Ningún film puede decir todo. 'Roma' tampoco
Es curiosa e interesante la polémica, tan rica y apasionada, en torno a Roma, la película de Cuarón. Muchos le reprochan que "romantice la desgracia de las trabajadoras domésticas en México" e incluso que sea "una oda a la explotación". Parece como si, al no haber golpes, injurias y agresiones manifiestas, se ocultara la dominación. Incluso varias voces concluyen que el film cae en la complacencia. Me asombra que para calificar lo que vemos como una situación de dominio, sumisión, relación jerárquica y de poder, necesitemos que aparezcan "grilletes".
Cierto, las "señoras" de este film no pegan y no insultan a sus empleadas. Es decir, personalmente no son unas malvadas. Son simplemente "las señoras". Ni más ni menos. Viendo la película, ¿alguien duda de quién ejerce el control y tiene la sartén por el mango? ¿No queda claro que estamos ante una estructura desequilibrada donde unas mandan y otras obedecen, que las empleadas no tienen prácticamente ni vida privada ni margen de maniobra? ¿No está claro que viven en la indefensión?
Así, cuando Cleo le confiesa a la señora que está embarazada, ¿cabe duda alguna de que es la señora quien tiene en exclusiva el poder de decidir si la echa a la calle o no? Y seguramente muchas señoras (no sé en qué proporción, pero muchas) habrían dicho: "Pues cuánto lo siento, pero claro, así no vas a poder seguir trabajando. Tendrás que volver al pueblo con tu madre", como si ignoraran que la chica dejó su pueblo porque allí la miseria era insoportable.
Las relaciones entre "las señoras y el servicio" que muestra este film no son sádicas ni brutales pero no creo que eso implique que niegue el marco de dominio y sumisión en el que se dan.
No, aquí las señoras no son unas desalmadas. Pero, cabe preguntarse ¿es que todas las personas de la burguesía o clase media lo son? Afirmarlo suena muy radical pero en el fondo no lo es porque ignora lo esencial: el problema es la estructura (que es la que hay que combatir).
Es decir: la atrocidad reside en la estructura en sí. Lo atroz es que alguien, para sobrevivir, tenga que prácticamente renunciar a tener una vida propia (más allá de unas horas de asueto a la semana) y carezca de un margen aceptable de autodeterminación y autonomía. Eso es tremebundo (aunque nadie le pegue o le escupa).
Por poner un símil: para considerar que un film no es machista, ¿es preciso que todos los hombres que aparecen violen y peguen? Si no lo hacen, ¿nos parece que niega la existencia del patriarcado, que es una loa incluso? Pues claro que no. Sabemos que estructuralmente, como grupo, los hombres tienen el poder y sabemos que las relaciones privadas no están –no pueden- al margen de esa configuración pero también sabemos que las realidades son variadas, que, dentro de esa estructura, las situaciones concretas pueden revestir múltiples matices y complejidades.
O sea, este film no describe un escenario de máxima brutalidad pero no oculta que la situación en sí, estructuralmente hablando, es de extrema desigualdad. Y me extraña que se pueda afirmar lo contrario, es decir, afirmar que la oculta, poniendo como ejemplo lo que, justamente, el propio film nos muestra. Así, por ejemplo, la película muestra cómo todos disfrutan por igual viendo la tele, pero quien tiene que interrumpir el visionado es "la mandá". No la mandan insultándola, cierto, la escena es más sutil e interesante porque muestra hasta qué punto está "naturalizada" la sumisión, tanto por parte de los amos como de las criadas. Y lo mismo podemos decir cuando Cleo y su compañera comentan que la señora las vigila para que no gasten luz... Si Cuarón quisiera ocultarnos esa realidad del dominio, control y desigualdad en la que viven, ¿nos la habría mostrado? Muy tonto tendría que ser para querer ocultarnos algo mostrándolo...
Lo mismo podemos pensar cuando vemos su habitación, mucho más pequeña e incómoda y separada de la casa.
Y muestra cómo esas mujeres, desde que se levantan hasta que se acuestan, se ocupan de todo (incluido limpiar las cagadas del perro).
¿El episodio de las vacaciones? Ese es más interpretable. Hay quien lo lee como una agresión de la señora que no respeta el duelo de su empleada. Cierto que probablemente la señora se la lleva a la playa porque la necesita pero ¿podemos descartar que también sea por su bien?
