Navidad: una apuesta muy rentable
La COVID, como si de El Grinch se tratase, pretende arrebatar a los ciudadanos la Navidad. Una Navidad muy esperada, a la luz de las cifras que esta promete.
Se acerca el mes de diciembre y los comercios, apurados por el deterioro que presentan, así como los malos indicadores que ensombrecen el futuro de la economía española, se preparan para una Navidad incierta. Una Navidad que, como nos tiene acostumbrados cada año, deja grandes registros en materia de ingresos. Hablamos una época en la que se da un notable incremento del consumo por parte de los ciudadanos, con motivo del tan característico gasto navideño que realizan. Sin embargo, hablamos de un gasto que, a la luz de los datos que miden la incidencia del virus en la población, podría no repetirse de la misma forma este 2020.
Y es que, la incidencia del virus, en un escenario en el que el consumo precisa de contacto social para que este se produzca, es la mayor amenaza posible; por lo que su contención, teniendo en cuenta de lo que hablamos, es una tarea prioritaria para el Gobierno. Una contención que, por el momento, sigue sin darse, pero que, de seguir así, comenzará a mermar uno de los momentos más dulces, económicamente hablando, del año. Y es que, además del soplo de aire fresco que supone la Navidad para los comercios, hablamos de un fenómeno que beneficia, además de que lo hace de forma más simétrica, a otros muchos sectores de gran relevancia para nuestra economía y que, de la misma forma, se han visto duramente afectados por la pandemia.
Para hacernos una idea, sectores como la hostelería, el transporte, así como otros muchos sectores muy castigados por la pandemia, se ven beneficiados, tanto de forma directa como indirecta, por este incremento del consumo que supone el fin de año; debiendo tener en cuenta que el año pasado, por ejemplo, el 15% del gasto navideño, como señala Exceltur, fue destinado a viajes. Y es que, solo el sector hostelero, por ejemplo y en condiciones normales, se juega el 25% de la facturación anual en estos meses tan señalados; un dato relativo que asciende hasta niveles muy superiores si tenemos en cuenta la particularidad de este año, pudiendo llegar a jugarse cerca del 90% de la facturación esperada durante el presente ejercicio.
En cifras, si atendemos a los informes que, anualmente, publica la consultora Deloitte sobre el consumo navideño, los españoles, de media, son los ciudadanos que, por detrás de Reino Unido, más gastan durante los meses de Navidad. El pasado año, la media de gasto en los hogares españoles volvió a arrojar un crecimiento respecto al ejecutado durante el ejercicio anterior. En este sentido, estamos hablando de un gasto que, por hogar, ronda los 550 euros. En resumen, un gasto que, como muestra la consultora, dejó en el país durante el año pasado la friolera cifra de 11.000 millones de euros de gasto, que supuso la campaña al cerrar el ejercicio. Para hacernos una idea, en torno al 0,9% del PIB, en solo un mes.
De la misma forma, por el lado del empleo, la patronal del sector de las agencias de empleo temporal, durante el año pasado, cifró que en España se generaron más de medio millón de contratos por la campaña navideña; pese a que la economía venía desacelerándose desde el tercer trimestre. Sin embargo, en condiciones normales, hablamos de una cuantía que suele alcanzar el millón de contratos; curiosamente, una cifra similar al registro que muestra nuestro país en materia de destrucción de empleo durante la COVID. Pero lo realmente destacable de esta situación no es la creación de empleo en el país, sino lo que ocurre con este. En este sentido, atendiendo a estos mismos indicadores, del empleo generado, entre un 20% y un 25% se convierte en empleo indefinido; lo cual representa un agregado para una economía que entraba en esta crisis con un paro estructural del 14%, así como un paro juvenil del 36%.
Los datos hablan por sí solos. Sin embargo, la incidencia de la COVID, teniendo en cuenta que estamos a semanas del Black Friday y que este representa aproximadamente el 23% del gasto navideño de los españoles, pone en peligro una campaña navideña muy esperada. Una campaña que, de darse como se esperaba, podría suponer una inyección de recursos extraordinaria para unas empresas que ya se muestran incapaces de adoptar estrategias que puedan revertir la situación. Pues, en definitiva, la cuenta atrás ha comenzado; a la espera de que las medidas del Gobierno surtan efecto y no, como ocurría en el cuento de Navidad con el Grinch, la Covid acabe arrebatándonos la Navidad.