Marcos de Quinto (Cs): "Me siento más cercano a la izquierda que a la derecha"
"Ahora lo cotidiano es que a todos en algún momento nos tachen de fascistas", dice el diputado del partido de Albert Rivera.
Marcos de Quinto, diputado de Ciudadanos, ha concedido una entrevista a El Economista publicada este sábado en el que critica a quienes le llaman “fascistas” a él y a los de su partido y afirma sentirse “más cercano a la izquierda que a la derecha” pese a los pactos de su formación con la ultraderecha.
En plena crisis del partido de Albert Rivera, De Quinto asegura que su partido está haciendo lo que prometió en campaña y que quien ha virado es el PSOE y su líder, Pedro Sánchez.
Sobre las críticas de quien fuera candidato de Ciudadanos en Barcelona, Manuel Valls, De Quinto dice que “debería de ser más respetuoso con quienes le apoyaron y financiaron” y afirma que la apuesta por el ex primer ministro francés fue “un fracaso”.
De Quinto también se ha referido a la polémica con el gobierno francés de Emmanuel Macron, sobre quien Rivera dijo que le había felicitado por sus pactos en Andalucía con la ultraderecha, algo que el Ejecutivo galo desmintió hasta en dos ocasiones.
“Hay mucho ruido sobre lo que dice Macron”, asegura De Quinto, quien dice que “la realidad es que a Luis Garicano [eurodiputado de Cs] le acaban de nombrar vicepresidente económico del grupo ALDE”. “Tenemos muy buenas relaciones con todos los dirigentes europeos”, afirma.
También ha abordado otra polémica, relacionada con él y más concretamente con su multimillonario patrimonio. De Quinto defiende haberlo conseguido “trabajando y no haciendo negocios oscuros”. Y añade: “Lo que tengo, lo he conseguido con mucho esfuerzo, y ser rico cuando eres honesto no es nada vergonzante, lo vergonzoso es enriquecerte cuando robas. Lo que es un demérito es no aportar nada a la sociedad o quitarles el dinero a otros para engordar tus bolsillos. No tengo que avergonzarme de mi patrimonio y mucho menos de haber trabajado muchísimo toda mi vida”.
Eso sí, le parece mal subir el salario mínimo a 1.200 euros: “Una subida así no favorece la creación de empleo. La precariedad no se soluciona, ni mucho menos, con una subida de salario mínimo”.