Los "trucos" de Vox con sus cifras de afiliados
La ultraderecha tira de marketing para dañar al PP, pero fuentes de la formación revelan que ni "avalancha", ni números claros.
Vox está en guerra con el PP. La moción de censura ha dinamitado los puentes entre la calle de Génova y la calle de Bambú, cuartel general de Santiago Abascal. La ultraderecha está inmersa en una estrategia de desgaste psicológico a los populares y, por eso, lleva días anunciando una “avalancha” de nuevas afiliaciones a costa de las filas del PP. El campo de batalla son las redes, el hábitat natural de Vox.
Fuentes populares de la calle de Génova confirman que durante varios días las centralitas del partido sufrieron un acoso telefónico, presuponen, orquestado por Vox: “Llamaban, decían ser afiliados que querían causar baja en el partido, pero al preguntarles su número de DNI colgaban”. Estas mismas fuentes aclaran que el partido no está aún en condiciones de valorar si la moción de censura ha menguado el número de afiliados. “Hasta dentro de un tiempo no se actualizará el censo, esas cifras no se revisan todos los días”, explican.
A pesar de las estratagemas de la extrema derecha y de la presión psicológica que intenta trasladar con sus ataques al PP, parece que la moción de Abascal y Garriga contra Pedro Sánchez sí ha tenido algún efecto, aunque no puede estar más lejos de ser una “avalancha”. Vox, sin embargo, rehúsa dar números de afiliación por el momento.
“No vamos a dar datos hasta tener contabilizados los afiliados de esta segunda ola”, explican fuentes oficiales de la ultraderecha. Este diario, no obstante, ha confirmado a través de fuentes internas que el pico de nuevos afiliados llegó el día después de la moción, el viernes 23, con 622 nuevos miembros en la familia ultra. Hasta el 1 de septiembre, Vox contaba en su base de datos con 59.225 afiliados, según esta misma fuente.
Mientras, las redes se han convertido en un hervidero de propaganda ultraderechista con imágenes de supuestas colas en las sedes del partido en las principales ciudades del país. Varios usuarios de Twitter, sin embargo, acudieron a ellas para mostrar que de avalancha y colas nada.
Es más, fuentes del partido explican que algunos de los supuestos futuros militantes que aparecen en vídeos y fotos a la espera para ser atendidos y fichados, como este de Murcia, son en realidad antiguos militantes que se habrían puesto como figurantes a las órdenes del marketing del partido. Y, de nuevo, nada de “avalancha”, pues aparecen seis personas.
El juego de Vox con los militantes
El partido de Santiago Abascal juega con sus militantes, según denuncia una fuente del partido: “Hay muchos afiliados que no pagan la cuota y siguen en la base de datos para abultar”. Esa situación incumpliría el estatuto del partido sobre los derechos y deberes de los afiliados. Según el artículo 9.4, no abonar las cuotas y otras aportaciones, es motivo de extinción de la condición de afiliado.
Esta fuente rebaja, así, a alrededor de 28.000 el número de militantes “de verdad”, de los que pagan religiosamente alguna de las cuotas del partido, que oscilan entre 9 y 30 euros. Aunque también hay cuotas especiales —entre 1 y 5 euros— para menores de 23, para estudiantes y para discapacitados.
La realidad del partido, según recoge en su portal de transparencia, es que sobrepasa a los populares en ingresos procedentes de los afiliados. El PP ingresó en 2019 2.981.805 euros por esta vía, mientras que Vox llegó a los 3.889.589. El aumento de la ultraderecha en un solo año es considerable: en 2018 solo recibió de mano de los militantes 818.037 euros.
Fuentes internas de la formación precisan, además, que las provincias con datos de militantes que mantienen su condición a pesar de no estar al corriente de pago son las mismas que el pasado 24 de septiembre celebraron elecciones para renovar comités ejecutivos provinciales.
El 31 de agosto Vox aprobó la convocatoria de comicios al Comité Ejecutivo Provincial (CEP) “de aquellas provincias que cuentan con quinientos o más afiliados de pleno derecho”, según precisa el acta de constitución. Y en esas elecciones se pudo presentar cualquier militante “de pleno derecho”, aunque hay algunos dentro del partido que ponen en duda el proceso de selección de directivas, que consideran amañado por la dirección con el fin de evitar que surjan liderazgos que cuestionen a Santiago Abascal y los suyos.