Los psicólogos advierten del ‘Síndrome de la cara vacía’ con el fin del uso de la mascarilla en exteriores
Se trata de un conjunto de problemas que se manifiesta en las personas que se sienten inseguras cuando no llevan cubrebocas.
El próximo 26 de junio la mascarilla dejará de ser obligatoria en exteriores, una noticia que ha puesto en alerta a los psicólogos y que trae consigo la aparición del ‘Síndrome de la cara vacía’, un conjunto de problemas que se manifiesta en las personas que se sienten inseguras cuando no llevan nada que les protege la cara ante posibles contagios de coronavirus.
La psicóloga y miembro del Instituto Europeo de Psicología Positiva de Madrid, Sonia Castro, en declaraciones a Europa Press Televisión, ha señalado que no hay un tratamiento “eficaz y concreto” para combatir este síndrome. En este sentido, ha explicado que lo que se debe hacer es “dotar de un aprendizaje de ciertas herramientas y estrategias” a aquellas personas que padezcan este síndrome para así poder manejar el miedo y la ansiedad que les produce la retirada de la mascarilla.
La aproximación sucesiva es una de las estrategias que resultan eficaces, según Castro. “Es una medida para que, poco a poco, nos acostumbremos a la situación que provoca miedo y ansiedad”. También ha señalado que todo depende de la persona y de las situaciones en las que se siente más cómoda.
“No es lo mismo si estoy vacunado, si convivo con personas que lo están, si en mi familia hay personas con patologías complicadas”, ha explicado Sonia Castro a la vez que ha apelado al “sentido común y a la responsabilidad individual”.
La psicóloga ha recordado que hace un año y medio aprendimos a convivir con la mascarilla, “algo impensable”, y ha explicado que el ser humano tiene la capacidad de “adaptarse” a todo tipo de situaciones. “Con tiempo y teniendo los recursos que el ser humano tiene, nos vamos a poder adaptar”.
Tres indicadores claves
Castro ha afirmado que existen tres características para reconocer si padecemos el síndrome: miedo a contagiar o ser contagiado, la sensación de inseguridad al no llevar la mascarilla o sentirnos incómodos si interactuamos con alguien que no la lleva.
Estos factores permitirán a las personas darse cuenta de “que podemos tener miedo, que no nos atrevemos a quitarnos la mascarilla y evitamos los contactos sociales”. Por ello ha querido mandar un mensaje de calma ante la aparición de este síndrome porque es una sensación “completamente normal”.