Luigi Di Maio: "No estamos dispuestos a dejar nuestros puertos a las ONG que no llevan bandera italiana"

Luigi Di Maio: "No estamos dispuestos a dejar nuestros puertos a las ONG que no llevan bandera italiana"

El vicepresidente y ministro de trabajo italiano habla sobre el 'Aquarius', la corrupción que afecta a su partido y Europa.

REUTERS

"El primero que está descontento soy yo". Luigi Di Maio, como hemos ido aprendiendo, no es un hombre que evite la dificultad. Si el vicepresidente y ministro de trabajo de Italia tuviese ese defecto ya habría tirado la toalla, algo de lo que es consciente, como recuerda habitualmente, también en esta entrevista: "¿Y cuándo no es culpa de Di Maio?". Por eso cuando responde a un pregunta sobre el descontento dentro del Movimiento 5 Estrellas, a cuya cabeza se encuentra como sucesor de Beppe Grillo, tras la investigación sobre el estadio de la Roma con un "el primero que está descontento soy yo", pretende reconocer las dificultades y, como consecuencia, asumirlas.

Parte de la reacciones ante esta nueva investigación es el anuncio de un nuevo código sobre las donaciones, que obliga a los partidos políticos a ser transparente con los nombres de sus donantes. El código, según Di Maio, será "retroactivo, al menos en dos legislaturas". Una bomba de relojería sobre el actual parlamento y sobre la historia reciente de Italia.

Muchas dificultades para Di Maio. Después de una campaña electoral mecida por la ola de un éxito que parecía incontestable, desde el primer día de gobierno se ha desencadenado una tempestad de polémicas, decisiones e infinitas dudas. Desde el primer momento el líder de la Liga, Matteo Salvini, ha marcado por completo la agenda del gobierno en materia de inmigración, expandiendo las competencias de algunos ministerios —Exteriores, Defensa, Palazzo Chigi, Infraestructuras— con muy poca tolerancia, dando la impresión de no consultar ni a sus aliados ni al primer ministro Giuseppe Conte. Tanto que Salvini es, a ojos de la opinión pública, el primer ministro de facto del país. Pero "ese es un complejo que yo no tengo", responde con cierta ironía Di Maio.

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Y mientras los miembros del Movimiento 5 Estrellas estaban todavía gestionando este problema de equilibrio, de acuerdo político, de protagonismo y dirección común, llega una investigación en Roma, con acusaciones muy conocidas ya en la capital —el repentino giro corrupto, funcionarios públicos y política— pero con una novedad. En esta ocasión, un pez gordo atrapado en las redes, quizás el más gordo, el abogado Lanzalone, técnico de gran prestigio al que 5 Estrellas llamó para salvar la alcaldía de Virginia Raggi y el Ayuntamiento de Roma, es parte de ese giro corrupto. El responsable de ACEA, la compañía que suministra gas, agua y electricidad a la ciudad fue detenido, entre otras cosas, por sobornos y financiación ilegal que afectan a la construcción del nuevo estadio de la Roma. Se abre de esta forma un nuevo capítulo en la vida del Movimiento 5 Estrellas, uno más peligroso, el de las dudas sobre si son realmente diferentes. ¿No será que al final son todos iguales?

Luigi Di Maio responde en esta entrevista, la primera después de todas esas noticias, con detalles y sin evitar preguntas. Desde su relación con Salvini, la dimisión de Virginia Raggi, el nuevo código sobre la financiación de los partidos políticos, hasta el optimismo sobre sus futuras conversaciones con una de sus archienemigas: Angela Merkel.

Desde hace unos días parece cada vez más claro que Matteo Salvini es el primer ministro de facto y que está dejando una huella enorme en este gobierno.

