Magia real
Monarquía, dictadura y religión andan de la mano triangulando por nuestra historia.
Parece ser que al principio los tres monarcas de Oriente no venían en camello. Solo uno lo hacía, otro iba a caballo y el tercero sobre un elefante. El cuarto rey mató al paquidermo de un disparo y se volvió a Oriente.
Ir, venir, volver o no volver. Patrio devenir. Suenan cánticos populares… “ya vienen los Reyes”… “¿dónde vas Alfonso XII ?”. O, como segunda secuela, “¿Dónde vas Juan Carlos I, triste de ti?”. Historias musicadas de amor y reyes. La del emérito por amor al dinero, claro.
Alfonso XIII también se fue, dejándonos a Primo de Rivera al lado de nuestros humildes y agujereados zapatos. Luego Franco nos dejaría como regalo el dulce carbón, otra vez, de los Borbones. Monarquía, dictadura y religión andan de la mano triangulando por nuestra historia. Son nuestros genuinos Reyes Magos. Siempre nos traen incienso para camuflar el rancio olor de lo absoluto. Mirra como antiséptico para la propaganda social. Y el oro, nuestro dinero, hace tiempo ya que pasó de ser un presente a ser un pago oculto entre las manos de los nuevos reyes de la magia neoliberal.