladada en ambulancia al Hospital 12 de Octubre de Madrid. También han asistido a otra persona, una mujer de 53 años, con varias heridas incisas de carácter moderado. Cuando sea estabilizada, será evacuada al hospital.
Tras su detención, los servicios de emergencia han ingresado forzosamente a Noelia de Mingo en la Unidad de Psiquiatría del Hospital Infanta Sofía, donde permanecerá hasta que pase a disposición judicial.
Puesta en libertad en 2017
La Audiencia Provincial de Madrid dejó en libertad en octubre de 2017 a Noelia de Mingo, condenada en 2006 a 25 años de internamiento psiquiátrico por matar a tres personas y herir a otras siete.
Tras seis años interna, De Mingo comenzó en 2011 a disfrutar de salidas terapéuticas durante varios años, algunos de estos permisos de varios meses y que habían sido autorizados por un juez de vigilancia penitenciaria. En ninguna de estas salidas se habían registrado problemas.
En octubre de 2017, la Audiencia Provincial acordó sustituir el régimen interno de Noelia de Mingo por tratamiento ambulatorio y custodia familiar a cargo de su madre y bajo estricta vigilancia clínica de su psiquiatra de cabecera. Tanto su progenitora como el profesional sanitario debían informar de forma puntual de la evolución de su dolencia, por si fuese necesario aplicar medidas terapéuticas de urgencia.
Los magistrados resolvieron que aunque padecía una enfermedad para la que no se conoce cura -esquizofrenia paranoide crónica-, De Mingo se mantenía estable. Al parecer no había vuelto a presentar episodios de descompensación desde su internamiento y era plenamente consciente de su dolencia.