Mariano Esteban, uno de los españoles que trabajan en la vacuna: "Los científicos hemos estado en condiciones paupérrimas"
"No va a ocurrir lo mismo que en marzo", asegura el virólogo, jefe de un equipo del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC.
Mientras España entera estaba pendiente de la llegada de los Reyes Magos y ni por asomo miraba a lo que sucedía con un virus en la otra punta del mundo, Mariano Esteban ya empezaba a plantear una vacuna para frenar al Sars-CoV-2, que se expandía sin oposición por el país asiático y por el resto del mundo.
Este vallisoletano, jefe del grupo de Poxvirus y vacunas del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, le comentó a su compañero Juan García Arriaza que iban a ponerse a investigar para lograr una vacuna. Y que concretamente lo iban a hacer basándose en una modificación de la que erradicó la viruela.
El 10 de enero, cuando conocieron la secuencia completa de los 30.000 nucleótidos del coronavirus, publicada por investigadores chinos, Esteban y su equipo se remangaron y se pusieron manos a la obra.
Querían y quieren conseguir lo que ya han logrado con otros virus emergentes en sus más de 30 años de investigación: han obtenido, entre otras conquistas, vacunas contra la fiebre chikungunya (con una eficacia del 100%), el zika (100%) o el ébola, (80%).
Estarán siendo meses de muchísimo trabajo.
Están siendo muy intensos. Empezamos con el diseño de una vacuna y hemos ido recorriendo etapas en unas condiciones muy difíciles. Teníamos un confinamiento, una limitación a nivel de personal e inicialmente no había una financiación preparada en esta dirección. Después sí que se han ido incorporando otras propuestas de financiación. Éramos 20 en 2008 y fue disminuyendo el personal. Ahora con las nuevas incorporaciones somos diez, pero hace poco llegamos a ser siete.
¿Siente presión si le dicen que estamos, en parte, en sus manos?
No, no. Soy científico y llevo toda mi vida trabajando en la ciencia. Sabes al ritmo al que te puedes mover y al que se mueve la ciencia. Puedes ir más deprisa, pero tienes que contar con los recursos que tienes. Desde el punto de vista del desarrollo de la vacuna lo hemos hecho al mismo tiempo que el grupo de Oxford. Ellos con otro virus distinto, un adenovirus, y nosotros con un virus que se utilizó en la campaña de erradicación de la viruela.
La ventaja del nuestro es que ha demostrado una alta eficacia como vacuna y que lo podemos utilizar incorporando genes de otros patógenos como vacuna contra estos otros patógenos. Tenemos mucha experiencia sobre el entendimiento de este tipo de virus, que presentan una capacidad potente de respuestas inmunológicas duraderas. Queremos que la vacuna tenga un efecto prolongado y no transitorio.
¿Se podrá probar la vacuna en humanos a final de año?
Nosotros hemos hecho ya la experimentación en ratones y hemos visto que tiene muy buenas características inmunogénicas, desde el punto de vista de activación de linfocitos B, capaces de producir anticuerpos neutralizantes, y linfocitos T, que son los encargados de destruir células infectadas. La vacuna responde muy bien en modelo animal y ya hemos transferido a una empresa gallega, Biofabri, la producción GMP (Buenas Normas de Fabricación) y la utilización para esas fases clínicas. A ver si podemos llegar a finales de año iniciando un ensayo clínico.
También hemos hecho una patente de la vacuna y hemos aplicado a un programa mundial de apoyo a ensayos clínicos y producción de vacunas en gran escala. Estamos en concierto para colaborar con otras empresas si llegara el caso de producción en más cantidad. Tomamos todas las iniciativas junto a la Agencia Española del Medicamento y es muy importante que estemos todas las partes trabajando conjuntamente.
Entonces, ¿qué partes del proceso quedan todavía?
Primero uno tiene que demostrar en fase preclínica que cumple con los objetivos deseados de seguridad e inmunogenicidad. Luego ya pasas a la fase clínica en la que tienes que tener la vacuna en condiciones GMP para su uso. En fase 1 le administras la vacuna a un número reducido de voluntarios sanos y en mes y medio ves si no ha pasado nada y no tienen efectos adversos. En fase 2 habría un mayor número de voluntarios y veríamos más la seguridad si cumple con los preceptos de respuesta inmunológica que pueda conferir protección.
