Fusil en mano y con chaleco antibalas: así ha llegado Lukashenko a la residencia presidencial tras las protestas
Decenas de miles de manifestantes han pedido al presidente de Bielorrusia que repita las elecciones.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, ha llegado este domingo en helicóptero y fusil en mano al Palacio de la Independencia, residencia presidencial oficial, en medio de las protestas de la oposición en las inmediaciones del lugar. Este es el 15º día consecutivo de protestas contra Lukashenko.
Un vídeo difundido en redes sociales muestra a Lukashenko bajando de un helicóptero con indumentaria negra, chaleco antibalas, gorra y un fusil Kalashnikov sin cargador en la mano. Tras bajar del aparato pregunta a los guardias si había alguien más allí, en referencia al os manifestantes.
Acompaña al presidente su hijo de 15 años, Nikolai, vestido con uniforme de camuflaje y también con un chaleco antibalas y una ametralladora, igualmente sin cargador.
Este domingo miles de manifestantes se han concentrado de nuevo para denunciar lo que consideran una reelección fraudulenta de Lukashenko. Efectivos militares han protegido el monumento a la lucha contra los nazis con alambre de espino situado en la principal plaza de Minsk.
Más tarde, la portavoz presidencial Natalia Eismont ha explicado en declaraciones al canal ONT que el Lukashenko ha estado todo el día trabajando en su residencia y que se encontraba allí cuando llegaron los manifestantes, informa el portal de noticias tut.by.
De hecho, Eismont ha denunciado un “intento de asalto al palacio” por parte de los manifestantes, pero “no tuvieron el valor y viendo lo que podría pasar, dieron media vuelta y corrieron, literalmente, en la dirección contraria”. Después Lukashenko sobrevoló la ciudad en helicóptero y regresó para continuar su trabajo y salió a dar las gracias y felicitar al personal de seguridad desplegado en el perímetro de la residencia presidencial.
La oposición bielorrusa exige una repetición de los comicios, opción que Lukashenko ha descartado de forma contundente. Además, la oposición denuncia fraude y buena parte de la comunidad internacional no reconoce el resultado.
Los bielorrusos han venido manteniendo desde entonces multitudinarias manifestaciones contra el veterano mandatario, en el poder desde 1994, que se han saldado hasta la fecha con al menos dos muertos, cientos de heridos y miles de detenidos, la mayoría de los cuales ya han sido liberados.