Yo, personalmente creo que Cleo, de haberse quedado sentada en su cuarto, quizá habría terminado tirándose por la azotea. En momentos de angustia y depresión no está claro que lo ideal sea permanecer cortada del mundo, sumida en sí misma, quieta, reconcomiéndose.
Y creo que lo que atormenta a Cleo, como después dice, no es tanto el hecho de que la niña naciera muerta como el hecho de que eso era lo que ella, en el fondo, deseaba. Vive, por lo tanto, esa muerte con mucha culpabilidad. El episodio de salvar a la otra niña, le sirve justamente para "saldar la deuda" con su conciencia, librar su culpabilidad. Es como si hubiera pagado un rescate: "Sí, quise que la otra muriera pero he salvado a esta: vida por vida, ya estoy en paz".
También reprochan al film que Cleo no se exprese. Creo, como comenté en otro lugar, que es un film poco introspectivo y, además, aunque no sé nada de las culturas indígenas de México, sé que las culturas rurales de esos años en España, eran así, de pocas palabras.
E igualmente a muchos críticos les parece mal que Cleo, lejos de ser un personaje rebelde, sienta cariño por esa familia.
Quienes hemos convivido en casas donde había "servicio" sabemos que la sumisión no excluye el amor y el afecto. Ocurre igual que ocurre en muchos hogares: todos los miembros explotan a la madre (o, por decirlo más suavemente, se aprovechan de ella) ¿significa que es imposible que la quieran y que ella, en vez de odiarlos, también los quiera a pesar de que lleguen, coman y se tumben a ver la tele o a enredar con el móvil sin ni siquiera darle las gracias?
Es más, en épocas y lugares donde los estamentos sociales están muy normalizados, los roles de clase suelen estar igualmente muy interiorizados. Yo, que me eduqué durante el fascismo, recuerdo perfectamente que "los pobres" se sentían realmente agradecidos de la "generosidad de su señorita" cuando ésta les regalaba un traje que ella ya no se ponía. Tenían muy asumido el orden jerárquico. Es lo que aún les pasa a muchas mujeres: siguen considerando que los hombres, por serlo, tienen "derechos": a tener relaciones sexuales con ellas dónde, cuándo y como a ellos les plazca; a entrar y salir sin dar explicaciones; a no ocuparse de los hijos ni de la casa, a ir de putas, a desaparecer si les conviene...
En conclusión, creo que lo que muchas personas le reprochan a la película es que no cuente exactamente lo que ellas querrían que contara: señoras extremadamente crueles -para que quede bien claro en qué consisten las clases- indígenas en insurrección, personal doméstico en rebeldía, etc.
Ese no es el film de Cuarón.
Sí, me llama la atención el ensañamiento contra Roma. Pregunto: ¿en México, cada vez que sale un film se le pasa al peine fino de esta manera? ¿Si yo no he oído nada similar contra otras películas es porque todas las demás narran situaciones de insurgencia? ¿las demás están protagonizadas por mujeres indígenas que hablan abundantemente y se proclaman rebeldes?
Las críticas a este film me recuerdan a las que algunas gitanas le hicieron a Carmen y Lola: que las protagonistas trabajaban en mercadillos, que las familias no veían con buenos ojos el lesbianismo, etc. Todo se resumía en un macro reproche: "Este film no nos representa".
Pero digo yo, ¿alguna película puede representar toda la riqueza y complejidad humana? Pues no, ni siquiera puede representar la de cinco gitanas, ni la de dos, ni la de una...
¿Por qué ese rechazo y esa ira frente a películas que justamente crean lazos de interés hacia colectivos socialmente marginados?
¿Por qué esas exigencias tan duras con filmes que hacen a las mujeres protagonistas, que, además, se centran en grupos tan carentes de representación socialmente compartida y que fabrican una mirada de empatía?
Son preguntas que me hago...
Claro que, como es bien sabido, el texto se construye también con el lector o lectora. Cada cual ve la película a partir de su propia historia, sus vivencias, sus expectativas, pero, ya digo, me asombra tanto rechazo (sobre todo si comparo ese desagrado con la complacencia que muestran hacia películas y series totalmente reaccionarias).
Sigo pensando que Roma es un magnífico film que nos abre las mentes. Sigo agradeciendo que muestre la solidaridad (limitada, cierto, por las barreras de clase, pero real) entre mujeres, conscientes de que, estén donde estén en la escala social, siempre tienen un "señor" por encima.