Partamos del supuesto de que no tengo este tipo de complejo. Tampoco lo tienen nuestros ministros o nuestros parlamentarios. Se trata de que simplemente uno de los primeros temas que estamos tratando es el de la inmigración. De hecho fui yo mismo hace un año el que planteó las cuestiones de las ONG. Simplemente estamos avanzando unidos respecto a este tema. En lo que se refiere a mi ministerio, por ejemplo, he trabajado por la protección de los derechos de los riders, y he tenido el apoyo de parte de la Liga y también en este tema avanzaremos juntos. Le recuerdo que solo hay un primer ministro, y se llama Giuseppe Conte. Después, cada uno de nosotros hace su propio trabajo, y todos lo están haciendo bien.

¿Salvini le advirtió sobre el bloqueo del 'Aquarius'? ¿Fue un solución acordada?

Fue una decisión tomada a nivel de gobierno. No se podría haber tomado sin el Palazzo Chigi ni sin el ministerio de infraestructuras.

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¿Hasta cuando podrán tener cerrados los puertos?

Creo que después de lo que ha sucedido nada será como antes. Francia y España son una nueva puerta en el Mediterráneo, y esperamos coherencia. Al mismo tiempo, nosotros ya salvamos vidas con las naves de nuestra Marina y de la Guardia Costera. Pero ya no estamos dispuestos a dejar nuestros puertos a las ONG que no llevan la bandera italiana. Es necesario encontrar una solución a nivel europeo, y ya no estamos dispuestos a esperar.

¿Cómo valora la posición de Alemania respecto a la inmigración?

En Alemania existe un problema de gestión de la cuestión migratoria. Un problema que ha llegado al corazón de Europa, también al país que más se ha beneficiado de los efectos de la unión económica y monetaria. Siempre he dicho que Merkel ha pensando en los intereses de los alemanes. El problema es que nuestros políticos no han pensando en los de los italianos. Si decimos unas cuantas veces no, lograremos unos cuantos sí para los ciudadanos italianos.

¿Le cae bien?

No podría decirle, no la conozco. Espero tener que lidiar con ella y su ministro de trabajo porque el modelo alemán de empleo está entre los mejores de Europa y me encantaría traerlo a Italia.

Cambiando de tema. ¿La reforma de la financiación de los partidos y la relativa transparencia que proponen será retroactiva?

Sí, necesitamos una base de datos con la información relativa a la financiación de los partidos y las fundaciones que incluya al menos las dos últimas legislaturas. Si no fuera posible hacer pública la información anterior a la reforma, estableceremos un registro que será accesible bajo petición. Pero en cualquier caso, deberá haber una retroactividad. Teniendo en cuenta los ataques que hemos sufrido en los últimos días debe quedar claro que no tenemos nada que esconder. Queremos ver quién se ha llevado el dinero y a dónde. Por ejemplo la asociación Rousseau ha depositado, sin que estuviera obligada, su balance con todos sus donantes.

Hacer públicos los balances de fundaciones y asociaciones cercanas a la política será técnicamente complicado. ¿Cree que se puede resolver el problema?

Creo que sí, porque el parlamento es soberano, y tendremos que estudiar el modo de hacerlo. Después de todo, en muchos casos la legislación debe equilibrar las obligaciones relativas a la privacidad y a la transparencia. El que da dinero a una fuerza política deberá decirlo abiertamente. Y será muy importante el calendario.

¿En qué sentido?

En el sentido de que yo quiero saber durante la campaña electoral quién da dinero a quién, no después de que cierren las urnas. En este aspecto nos ayudará la tecnología.

¿Es también vuestra respuesta a algunos ataques que os han lanzado tras el último caso judicial que ha sacudido Roma?

Es absurdo que el Movimiento 5 estrellas esté siendo el blanco de los ataques cuando han sido arrestados un miembro de la junta regional del Pd, Michele Civita, y uno de Forza Italia, Adriano Palozzi. No somos los únicos que nos hemos llevado dinero con esta historia. Si las responsabilidades de Luca Lanzalone resultan ser ciertas, son gravísimas, tanto desde el punto de vista judicial como ético. Si somos culpables de habernos fiado del abogado equivocado, entonces, sin ánimo de ofender a estos últimos, estamos en compañía de millones de italianos.