En fase 3, ya con miles de individuos, veríamos la eficacia. Se necesita un número amplio y suficiente en el que obtener resultados que sean significativamente estadísticos. Lo tenemos proyectado en varios hospitales de España de distintas zonas, aunque también consideramos la posibilidad de ir a países hispanoamericanos donde la incidencia es más alta que en España. Todo esto se haría a lo largo de 2021. Cuando ya terminas ese ensayo clínico de fase 3 ya lo podrías administrar a cientos de miles o millones de personas y se podría producir la vacuna, que requiere acuerdos con empresas
¿Cómo se toma la decisión de realizar una vacuna a partir de este tipo de virus?
Fue una decisión personal. Rápidamente hablé con Juan García Arriaza y lo decidimos. Vimos que se presentaba un virus con una capacidad de infección alarmante y en cuanto recibimos la secuencia de China, que fue el 10 de enero, nos pusimos a ello.
El 10 de enero nadie hablaba del coronavirus.
Creo que fuimos los primeros que conseguimos la secuencia optimizada del genoma del coronavirus, en particular, del gen que consigue la proteina de las espículas que surge de la membrana del virus y se proyecta hacia el exterior. En febrero y marzo ya iniciamos la producción y generación del vehículo vacunal. También entregamos esa secuencia a otros grupos para que pudieran acelerar el proceso, hay mucha colaboración y eso es importante.
La vacuna que está desarrollando Luis Enjuanes va más despacio.
Es más compleja. Vendría después de esta primera oleada de candidatos vacunales que está trabajando: China, Europa, Estados Unidos, nosotros, etc. También estamos trabajando en qué ocurriría si estas vacunas no funcionan o no tienen un porcentaje válido. Estamos realizando un segundo desarrollo de vacuna con una mayor capacidad de respuesta inmune y más duradera, pero habrá que verlo. También que tengan la capacidad de actuar con distintos mutantes que puedan ir apareciendo. No sabemos si el virus va a mutar y se va a hacer más resistente a esta primera serie de vacunas, entonces tendremos que considerar la forma de atacarlo mediante vacunas contra otros dominios más conservados del virus.
¿Han solucionado el problema de que no había macacos en España?
En España no hay en centros de seguridad biológica. Hay grupos que tienen macacos, pero en centros de investigación experimental que requieran el uso de virus de nivel 3 no hay. Estamos en ello, lo necesitamos para que la Agencia Europea del Medicamento o la FDA te aprueben. Es un requisito que se mantiene. Hay algunos que se lo están saltando, pero ya veremos hasta dónde llegan sus desarrollos vacunales. Ahora, nosotros tenemos que ver qué opción tomamos, estamos en contacto con algún centro que sí que tenga.
¿Cómo ve la vacuna de Oxford, que a priori es la más avanzada?
Han hecho la fase 1 y 2 de forma muy rápida. Quieren empezar con la 3 ahora en octubre en Reino Unido, Sudáfrica o Brasil utilizando un gran número de personas en zonas de alto riesgo para ver si demuestra eficacia. Está por ver.
¿Podría estar para enero o febrero del 2021?
No no, eso lleva tiempo. Son estudios que tienes que hacer el seguimiento, la planificación, etc y aunque vayas muy deprisa, necesitas varios meses. Luego hay que analizar los datos y a lo mejor no es suficiente el número de personas que han sido utilizadas y se necesitan más. Habrá que ver y si fuera todo bien, sería hacer una producción en cantidad para hacer una vacunación más masiva. Y luego si la vacuna confiere protección y a ver durante cuánto tiempo sería. Hay que hacer seguimientos de todas las personas participan en los ensayos.
En el rebrote de Pekín, científicos chinos alertaron de una posible mutación genética del virus, ¿esto puede paralizar las vacunas?
Eso es una preocupación. Nosotros tenemos otros proyectos que consideran la posibilidad de que el virus mute y, por ello, estamos desarrollando una estrategia de atacarlo igualmente. Son aproximaciones que utilizamos basándonos en la selección de dominio de las proteínas del virus con las que crear estructuras que confieran este tipo de inmunidad.
¿Qué vacuna se empezará a utilizar en España hasta que salga alguna propia?
Han pasado siete meses desde que se identificó el virus y es un periodo de tiempo muy corto. Si aparecen vacunas con una eficacia y seguridad del 90 o 100%, esas serán las que se apliquen. Hay muchas preguntas que hay que hacer, como que sigan apareciendo virus resistentes a estas vacunas y que, por consiguiente, haya que desarrollar otros prototipos. Por eso, vamos a seguir trabajando y no vamos a tirar la toalla porque Oxford o Moderna saquen la primera. La ciencia va avanzando gradualmente y es gracias a que las vacunas se desarrollan y se implementan. Además, es importante sacar nuestra propia vacuna, no puedes estar dependiendo de fuera estando en una lista de espera.
