Mitt Romney: el excandidato republicano que votó contra Trump
Un gesto histórico, pero irrelevante ante la mayoría de fieles al presidente.
Un gesto histórico. Inútil, pero terriblemente simbólico. El protagonista ha sido Mitt Romney, candidato republicano a la presidencia en 2012 y actual senador por Utah. A última hora ha anunciado su intención de votar contra su líder, Donald Trump en la fase definitiva del ‘impeachment’ contra el presidente.
La sorpresa ha sido relativa; el excandidato es un convencido enemigo de Trump. Lo ha hecho, “por Dios, por su fe”, como ha anunciado sin casi poder pronunciar las palabras.
Sin embargo, su cambio de voto no ha modificado el resultado final; los republicanos, –los suyos, le guste o no– han mantenido la mayoría numérica en el Senado y han rechazado las acusaciones contra el presidente al declararle “no culpable” de los cargos de “abuso de poder” por 52 votos frente a 48.
O lo que es lo mismo, los 47 opositores más Romney. Pero el frente demócrata necesitaba muchos movimientos de bando para que le saliesen las cuentas, no solo el del excandidato conservador.
Lo llamativo es que ni siquiera ha mantenido su opción. En la segunda votación, la de la supuesta “obstrucción”, el senador por Utah ha mantenido la disciplina de partido y ha estado en el ‘no culpable’, dejando la cuenta final en 53 apoyos frente a los 47 contrarios.
Tanto él como su compañera de bancada –y de antipatía hacia el jefe de los conservadores– Susan Collins, representante en la Cámara Alta por Maine desde 1997, ya habían roto la disciplina de voto al apoyar que sí hubiera testigos en la última fase del juicio político.
Entonces y ahora, su disensión significó poco más allá de la anécdota; a Trump le siguieron saliendo las cuentas para vetar la presencia de John Bolton y otros posibles testimonios. Y este miércoles le han vuelto a salir.