  Di Maio junto a la alcaldesa de Roma, Virginia RaggiCorbis via Getty Images

En este sentido parece que hay mucho descontento dentro del Movimiento. ¿Lo niega?

El primero en estar descontento soy yo. En las interceptaciones he leído que había muchas personas que hablaban en mi nombre, que se autodenominaban "mi brazo derecho". Pero también sé que tenemos todos los recursos para superar esta situación. Y especialmente devolviendo al remitente todas las críticas de una oposición que está implicada en primera persona en la investigación.

Pero es obvio que estén en el punto del mira los que a lo largo del tiempo han elevado todavía más los propios estándares de moralidad y transparencia. Vosotros en este aspecto os habéis puesto el listón muy alto.

Es cierto. Pero también hay que reconocer que en veinticuatro horas hemos pedido la dimisión de Lanzalone y que Ferrara ha dado un paso atrás. No he visto al Pd y a Forza Italia tomar las mismas medidas. Que todos los que nos critican tengan el valor de hacer lo mismo que nosotros. Por ejemplo de hacer públicos, sin esperar a a la legislación, todos los procedimientos en estos años, entre los que estarán también los de Luca Parnasi, que ha financiado sectores del Pd y de Forza Italia.

Parece que también de la Liga

Lo mismo se aplica a la fundación de Carroccio. Digo simplemente que haremos una ley, pero quien quiera hacerlo todo público de inmediato no tiene la necesidad de legislación.

Pero usted es el líder político del Movimiento 5 estrellas. No puede eludir las responsabilidades de su puesto.

La mañana en la que salieron las noticias de la investigación sobre el estadio de la Roma llamé a los magistrados y les alerté de monitorizar cualquier intervención interna. Pedí la dimisión de Lanzalone, asumiendo la responsabilidad de pedir un paso atrás a la cabeza visible de una empresa que cotiza en bolsa, pero era necesario hacerlo. Para nosotros no existe presunción de inocencia en los casos de corrupción.

La cuestión sobre la responsabilidad política afecta de pleno a Virginia Raggi, que no siempre demuestra tener el control, tanto político como administrativo, del difícil coche que tiene que conducir.

Entiendo el discurso. Pero Lanzalone no tenía ni procesos ni investigaciones pendientes con la justicia. Si así fuera sería un contrasentido empeñarse en defenderlo. Pero en este caso, ¿cómo vas a arrinconar a un profesional reputado que llega de Milán?

La cuestión romana pone de manifiesto un punto: ustedes vienen de abajo, son ciudadanos comunes y se fían de profesionales para gestionar el dossier administrativo. Más o menos lo mismo que pretenden hacer a nivel nacional. ¿No cree que es un modelo en el que es fácil de infiltrar?

Todo el estado italiano se ha construido de esta forma. Hay un vértice político que da las líneas de actuación, y después los técnicos de los gabinetes, los funcionarios y los consultores profesionales que están preparados para aplicarlas. Es obvio que debemos elegir entre personas sobre las que no hay dudas ni sombras. La política debe ser fuerte para no caer en las manos de los técnicos, a los cuales, me repito, no podemos confiar la gestión de los asuntos públicos.

Última pregunta. Salvini ha estado de viaje en Libia. Se dice que uno de los elementos de nuestra política en el país es el pago a las milicias locales.

De esto no tengo conocimiento y no me consta.

Pero los rumores se suceden. ¿No piensan que es el momento de profundizar? ¿Quizás de iniciar una investigación?

Si nos topamos con violaciones de los derechos humanos es obvio que procederemos de algún modo. En el contrato de gobierno se definen dos objetivos: desincentivar las salidas y la tutela de los derechos humanos. Estamos todos de acuerdo en que deben cumplirse estos objetivos.

Esta entrevista se publicó originalmente en la edición italiana de HuffPost y ha sido adaptada y traducida del italiano por Uxía Prieto.