Mujeres en plena guerra en Ucrania
Desde hace tres meses, Ucrania vive al ritmo de los combates, los avances y los retrocesos de las tropas rusas.
El 24 de febrero comenzó la guerra en Ucrania. Desde hace tres meses, el país vive al ritmo de los combates, los avances y los retrocesos de las tropas rusas. Al menos 15.000 personas han perdido la vida en el bando ucraniano. 8 millones de ucranianos han tenido que desplazarse dentro del país y 6,4 millones han huido al extranjero.
Aunque la ley marcial, que acaba de ser prorrogada por tres meses, se aplica a los hombres de entre 18 y 60 años, también son mujeres las que han decidido estar en el frente, formar parte de la resistencia y tomar las armas. Y sufren atrocidades difíciles de describir, incluida la violación.
Tanto si han decidido quedarse como si intentan huir o lo consiguen, las mujeres ucranianas pueden acabar en una situación muy vulnerable. Es a ellas a quienes la edición francesa del HuffPost ha decidido dedicarles su reportaje del 24 de mayo, tres meses después de la invasión ordenada por Vladimir Putin.
Mujeres y niños compartiendo coches conducidos por mujeres. Desde principios de marzo, las mujeres polacas se han organizado para transportar a refugiadas ucranianas a un lugar seguro desde uno de los pasos fronterizos en Dorohusk.
La iniciativa es obra de Ella Jarmulska, una empresaria y madre polaca de 38 años que vive en las afueras de Varsovia, la capital de Polonia. Al comienzo de la guerra en Ucrania, quiso actuar. Comenzó organizando una recogida de artículos de primera necesidad en el colegio de su hija. Dinero, pañales, leche para bebés, comida, medicamentos...
“Entre las mujeres que se han quedado cunde la incertidumbre sobre su futuro, sobre el futuro de sus hijos, tienen ansiedad, estrés...”. Olena Serhieienko es matrona y miembro del equipo de Médicos del Mundo en Dnipro, al este de Ucrania. Desde el 24 de febrero, fecha en que comenzó el conflicto, ha presenciado las consecuencias de la guerra en la salud mental y física de las mujeres embarazadas que se han quedado.
Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, 265.000 mujeres ucranianas esperaban un hijo cuando comenzó la guerra y se esperan 80.000 nacimientos en los próximos tres meses. Son varios los reporteros estadounidenses sobre el terreno los que se han interesado por su situación. Es el caso de Andrew E. Kramer, que ha visitado un hospital infantil en Kiev a principios de mayo para The New York Times o Lauren Egan, que ha visitado otro hospital en Varsovia, la capital polaca, para NBC News a finales de abril. Ambos corroboran el estrés que sienten estas mujeres y las complicaciones que les provoca durante el embarazo.
“Si en tu pasaporte pone que eres un hombre, no te dejan cruzar”. Zi Faámelu es una mujer trans de 31 años de Kiev. Aunque finalmente consiguió huir de su país, primero se enfrentó a lo que ella define como “una guerra dentro de la guerra”: la transfobia en medio del conflicto armado.
En abril, se calcula que 5 millones de ucranianos habían huido de su país. Para las personas trans, la decisión de abandonar sus hogares supuso una dificultad adicional. “Durante una reciente visita a Ucrania, también me informaron de que algunas personas transexuales tienen dificultades para salir del país”, ha explicado Dunja Mijatović, comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, el 17 de mayo.
Así como el derecho al aborto está amenazado en Estados Unidos, el tema está también muy presente en Polonia, un país muy reacio al aborto y donde muchas mujeres ucranianas, víctimas de la trata, la violencia y las violaciones, se han refugiado desde el inicio de su guerra con Rusia. Las ONG y los activistas, como Women On Web, intentan ayudarlas.
Esta organización, que ofrece servicios de aborto, está presente en Polonia desde hace años. “Antes de la guerra, las mujeres polacas solían cruzar la frontera para abortar en Ucrania, donde la legislación era menos dura”, explica Venny Ala-Siurua, directora ejecutiva de la ONG.
Desde 2005, Women on Web proporciona kits de píldoras abortivas a mujeres con embarazos de menos de 12 semanas en más de 200 países, incluida Polonia. Recibimos unos 25.000 mensajes al año de este país”, asegura. Entre 2020 y 2021, recibimos 60.000 solicitudes. Aunque no todas las solicitudes puedan ser atendidas, la cifra es muy alta”.
La violencia sexual vuelve a ser un arma de guerra. En Ucrania, al igual que en otros conflictos bélicos, se multiplican los testimonios y los relatos de violaciones y violencias sufridas por la población ucraniana, especialmente por las mujeres. Son difíciles de documentar y, cuando se documentan, corren el riesgo de volver a traumatizar a las víctimas.
El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) anunció el 17 de mayo el despliegue de un equipo de 42 investigadores y expertos en Ucrania, la mayor misión jamás enviada sobre el terreno, para investigar los crímenes de guerra cometidos durante la invasión rusa.
Son muchos quienes recogen información sobre el terreno: periodistas, ONG, activistas, agentes locales, Policía, el gobierno ucraniano... Sin embargo, no todo el mundo está cualificado y formado para recoger los testimonios.
Este artículo fue publicado en el ‘HuffPost’ Francia y ha sido traducido del francés por Daniel Templeman Sauco.