Una mujer que pidió la eutanasia se quita la vida en un hotel madrileño
La paciente había alertado de los impedimentos para lograr la autorización médica, según 'El País'.
Una mujer se ha quitado la vida en un hotel de Madrid el pasado domingo, después de haber solicitado la eutanasia. Se trata de una paciente que días más tarde de que la nueva legislación que reconoce este derecho entrase en vigor, había cursado la petición a su médico de referencia en el Hospital Gómez Ulla de Madrid.
Según ha podido saber El País, esta persona realizó la solicitud el 7 de julio pidiendo ayuda para morir. Inicialmente, la profesional sanitaria le corroboró que así sería, pero 48 horas más tarde le comunicó que se había declarado objetora de conciencia. Por lo tanto, era necesario que otra médico examinase a la mujer y estudiase de nuevo si cumplía con los requisitos para ejercer el derecho reconocido por la ley.
No obstante, y según el mismo diario, la mujer solo obtuvo silencio por respuesta. Desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid le han comunicado a El País que el siguiente profesional que valoró su situación consideró que no cumplía los criterios necesarios para recibir la asistencia.
En este sentido, el rotativo ha asegurado que durante la entrevista con la paciente se había quejado de que nunca llegó a ser evaluada por otro médico. Además, el mismo diario explica que la dolencia de la mujer se trataba de una patología crónica osteomuscular incurable que padecía desde hace 14 años y que se había visto agravada por un cáncer de vejiga y una intolerancia a los opioides que debían calmar su dolor.
“No se trata de un capricho, es que mi vida consiste en sufrir lo menos posible, y aun así mi sufrimiento es intolerable. Por eso digo que a lo mejor aguanto hasta octubre o a lo mejor no”, había asegurado la mujer que se quitó la vida con una substancia en el mencionado hotel.
Desde la asociación DMD
De igual forma, el asesor de la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) y doctor Fernando Marín había explicado al periódico que él presentó una queja a la Dirección General de Humanización y Atención al Paciente de la Comunidad de Madrid y que esta se limitó a remitirla a la Viceconsejería de Asistencia Sanitaria y Salud Pública.
“Una semana después todavía no tengo ninguna respuesta, lo cual es claramente irregular”, había lamentado la mujer, sentenciando el día 3 de septiembre que “a lo mejor aguanto hasta octubre o a lo mejor no...”.