Manchester, viaje a las raíces de la Revolución Industrial
Manchester no siempre tuvo el magnífico aspecto que luce actualmente. A mediados del siglo XVIII empezaron a instalarse fábricas textiles que atrajeron a miles de personas de las zonas rurales. La magnitud del desarrollo industrial hizo que en el siglo XIX llegaran a la ciudad ingentes cantidades de inmigrantes, principalmente de Irlanda e Italia.
El volumen que adquirió el comercio industrial obligaba a buscar una forma de transportar todo el algodón que entraba por el puerto de Liverpool hasta las fábricas textiles de Manchester y devolver al puerto la materia prima convertida en tejido. La solución llegó el 15 de septiembre de 1830, cuando una hilera de vagones enganchados a una locomotora empezaron a desplazarse pesadamente por unos raíles que unían ambas ciudades. Ese día nació el ferrocarril y la Revolución Industrial vivía sus mejores momentos.
Una de las consecuencias de estos cambios fue el vertiginoso y particular desarrollo urbano de Manchester a partir de la Revolución Industrial. La sociedad estaba formada por una pequeña burguesía industrial y una enorme masa de obreros pobres entregados a la actividad fabril. Se construyeron canales, molinos de agua, chimeneas, puentes y vías férreas. Edificaron barrios enteros para miles de trabajadores. Levantaron enormes fabricas y almacenes. La ciudad se tiñó de rojo. De ladrillos rojos.
El Manchester del siglo XXI nada tiene que ver con el que hemos descrito en los primero párrafos. Hoy es uno de los principales centros artísticos, culturales y de educación superior del país. Su economía ya no se mueve entre fabricas con chimeneas humeantes. De hecho está considerado el mejor lugar de Reino Unido para establecer un negocio y la ciudad con el crecimiento económico más alto del país.
A nivel turístico es la tercera ciudad británica que más viajeros extranjeros recibe y en parte es gracias al bellísimo patrimonio arquitectónico que conserva de la época de la Revolución Industrial. Sin duda la zona de Castlefield es el mejor ejemplo de la reconversión de la ciudad. Los molinos, esclusas y canales que en el siglo XIX movían agua sucia, hoy son parques y jardines donde navegan barcos de recreo. Las viejas fábricas de ladrillo rojo se han convertido en locales de ocio, hoteles y viviendas exclusivas. Todo gracias a un plan de recuperación del patrimonio industrial que ha dado a Manchester un paisaje urbano único.
Este viaje por la historia de la Revolución Industrial estaría incompleto si no se visitan dos museos, que además tienen el aliciente de que son gratuitos.
El People's History Museum está dedicado a la clase trabajadora. La Revolución Industrial fue uno de los periodos de lucha y conquistas sociales más importantes de la historia. El sufragio universal, los sindicatos, la abolición del trabajo infantil, la reducción de la jornada laboral o la educación y sanidad universales que hoy en día disfrutamos fueron conseguidas en buena medida por la lucha de las personas (muchas de ellas niñas y niños) que empleaban las fábricas de Manchester.
El Museum of Science and Industry está situado en la primera estación de tren del mundo. Este enorme museo recorre la historia de la ciencia y la industria, desde los primeros inventos motrices hasta las más recientes creaciones en robótica. Sin duda el espacio dedicado a la recreación de las viejas industrias textiles, así como los hangares donde descansan las primeras locomotoras y motores de explosión son el complemento perfecto para este viaje por la historia de la Revolución Industrial en la ciudad de Manchester.
Enlaces de interés si estás pensando en viajar a la Revolución Industrial de Manchester
Antes de viajar te recomiendo que te informes la web de Turismo de Gran Bretaña
Toda la información sobre la ciudad la tienes en Visit Manchester
Desde este enlace tienes acceso al People's History Museum
Aquí tienes toda la información del Museum of Science and Industry
