Mujeres en las Fuerzas Armadas, un compromiso con la paz
España es un referente internacional en la integración real de la mujer y en su compromiso por la paz, la libertad y la seguridad.
En 1988 se aprobó la incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas, y a día de hoy más de 15.700 mujeres han ingresado en sus filas como oficial, suboficial y tropa y marinería lo que constituye un 12,84% de los 120.000 efectivos, situando a España en cabeza de los países de nuestro entorno y por encima del promedio de los países de la OTAN cuyo porcentaje ronda el 11,3%.
La igualdad está presente, como principio transversal, a lo largo de toda la carrera profesional del militar, tanto en la forma de acceder a la misma como en los procesos de formación y promoción profesional. La mujer puede acceder, en igualdad de oportunidades con el hombre, a todos los cuerpos y escalas militares, puede alcanzar todos los empleos militares y puede ocupar todos los puestos, incluidos los denominados puestos de combate. En este sentido, el nombramiento de Patricia Ortega en julio de 2019, como primera general, supuso un paso más en la integración plena de las mujeres en las Fuerzas Armadas.
En la actualidad, dentro de la escala de oficiales, contamos con 26 mujeres coroneles, 200 teniente coroneles, 251 comandantes, 561 capitanas o 426 tenientes, por citar algunas cifras. Todas ellas, junto al resto de oficiales, suboficiales y militares, demuestran que, por encima de los riesgos que acompañan a la milicia, tienen el firme compromiso de servir a la paz y seguridad internacional con la máxima entrega que se puede exigir a un militar, su propia vida.
Como ocurrió en 2007, en Herat, Afganistán, donde la cabo Idoia Rodríguez Buján, se convirtió en la primera mujer militar española fallecida en una misión internacional, por la explosión de una mina bajo el blindado BMR en el que viajaba.
En recuerdo de ella, coincidiendo con el 8 de marzo, Día de la Mujer, se premia todos los años la “labor de personas e instituciones, tanto militares como civiles que hayan realizado actuaciones relevantes o ejemplares para potenciar el papel de la mujer o para apoyar la igualdad de oportunidades y de género en las Fuerzas Armadas”.
La participación en operaciones en el exterior es una de las principales características de las Fuerzas Armadas del siglo XXI. Quiero destacar dos características de los despliegues internacionales de las Fuerzas Armadas españolas: la empatía y respeto de nuestros soldados con las poblaciones locales, y el valor operacional de nuestras mujeres militares. España es un referente internacional en la integración real de la mujer y en su compromiso por la paz, la libertad y la seguridad y un ejemplo por el intachable comportamiento y profesionalidad de nuestros militares.
Vivimos en un mundo globalizado, en el que existen muchas guerras y conflictos armados, donde las agresiones contra las mujeres y los menores se han convertido en auténticas “armas de guerra”, aplicadas masiva y deliberadamente como tácticas ofensivas con el fin de amenazar, desmoralizar y causar el mayor daño psicológico posible al adversario, muchas veces perteneciente a otra etnia o grupo social.
No podemos bajar la guardia en el tema de la paz, la libertad y la seguridad, debemos recordar que actualmente existen más de 25 conflictos activos en el mundo y casi 80 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares a la fuerza, según el último informe de ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados), la mayoría mujeres y niñas.
Por eso, tenemos que ser conscientes de esta situación y cumplir con los compromisos asumidos en el marco de la Agenda Mujeres, Paz y Seguridad de Naciones Unidas, en defensa de la igualdad de género y en el reconocimiento del papel que desempeñan las mujeres en la prevención y solución de los conflictos, así como en el mantenimiento, fomento y estabilización de la paz. Su presencia ayuda a consolidar los procesos de paz y contribuye a empoderar a las mujeres de las zonas de conflictos, convirtiéndolas en agentes de paz.
Resaltar el papel sobresaliente que están jugando nuestras Fuerzas Armadas en zonas de conflicto, y especialmente las mujeres militares, quienes provocan un efecto moral importantísimo en la población femenina local, a la que su imagen de liderazgo y profesionalidad transmite ánimo, orgullo y esperanza en el futuro, especialmente a mujeres y niñas.
Nos sentimos profundamente orgullosos de la actuación de nuestras Fuerzas Armadas, siempre intachable y ejemplar durante los más de 30 años que España lleva participando en misiones internacionales de paz dentro de los paraguas de Naciones Unidas, Unión Europea u OTAN, así como de las Coaliciones Internacionales. Unos años en los que los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas han exportado los mejores valores de nuestra sociedad desde el respeto a la diversidad cultural y a la dignidad de todos los pueblos, protegiendo a las poblaciones más vulnerables, creando los entornos seguros que permiten abrir un espacio para la política, asegurando la distribución de ayuda humanitaria y garantizando el ejercicio de derechos universales, entre ellos, por supuesto, la igualdad.
Como señaló Nelson Mandela, en la Convención mundial sobre la paz y la no violencia, celebrada en enero de 2004 en Nueva Delhi: “La paz no es simplemente la ausencia de conflicto; la paz es la creación de un entorno en el que todos podamos prosperar”. Todos debemos trabajar cada día para conseguir ese entorno seguro donde vivir en paz, en libertad y, por supuesto, en igualdad.