Si sale todo bien y hay vacuna a principios del 2021, ¿alcanzaremos la inmunidad de rebaño ese año?
Cuando empieces a vacunar a una parte importante de la población, con el 60 ó 70%, ya tienes la resistencia. Pero es difícil que el año que viene tengamos disponibilidad para vacunar a toda la población española y no digamos ya la mundial. Se irán administrando en personas de riesgo y en aquellos países con una mayor incidencia y en donde aumente considerablemente.
Para superar la pandemia a nivel mundial, ¿también se necesita de un 60% de la población que sea inmune?
Sí, más o menos sí.
¿Tendremos un medicamento antes de 2021?
Un medicamento normalmente lleva años en desarrollo, aunque estamos acelerando todo. Por eso ahora se están utilizando algunos que se usan para otras patologías, pero de momento sus efectos son pequeños. El Remdesivir no es un antiviral específico para el coronavirus. Se están diseñando específicos, como se hizo con la hepatitis C o el VIH, pero están en las fases iniciales de ensayos para ver si controlan al virus, primero en cultivos y luego en animales.
¿Se imaginaba confinamientos, aunque sean locales, tan pronto?
Soy virólogo y te puedo decir que el virus no ha desaparecido. Se mantiene en la población, se han reducido el número de casos, pero se van a seguir produciendo infecciones a nuestro alrededor. Estos brotes son esperados y no son nada sorprendentes. Lo importante es que hemos aprendido a actuar de forma rápida, porque la infección empieza el día 1 y en los primeros días estás produciendo mucho virus. Estas actuaciones rápidas de contención, aislamiento y confinamiento son muy eficaces, vas abortando esos brotes. Lo veremos a lo largo de la geografía española, pero ya sin alarmismo. Si ocurre nos tenemos que acostumbrar. Considero que van a ser continuos a lo largo del verano y que con una actuación rápida se podrán controlar.
¿No está preocupado?
Yo soy realista. No va a ocurrir lo mismo que pasó en el mes de marzo. Van a ser brotes esporádicos que los iremos viendo y que nos acostumbraremos a verlos. Confío en que las actuaciones sean rápidas y los hospitales estén preparados en toda España. Con estos mecanismos más la distancia de seguridad, evitar sitios cerrados, el uso de mascarillas y el lavado de manos... Hay que seguir con esta rutina porque tendremos el virus durante mucho tiempo, ponle un par de años, lo que cada vez irá bajando. Saldrá que tres personas han sido infectadas en un sitio, diez en otro, luego siete, etc.
¿Está en el aire el verano que viene también?
Confío en que lo tengamos bastante controlado. Vamos a aprender mucho durante este verano y lo que viene por delante.
¿Alguna recomendación para estas vacaciones?
Lo mejor es que se utilicen los meses de forma espaciada. Que no haya una desbandada en agosto como todos los años, es mejor que se distribuyan a lo largo de todo el verano y año.
¿Cómo valora la gestión del Gobierno y de Fernando Simón?
Considero que son gente seria que hacen lo mejor que pueden. Lo están haciendo con bastante dignidad. No entro a valorar, solo que como personas lo están haciendo muy dignamente.
¿Está contento con el Plan de choque para la Ciencia y la Innovación que presentó este miércoles el Gobierno?
Esto nos ha alertado de que tenemos que invertir mucho más en ciencia y sanidad, porque nos jugamos la salud de todos. La presentación de este Plan de choque para la Ciencia y la Innovación (se ha comprometido 1.056 millones de inversión directa) es muy importante, que se destinen fondos para desarrollar y actuar, que la gente no se nos vaya del país. Los grupos de investigación se han reducido a la mínima expresión, se han cerrado laboratorios...
Hay que ver los resultados, pero creo que hay una buena intención de cambiar de una vez por todas la pobreza científica en España provocada por la falta de apoyo económico de los gobiernos que han ido pasando. Yo aplaudo que haya acciones de este tipo y que por primera vez se hable de la ciencia en mayúsculas. Hasta ahora hemos estado en condiciones paupérrimas. En Estados Unidos ser científico casi lo consideran un privilegio y aquí casi eres un muerto de hambre. Hay que cambiar porque los científicos son los que tienen la capacidad de introducir los cambios necesarios para el desarrollo de medicamentos, vacunas, métodos de diagnóstico, etc. Es un eje fundamental, porque sin ciencia no hay futuro.